Parques acuáticos, food trucks, terrazas verdes y construcciones flotantes al estilo de las ciudades holandesas son algunas de las propuestas oficiales para la zona costera entre la Ciudad Universitaria y Costa Salguero. El cambio de nomenclatura de esa área, a la que el Gobierno porteño llama Distrito Joven, fue discutido esta semana en audiencia pública y encontró observaciones entre un sector de la UBA y organizaciones ambientalistas.
El plan pretende renovar la relación de los porteños con el Río de la Plata al tiempo que busca crear espacios multipropósito y para todas las edades, aunque busca que la actividad nocturna del distrito se centre en ese espacio que se prolonga por 9,7 km.
Allí se prevé disponer de un 65 por ciento de espacio público con preeminencia de lugares verdes y permitir en el resto la instalación de sitios o locales de recreación, deportes o diversión nocturna, que serán concesionados por 10 años.
El director general de Políticas de Juventud, que depende de la Vicejefatura de Gobierno, Fabián Pereyra, explicó que se trata de "un proyecto productivo, urbanístico, social, deportivo y turístico para unir la Ciudad con el Río de la Plata" y aclaró que "no se trata solo de boliches bailables, sino también de actividades diurnas, un polo deportivo náutico, un gran parque ribereño y también, una nocturnidad segura".
Una de las observaciones que realizaron los vecinos que participaron de la audiencia tiene que ver con haber incluido en el distrito a la reserva que está detrás de la Ciudad Universitaria ya que eso amplía la cantidad de metros que se pueden concesionar.
"No es para aumentar el espacio de concesiones. Se amplió el área para que pudieran incorporarse todos los usos y pueda ser utilizado por toda la familia", indicó Pereyra.
Ana Di Pangracio, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn) fue una de las oradoras más aplaudidas de la audiencia. "Por un lado el Distrito Joven sería un nuevo avance sobre el área ribereña de la Ciudad, una profundización de la privatización del espacio público porteño, reduciendo el camino de sirga, y avanzando con rellenos en borde costero. Además profundizará aislamiento de la Reserva Ecológica Costanera Norte, acorralada no solo por este proyecto sino por otros como el Tiro Federal y obras en Aeroparque. Pedimos entonces una evaluación de impactos acumulativos, y no de cada proyecto aislado".
Según la ambientalista, los nuevos desarrollos afectarían el corredor ecológico entre la Costanera Sur y el parque natural que está detrás de Ciudad Universitaria.
Los renders del nuevo distrito muestran un posible endicamiento en el río que permitiría la construcción de piletas y el deporte acuático en zonas seguras; también incorpora construcciones flotantes, con paredes de vidrio que tendrían en sus techos terrazas verdes. Otra de las iniciativas es construir allí una biblioteca para los jóvenes, siguiendo el diseño sustentable.
El proyecto, que fue votado en diciembre por el bloque de Cambiemos en la Legislatura, va rumbo a la segunda lectura y podría incorporar alguna de las observaciones de la discusión pública. Pereyra sigue firme con la iniciativa oficial: "Estudiamos todo e incluso estamos recuperando el camino de sirga (los metros que se deben dejar libres entre los desarrollos o construcciones y el río). Y se hizo el estudio de impacto ambiental para el parque acuático en caso incluso de que el Aeroparque concrete las obras de ampliación de la cabecera".
El camino de sirga es una larga deuda, con fallos judiciales adversos, de Costa Salguero cuya concesión vence en 2021 y maneja una empresa vinculada con la diputada nacional de Cambiemos Carmen Polledo. Nunca se adecuó a la exigencia judicial y los vecinos siguen sin acceso al río.
"Vamos a recuperar la sirga. Es un gran logro. Cuando venza la concesión de Costa Salguero se verá quién se presenta", indicó Pereyra.
Jonatan Baldiviezo, del Observatorio para la Ciudad aseguró: "Quieren reprivatizar la Costanera, cuando el artículo 8 de la Constitución de la Ciudad dice que es de acceso público y libre. Se continúan entregando bienes de dominio público".
Las obras de ampliación de Aeroparque, que costarán unos 285 millones de dólares, prevé desplazar la avenida Rafael Obligado. Ya en 2015 el área se transformó, con una nueva traza esa avenida, entre Sarmiento y la plazoleta Puerto Argentino, también en terrenos ganados al río. Y el desvío del tránsito pesado por la Illia, entre otras reformas. A fin de ese año abrieron un parque en el muelle del Club de Pescadores.
Aunque el representante jurídico de la UBA dio conformidad al proyecto porteño, Juan Carlos Reboreda, decano de la Facultad de Ciencias Exactas, habló en representación del consejo directivo de esa facultad: "El gobierno porteño está modificando la zonificación de esos terrenos. Además, no sabemos cómo afectará el nuevo distrito a esos parques". El decano explicó que la conformación de ambos sitios fue el resultado de un convenio firmado en 2000 entre la Ciudad y la universidad, donde la UBA cedió el uso de esos terrenos para que se crearán dichos espacios, pero no así la titularidad sobre los mismos, que retiene desde noviembre de 1961. "No pueden legislar en terrenos que no les pertenecen", sostuvo.
Cambiemos tiene mayoría propia en la Legislatura porteña. No dudan en las oficinas porteñas que este año será convertido en ley.
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