El árbitro de fútbol Silvio Trucco se convirtió el domingo 4 de febrero en uno de los grandes responsables de uno de los grandes sucesos culturales en la Argentina a lo largo del 2018. Sus errores en contra de San Lorenzo en su partido contra Boca provocaron una canción de protesta de la hinchada "cuerva": "Mauricio Macri, la p… que te parió", llovió desde las tribunas, en reclamo al propio presidente, confeso fanático del club xeneize.
Parecía que esa melodía iba a quedar limitada exclusivamente al fútbol, para responder a las injusticias arbitrales en la Superliga. No obstante, con el correr de las semanas la canción acaparó escenas de otros deportes, como el básquet, o hasta de la vida cotidiana: se entonó desde en el andén de un subte o hasta en un cacerolazo espontáneo en una esquina porteña. El después conocido como "Mauricio Macri, LPQTP" pareció consolidarse como el lenguaje unificado de los ciudadanos opositores contra la gestión del actual gobierno.
Resulta paradójico, pero la canción original del catalogado para muchos como el "hit del verano" respondió a un espíritu festivo y de esperanza. Su creador es un músico argentino llamado Raúl "Sheriko" Fernández Guzmán y la melodía responde al nombre de "Es tiempo de alegrarnos".
La canción fue compuesta en 1973 para celebrar el regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina. Sin embargo, fue publicada recién en 1975, cuando el general ya había fallecido y el país se encaminaba hacia los difíciles años de gestión de su viuda Isabel Martínez de Perón y su mano derecha José López Rega.
"¡Toquen trompetas y maracas al compás
Suenen los pitos y las palmas sin cesar!
Cantemos todos, la tristeza hay que olvidar
La vida pasa no te pongas a llorar
Veo mi pueblo
que otra vez vuelve a reír
Es mi país
que ha comenzado a revivir
Atrás quedaron las tristezas y el dolor
Vuelven los días de dicha y felicidad
No te detengas y alegrá tu corazón
Vení conmigo, quiero verte sonreír
Dame tu mano y empecemos a correr
Después de un rato me darás tú la razón".
Las estrofas de la canción estaban acompañadas por sonidos de trompetas, percusión y se amoldaba al espíritu festivo de la mayoría de los temas bailables de la década del 70′.
En la actualidad, la canción contra el presidente Macri alcanzó las canchas de fútbol, escenarios del transporte público, las calles y hasta algunos recitales de música. Sin embargo, no es la primera vez que las notas musicales de "Es tiempo de alegrarnos" sirven de música para el "cancionero" popular argentino.
Según su propio autor, la primera vez que la escuchó en un ámbito social fue gracias a la hinchada de Boca, que entonó "Vamos Boquita, que tenemos que ganar".
Más tarde, la canción terminó de adquirir su sello una vez que se instaló la frase "La p… que los parió" como remate, como sentencia del reclamo. Tal es así que abandonó su espíritu festivo, y se convirtió en un canto de protesta y abandonó su sentido de apoyo.
Posiblemente, una de las versiones más memorables surgió en los últimos días del 2001, cuando el país se vio hundido en el famoso corralito de Domingo Cavallo, bajo el Gobierno de Fernando De La Rúa. Los ciudadanos, sin poder acceder a sus ahorros, se agolparon en los diferentes bancos del país, que se mantenían cerrados. Así nació el "Abrí la puerta, la p… que los parió".
Esta misma letra sería utilizada años después en recitales y partidos de fútbol para reclamar los ingresos o salidas de los estadios, de acuerdo con la necesidad de la gente en su momento. De hecho, la melodía con esa letra llegó a traspasar las fronteras y fue entonada por la hinchada del club Tigres, de México.
El "Abrí la puerta, la p… que los parió", entonada por una hinchada mexicana
Durante el último febrero, el verano volvió a reencontrarse con la melodía de "Es tiempo de alegrarnos". Sucede que con los años, también se consolidó como una canción estival: el calor, acérrimo enemigo de las concentraciones masivas de gente, provocó la creación del "Que tiren agua, la p… que los parió" en las canchas de fútbol y los recitales.
En efecto, ese reclamo de hidratación se hizo tan famoso que hasta en un recital de Los Piojos en la cancha de Boca, el 22 de diciembre de 2005, la propia banda liderada por Andrés Ciro Martínez llegó a entonarla arriba del escenario.
El fútbol, cuna de los grandes creativos anónimos de las canciones populares, recurrió a esa melodía para llevar a cabo diferentes versiones: en general, se la utilizó para pedir la salida de entrenadores o jugadores que ya no querían ver más defendiendo sus colores. Uno de los ejemplos surgió a medidados del 2017, cuando la hinchada de Huracán criticó con dureza a su defensor Martín Nervo con el "Andáte Nervo, la p… que te parió" por su bajo rendimiento. El mensaje no tuvo demasiado rebote en la dirigencia: el jugador de 27 años hoy no sólo permanece en el club sino que es el capitán del equipo.
"Cambiaron muchas cosas, antes no teníamos miedo de salir a la noche, había trabajo no había tanta delincuencia (…) Es muy triste. Mi canción original dice 'veo a mi pueblo que otra vez vuelve a reír', el tema original era pura alegría, positivismo", explicó el propio autor de la canción, en declaraciones al diario Perfil.
Es posible que el único guiño optimista que recibió "Es tiempo de alegrarnos" sea el de una campaña solidaria del Hospital Garrahan de 2005. El hospital de niños lanzó un institucional en defensa de un Programa de Reciclado de Papel de su fundación. Para eso, se realizó una publicidad en la que los fanáticos de una hinchada de fútbol entonaban la melodía "Los papelitos los tenemos que guardar", después de recibir a su equipo.
Hoy se cumple un mes desde la primera vez que la hinchada entonó la canción contra el presidente Mauricio Macri. Durante las cuatro semanas, el reclamo se propagó por diferentes puntos del país y hasta llegó a encontrar réplicas en espacios más reducidos en las que los destinatarios de la crítica fueron otros miembros de Cambiemos, como la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Aún no se sabe si la moda de esta canción de reclamo tendrá repercusión alguna en la gestión de la presidencia. Pero sí está claro que Macri espera que algún día el tono de la misma responda al espíritu de la última frase de la versión original: "Dame tu mano y empecemos a correr. Después de un rato me darás tú la razón".
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