La bicicleta eléctrica es el mejor medio de transporte urbano; diseñar una ciudad compacta generar equidad en el acceso a los servicios y aumentar el espacio público son algunas de las claves para volver más sustentable la vida en las urbes de cualquier tamaño. Estos son los conceptos que dejó claros Salvador Rueda, director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, en su paso por Buenos Aires que, por estos días, trabaja en la reforma del código de planeamiento que dará una nueva forma al distrito.
Rueda es el creador de las supermanzanas y recibió a Infobae luego de su disertación pública. "El mínimo ecosistema urbano donde se maximizan los objetivos de una ciudad más sostenible", define. Este licenciado en Ciencias biológicas y Psicología, diplomado en Ingeniería ambiental y en Gestión energética, se ha especializado en diferentes aspectos del ambiente urbano y cree que ya no hay más tiempo para empezar a revertir la insostenibilidad que generan las urbes.
Las supermanzanas son las áreas urbanas de entre 16 y 20 hectáreas conformadas por varias manzanas en las que se pone el foco en el peatón. Son espacios en las que las avenidas exteriores concentran los ómnibus, automóviles y bicicletas, mientras que en las interiores se libera el espacio al priorizar al peatón y la bicicleta y se reduce la velocidad del tránsito a un máximo de 10 km/h.
Aunque aún están en estudio las áreas en las que estas unidades podrían instrumentarse en la Capital, el experto fue invitado por el gobierno porteño en el marco del futuro debate del Código de Planeamiento Urbano. La administración encabezada por Horacio Rodríguez Larreta trabaja en el plan de reforma que podría ingresar este año en la Legislatura.
"El lobo ya está aquí y hay que hacer algo masivo y rápidamente. No tenemos tiempo de innovar aquí y allá, e ir probando. Hemos agotado las posibilidades de dilatar los efectos", asegura. Y cree que la réplica de la herramienta urbana que impulsa no sólo ayudará a ser más eficientes, gastar menos energía y generar menos contaminación; también generará más equidad.
Para Rueda, "el espacio público es lo que nos hace ciudadanos, lo que nos hace convivir", y destacó la necesidad de incorporar los principios y objetivos del urbanismo ecosistémico, entre ellos: reducir el consumo del suelo incrementando la proximidad de las personas; garantizar el acceso a la ciudad a través del transporte público; impulsar la habitabilidad del espacio público; e incrementar la superficie verde y la biodiversidad urbana.
El ideal que plantea el catalán tiene que ver con crear pequeñas ciudades dentro de la ciudad, con descentralización de los servicios que brinda el Estado y un transporte público eficiente. Que la gente viva en su casa y no tenga que moverse mucho para encontrar soluciones para su educación, su salud o seguridad, indica.
¿Y los autos? Para Rueda el vehículo se transforma en un "enemigo de la ciudad" cuando se usa sin control, cuando es excesivo el número de viajes que la propia ciudad puede aceptar. "El mejor transporte es la bicicleta eléctrica. Cuando las distancias a recorrer son menos de 11 km, la bicicleta eléctrica le gana al coche en tiempo, ya no digo en energía. No contamina, no hace ruido, te puedes regular. Las velocidades tendrían que estar limitadas a 25 km/h para que los accidentes se limitaran en cantidad y en gravedad", sostiene. A eso, claro, se complementa un transporte público eficiente".
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El estacionamiento debe estar restringido en las supermanzanas: habría exclusivo para vecinos y mixtos, para vecinos y visitantes. "Pero todos tienen que pagar y obviamente debería salir más caro que llegar en transporte público. Esta discusión igualmente va a quedar vieja con la llegada del auto autónomo", indica.
Uno de los aspectos que más destaca el experto en su discurso es la cuestión de la equidad. "El Estado, municipio provincia o Nación, está para regular y equilibrar las inequidades; de lo contrario, el mercado se lo come todo porque es salvaje. En el caso que nos ocupa la solución para reducir y mitigar en parte ese efecto de ganancia o plusvalía del suelo es la extensión para toda la ciudad. En el momento que la extiendes estás dando la pauta para que no haya espacios privilegiados. Las mismas soluciones deben existir en el centro y en la periferia", sostiene.
Hoy en Barcelona hay cuatro supermanzanas diseñadas y funcionando y otras cuatro por comenzar. Según el diseño de Rueda toda la urbe podría contener unas 503 de estas unidades. El experto cree que la ciudad de Buenos Aires es perfecta para funcionar con supermanzanas. "Es de los mejores lugares del mundo porque sigue el cuadrado español. Yo puedo hacer redes octogonales, las más eficientes en los sistemas urbanos", asegura.
Rueda sostiene además que el modelo puede implementarse en las ciudades de cualquier escala. "Todos tenemos dos piernas, dos brazos, nos movemos y el día tiene 24 horas. Lo que estamos haciendo es un proyecto de escala humana y los humanos viven en esos sistemas más grandes o más pequeños. Cuando son más grandes los requerimientos son más duros, en cada caso hay que buscar las mejores soluciones y esto permite restituir las principales desigualdades", sostiene.