Liliana Hendel: "La Real Academia Española es enemiga de las mujeres"

La psicóloga y periodista especializada en género habló en Infobae sobre el futuro del feminismo, las recientes polémicas de Facundo Arana y Araceli, y explicó la importancia de que las mujeres sean incluidas en el lenguaje

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El feminismo está en la agenda de nuestros días afortunadamente -y después de mucho tiempo y de mucha lucha de nuestras antecesoras. Hace apenas treinta años las mujeres casadas consiguieron, por ejemplo, elegir si quieren usar o no el apellido de su marido. Y hay ciertas expresiones y bromas que ya no hacen reir. Eso está claro. Pero todavía nos queda mucho camino por recorrer. Y es muy importante prestar atención a cómo nos expresamos porque el lenguaje refleja el modo de pararnos en relación a la igualdad entre y la mujer.

"Nombrar a las mujeres, nombrar a las nenas, nombrar a las niñas, nombrar a las disidentes y los disidentes sexuales es hacer de este mundo un mundo mejor. No ahorres, usá las palabras para describir una sociedad completa", explica Liliana Hendel en esta con Infobae. Hendel es psicóloga y periodista especializada en género y fue pionera en los medios hablando de estos temas. Escribió el libro "Violencias de género: las mentiras del patriarcado" y además es coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina.

Preocupada por cómo el lenguaje refleja que el patriarcado goza de buena salud, la especialista reflexionó sobre los recientes dichos de Araceli González y Facundo Arana.

—¿Qué es ser feminista?

—Ser feminista es luchar por los derechos humanos, en particular de las mujeres. Mirá qué fácil. Si vos estás de acuerdo en que las mujeres tenemos derechos que se incumplen en una sociedad y también estás de acuerdo en que como sociedad, no como mujeres únicamente, todas y todos los que la integramos tenemos que luchar por eso, sos feminista. No hay que tenerle miedo a las palabras. Somos feministas.

—Los hombres feministas existen…

Una actriz famosa dijo "yo no soy feminista, tengo un hijo, tengo un marido, respeto a los varones". Yo soy feminista, tengo hijos, tengo marido, tengo amigos que son feministas. Y soy feminista. Esto no es una lucha entre varones y mujeres. El machismo no es la contracara del feminismo.

—¿Cómo el lenguaje puede expresar nuestra visión de la igualdad entre hombre y la mujer?

—La Real Academia Española , que es enemiga de las mujeres y que de hecho no han admitido mujeres en su cuerpo directivo hasta hace muy poco tiempo, se la ha pasado siglos siendo un organismo masculino y nos dice que el masculino es universal. Pensá en el concepto. Y que cuando decimos "nosotros" nosotras estaríamos incluidas. Algo hace ruido. Necesitamos ser nombradas, si no somos nombradas somos casi invisibles en el universo del discurso.

—Y ¿cómo lo podemos cambiar?

—Teresa Meana cuenta un cuento muy corto que dice que una niña iba al jardín de infantes y cuando la maestra dice "todos los chicos salgan al recreo" ella se queda sentada, la maestra le dice "María, ¿por qué no vas al recreo?" y ella le contesta "seño, usted dijo los chicos" . "María cuando digo los chicos, digo los chicos y las chicas". En el fin de semana se hace actividad física y la seño dice "los chicos que quieran jugar al fútbol levanten la mano" y María levanta la mano contentísima. Y la seño le dice "María, al fútbol juegan los chicos". Entonces Teresa Meana dice que allí nace lo que se llama la intuición femenina. Las mujeres toda la vida tenemos que estar adivinando cuándo estamos incluidas en ese universo masculino y cuándo no.

A tu pregunta de qué hacemos, mi respuesta es que empecemos por hablarnos en femenino sin que eso nos de vergüenza. No es cierto que sea una tontería decir "buenas tardes a todas y todos". No es ninguna tontería que nos nombren. Vos fijate que la Real Academia Española se resiste a aceptar. Dice que decir "todas y todos" es una tontería. Sin embargo no tuvo ningún inconveniente en incorporar en la última década todas las palabras nuevas que la tecnología ha aportado.

—En el último tiempo hubo declaraciones desafortunadas, aunque en distintos grados de gravedad, como las de Cacho Castaña, Facundo Arana o Araceli González. ¿Qué pensás de esto?

—Creo que tenemos que hacer una diferencia. Lo de Cacho es un delito que promueve delitos. Cuando alguien dice "si te violan relajate y goza", de lo que está hablando es de un delito grave , de una situación de atropello en contra de una mujer y no me parece que tenga justificativo alguno.
El resto son comentarios desafortunados. En el caso de Araceli está claro que se trata de no haberse formado suficientemente. De no haber leído adecuadamente, de no haberse enterado qué es lo que pasa cada vez que hay un "Ni una Menos" . No se enteró todavía de eso y eso es un problema cuando se trata de alguien que es una referente, en este caso en el mundo de la farándula. Porque lo que Araceli dice o lo que Facundo Arana dice se reproduce miles de miles de miles de veces justamente por ser quiénes son. Entonces hay que decirle a Araceli: "Ara te queremos, sos una excelente actriz, pero cuando vamos a hablar de este tema, leé un cacho"

—Cuando habló Facundo Arana, ¿qué pensaste?

—Lo de Facundo creo que no es grave. Creo que es representativo del mundo en el que vivimos, que Facundo es un "machirulo" como solemos llamar las feministas a estos muchachos que nos quieren enseñar cómo ser feministas y nos retan si somos muy extremas. Pero creo que tanto a Araceli como Facundo, desde mi posición, le agradezco que abra el debate.

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—¿Qué significado tiene la calificación que hacen algunas y algunos a algunas feministas que es el término "feminazi"?

—Al final "feminazi" termina siendo la descripción de las mujeres que exponemos nuestro pensamiento sin tenerle miedo a nada ni a nadie. Intenta ser una ofensa. Por supuesto que no es grato que a nadie le digan que es nazi pero, de todos modos, es el modo en el que el sistema patriarcal y sus representantes varones y mujeres encuentran la manera de intentar ofendernos tal vez con la idea de que pueden detenernos porque todavía no aprendieron, como dice mi gran amiga Luciana Peker, la revolución feminista no sólo está en marcha, es alegre y no se detiene.

—De acá a cien años, ¿cómo te imaginás el feminismo en la Argentina?

—Lamento no estar aquí para festejarlo con mis nietas pero creo que el feminismo va a estar instalado incluso tal vez como un partido. ¿Por qué no? En otros países ha sucedido. De aquí a cien años, y espero que esto suceda mucho antes, el aborto seguro, legal y gratuito va a ser absolutamente un hecho común porque lo vamos a lograr dentro de muy poquito. Entonces dentro de cien años vamos a hablar del aborto como hoy hablamos del voto. Antes el voto de las mujeres era lo que hoy es el aborto.

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