El barco de Greenpeace Arctic Sunrise frente a un iceberg en la Península Trinidad, la parte más septentrional de la Península Antártica. Justo en las afueras de la Península Trinidad el estrecho de la Antártida conecta el estrecho de Bransfield con el mar de Weddell. En esta área, la ONG ambientalista realizó investigaciones científicas en sumergibles para brindar pruebas que apoyen la propuesta de crear el área protegida más grande del planeta, un Santuario del Océano Antártico.
Una de las mayores colonias de pingüinos Adelaida en la Antártida está situada en Bahía Esperanza, en la Península Trinidad, la parte más septentrional de la Península Antártica. Justo en las afueras de la Península Trinidad, el estrecho de la Antártida conecta el estrecho de Bransfield con el mar de Weddell. En esta área, Greenpeace realizó investigaciones científicas en sumergibles para brindar de pruebas que apoyen la propuesta de crear el área protegida más grande del planeta, un Santuario del Océano Antártico.
Fernando Romo, de nacionalidad española, es el primer oficial a bordo del buque de Greenpeace Arctic Sunrise, barco que partió de Punta Arenas, Chile. De allí siguió su rumbo camino hacia la Antártida a fin de realizar una investigación científica sobre la diversidad del océano antártico.
Romo, a bordo del rompehielo que durante tres meses realizará una expedición en la Antártida lugar que alberga una gran biodiversidad.
Hay alrededor de 20 millones de parejas reproductoras de pingüinos emperador y adelaida, que pueden aparearse de por vida. También hay albatros que pueden vivir durante medio siglo y volar el equivalente de tres veces alrededor del planeta por año.
(Roie Galitz)
La Antártida alberga algunos de los animales más grandes del planeta,
como las ballenas azules y los cachalotes, y en el mar de Weddell se estiman 14.000 especies presentes.
Las ballenas azules, con un corazón del tamaño de un gorila, son el animal más grande que haya existido en el planeta y dependen únicamente de uno de los más pequeños: el kril.
El objetivo de la expedición a la Antártida es preservar la forma de vida de casi la mitad de la población mundial que depende de unos océanos saludables y productivos. También proteger los ecosistemas y especies de los impactos del ser humano y reforzar la resiliencia del medio y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático global.
La Antártida alberga una gran diversidad de vida, pero la industria pesquera está buscando expandirse y está apuntando a la única especie en la que se basa prácticamente cada animal en la Antártida.
El krill es un pequeño crustáceo parecido al camarón que es el eslabón
más importante en la cadena alimenticia y asegura la supervivencia de la mayoría de los animales del continente. Sin krill, la mayoría de las formas de vida en la Antártida desaparecerían.
La colonia de pingüinos Aptenodytes forsteri, también conocido como emperador o rey, es la de mayor tamaño y peso de todos en la especie. El macho y la hembra son similares en plumaje y tamaño y pueden superar los 120 centímetros de alto llegando a pesar entre 20 y 45 kilos.
El cambio climático ya está amenazando a las poblaciones de pingüinos y ballenas del sur. Ahora la industria pesquera le está quitando su alimento.
El cambio climático ya está amenazando a las poblaciones de pingüinos y ballenas del sur.Ahora la industria pesquera le está quitando su alimento.
Espectacular colonia de lobos marinos en la Antártida. Uno de los objetivos de la expedición es asegurar la vida de éstas especies.
Una de las maravillas postales de la Antártida, la colonia de Pingüinos Rey que habita en el frío continente blanco. La idea de proteger la zona marítima implica también cuidar a esta especie.
El barco de Greenpeace Arctic Sunrise en la Isla 25 de Mayo (también conocida como King George), rumbo a una expedición para lograr el área protegida más grande del planeta.
El periodista Ian Rubina del New York times y el piloto Kenneth Lowyck sentados en la cabina de un sumergible que está siendo trasladado de regreso al barco el Arctic Sunrise, en la isla de Livingston, en la Antártida.
La científica Susanne Lockhart, bióloga antártica, y el piloto de submarinos John Hocevar, director de Océanos de Greenpeace EEUU, bajan sentados en un sumergible punto de ser lanzado desde el barco Arctic Sunrise.
La estrella de plumas antártica, o Promachocrinus kerguelensis, se encuentra aproximadamente a 300 metros de profundidad en el Estrecho Antarctic. Allí la ONG realiza investigaciones científicas desde naves sumergibles para brindar pruebas que apoyen la propuesta de crear el área protegida más grande del planeta, un Santuario del Océano Antártico.
Fotos: Roie Galitz y Christian Åslund.
LEA MÁS: