Los vecinos de Vicente López se vieron sorprendidos al observar que un ombú ubicado en la calle Gaspar Campos al 200 fue derribado "sin informar previamente a la comunidad", según afirman desde la Asociación Fundadores y Pioneros de ese partido bonaerense.
La novedad causó ese impacto ya que se trata de un ejemplar con un sentido histórico para los vecinos. El "Ombú de las Morales" estuvo por más de 500 años a pocas cuadras de Avenida del Libertador y desde la asociación lamentan que fue "extraído de cuajo", a pesar de que "todos los testimonios de los últimos meses indican que estaba bien en pie, fuerte y como siempre se lo había visto", indicó Claudio Negrete, presidente de la asociación.
Desde el Municipio de Vicente López se defendieron ante las acusaciones. Explicaron que especialistas de la Universidad de Buenos Aires hicieron un análisis biológico del árbol y diagnosticaron que estaba enfermo: tenía un hongo en la raíz y ya se encontraba sin vida. En su argumento, describieron que fue retirado por recomendación de los profesionales y por seguridad de los vecinos de la zona. Y agregaron que ya fue plantado un nuevo espécimen, derivado del ombú extraído.
Por su parte, Negrete relató el drama de la pérdida de un árbol preciado por su significación y su longevidad: "No es solo una pérdida histórica de Vicente López, fue una mutilación de un patrimonio nacional, un testigo de nuestro proceso emancipatorio ya que todos los que iban hacia el norte del país, incluidas las tropas, lo tenían de referencia y se cobijaban en él". El presidente de la entidad reclamó, a su vez, que se inicie "una investigación, porque alguien dio la orden de hacerlo y sin informar previamente a la comunidad".
El "Ombú de las Morales" lleva su nombre debido a que en el siglo XIX el territorio del actual municipio era tierra perteneciente a la familia Saavedra cuidada por la familia Morales que vivía en un humilde rancho en un lugar rodeado de grandes y copudos ombúes. A 20 metros de allí estaba el frondoso ombú en cuestión que servía de referencia y de descanso para quienes a caballo, carreta o dirigencia se dirigían al norte. Fallecido el padre de la familia, empezó a decirse que las mujeres Morales eran personas muy amables, que el ombú era una parada obligada para tomar sombra y refrescarse con agua.
Desde la Asociación Fundadores y Pioneros expresaron con dolor que "hoy solo queda un espacio vacío, sin sombra, con un retoño de ombú que intenta algo imposible como es reemplazar al histórico, que fue talado".