Un hombre mayor se pone el casco de realidad virtual y se para algo dubitativo sobre la tabla en Playa Grande. Se prepara para surfear por primera vez, aunque esté a unos 100 metros del mar. Empieza a sacudirse y a contorsionarse, de afuera la escena provoca algunas risas, pero el protagonista no las escucha. Está ocupado subido a una ola en un campeonato mundial de surf en Indonesia.
"Ya nos pasó dos veces que dos señores grandes se nos pusieron a llorar emocionados", le cuenta a Infobae uno de los organizadores de la experiencia, Juan Servente, que no deja de sorprenderse por las reacciones que despierta la realidad virtual en Playa Grande.
"Tenemos la realidad virtual, los chicos se ponen un casco y surfean una ola en Indonesia, una ola que es real, de un torneo de surf profesional y la gente se va con esa sensación, la de haber surfeado la mejor ola del mundo estando acá en Mar del Plata", explica Servente, mientras atrás suyo una chica con las gafas y los auriculares puestos, se agacha hasta el límite de sus posibilidades para mantener el equilibrio arriba de una tabla que está quieta.
El simulador es gratuito y el único requisito para usarlo ser mayor de 18 años. El experimento, que intenta acercar a cualquiera la experiencia de subirse a una ola, se da en el marco de la consigna "take a break", tomarse un recreo, y es por eso que también distribuidos por el lugar hay sillones, sillas, pufs y reposeras. Cada tanto pasan corriendo en trajes de neoprene y con una tabla bajo el brazo algunos de los chicos a los que la realidad virtual no les alcanzó y quisieron vivir la experiencia de primera mano.
El surf nació entre las décadas del 30 y el 40, pero fue en los 60 que llegó a la Argentina. Desde un primer momento Mar del Plata se convirtió en sede principal del deporte a partir de las características del viento, que hace que en esa parte de la costa las olas sean ideales para practicarlo.
En Playa Grande está la Escuela de Surf Mar del Plata que funciona desde las 6 de la mañana a las 17.00 y les enseña a chicos desde los 3 años hasta a adultos. El valor es de 300 pesos por clase y se provee al alumno de todos los materiales (tabla y traje).
Contrario a lo que puede pensarse desde el sentido común, los instructores no titubean a la hora de afirmar que "cualquiera puede surfear". No es necesaria una gran preparación física, ni acudir a lugares exclusivos, casi todas las playas marplatenses cuentan con una escuela de surf y las clases se adaptan a las necesidades de cada alumno.
Los expertos recomiendan un mínimo de entre 3 y 5 clases para manejar la técnica, aunque admiten que la mayoría logra pararse en la tabla el primer día. Pero ese es sólo el comienzo.
Stund Up, surf alternativo
La práctica del Stand Up, cada vez más de moda, es otra de las alternativas que ofrecen las escuelas de surf. Esta variante consiste en pararse arriba de la tabla y utilizar un remo para desplazarse, como si se tratara de un bote o un kayac.
El correcto uso del remo se vuelve vital y es por eso lo primero que se aprende. Esta opción necesita de condiciones muy diferentes a las del surf tradicional. Mientras que este último necesita de olas, el Stand Up se lleva mejor con el mar sereno.
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