"En 1998 mi papá -José Maluccio- comenzó con este proyecto, una obra arquitectónica que aún no está terminada, inspirada en los grandes palacios renacentistas venecianos. No es un castillo, aunque parezca; es un palacio", resalta el dueño y creador Augusto Maluccio a Infobae.
Imposible no detenerse a apreciar su inmensidad. El 'Palacio Augusto', como fue bautizado por su ideador en honor a su hijo, se destaca entre los enormes eucaliptos icónicos de Pinamar. Emplazado en una zona exclusiva, la calle Martín Pescador entre Sirena y Libertador, muy cerca del centro y a solo tres cuadras de la playa, rompe con los esquemas arquitectónicos de la zona. En temporada alta es un verdadero punto de atracción para curiosos. "Hay días que le toman en promedio más de 50 fotos, algunos se animan casi a apoyarse en la ventana", relata Maluccio atónito ante el magnetismo que trasmite su obra.
Son 500 metros cuadrados cubiertos en un importante terreno de casi dos mil metros. Una edificación dividida en tres plantas con una disposición muy particular por sus múltiples ingresos y sus terrazas.
En la planta principal, a la que se ingresa desde la calle, un amplio espacio de recepción, living, comedor. En otra de las plantas, lo que también podría ser el subsuelo si se toma como referencia la fachada, se dispone de una bodega y sótano que conecta hacia el jardín con pérgola y fuente de agua. En el último nivel, las fastuosas suites ambientadas con objetos de época que fueron restaurando sus dueños.
Con hermetismo absoluto, Maluccio solo permite el ingreso de "amigos". "Es impresionante y no te puedo contar todo lo que esconde", comentó tratando de reguardar la privacidad. "Hay de todo, porque se me ocurren ideas nuevas todo el tiempo", agregó. Pasillos extensos, desniveles, una azotea, habitaciones conectadas, y hasta "escondites", son algunas de las características de esta singular edificación.
El estilo que se refleja en su fachada también se mantiene por dentro, explica desde majestuosas arañas de época, canillas de bronce, pasando por alfombras hasta antigüedades restauradas que fueron adaptadas.
La vista no alcanza para recorrer cada detalle ornamental de su edificación: murales, arcos de época, balcones, aperturas. Una verdadera expresión del arte gótico "Cada año avanzamos un poco más, durante 2017 finalizamos coronamiento de 40 metros del balcón principal, un minucioso trabajo artesanal", sostuvo.
"Todas las piezas ornamentales y los miles de detalles que posee fueron realizadas de forma manual por nosotros. Hay una importante inversión en cuestión de materiales para lograr su mística", confesó. Augusto vive todo el año en Pinamar y le dedica en promedio 9 a 10 horas a su pasión.
La ubicación no fue elegida al azar. "Para un proyecto así la localización es fundamental. Necesitábamos un lote que permitiera destacar todos los frentes y desde aquí la vista al mar es única", resaltó.
En proceso, los planes para el 2018 son ambiciosos, la familia Maluccio desea construir una imponente pileta de borde infinito en la terraza superior con vista al mar. "La tercera planta es la que necesita más dedicación, queda mucho aún, pero no tengo una fecha de finalización, voy avanzando por etapas, y a medida que voy trabajando van surgiendo nuevas ideas", explicó.
No tengo una fecha de finalización, voy avanzando por etapas y a medida que voy trabajando van surgiendo nuevas ideas
—Entonces, ¿cuál es tu rincón preferido?
—Todos, imposible elegir. Estoy muy conforme, superó todas mis expectativas. Lo que no puedo creer es el magnetismo que tiene, no sé por qué y mirá que todavía falta mucho.
—Frente a la popularidad de tu obra, ¿pensás abrirla al público?
—No. Por ahora solo busco recibir a conocidos y es de uso exclusivo privado. A los curiosos, que usen su imaginación.
FOTOS: Diego Medina y Facebook
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