Un barco a la deriva y sin tripulantes apareció este viernes navegando sobre el río Paraná, ante la mirada atónita de vecinos y pescadores de la ciudad de Corrientes.
Tras horas de diversas versiones sobre el curioso descubrimiento, la delegación correntina de Prefectura Naval Argentina salió a explicar que no era un barco, sino "el casco de un buque cuya construcción nunca finalizó".
Se trata de la carcaza de un barco UROS-Z que estaba amarrado en el Astillero Corrientes S.A, en el kilómetro 1.200, y apareció encallado en el Camping municipal de Empedrado, en el kilómetro 1.142, al sur de la capital provincial.
En un principio, y ante el temor de que pudiera ocurrir un accidente, desde la fuerza recomendaron a pescadores y curiosos que "no se acerquen ni se suban" a la embarcación.
Más tarde se supo que el gigante de 107 metros de eslora, 14,5 metros de manga y 6,70 metros de puntal, avanzó durante 58 kilómetros hasta detener su marcha contra un banco de arena.
Según informaron medios locales, el Uros Z es un barco sin terminar construido desde 1993 como tanque químico de casco simple. La obra se paralizó en el año 2000, según consta en los archivos de historia y arqueología marítima.
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