La cerveza artesanal en Mar del Plata experimenta un "boom" que si bien poco a poco empieza a advertirse en otros barrios, tiene como médula espinal una calle en particular: Olavarría. Ahí es donde se aglutinan la mayor cantidad de cervecerías de la ciudad balnearia y a partir de las 18 un lugar de encuentro para locales y turistas.
No pasaron 15 minutos desde que la cervecería Antares -ubicada en Olavarría entre Garay y Rawson- abrió sus puertas, que la mayoría de las mesas ya están ocupadas. Si hay sol los recién llegados buscan primero las de afuera, después se llena el salón y a sólo una hora de la apertura ya hay lista de espera.
La escena se repite en la gran mayoría de las cervecerías que se suceden a lo largo de Olavarría desde Roca hasta Rawson: Cheverry, Ogham, Glück, Brewhouse o La Paloma Brewing Company. Locales abarrotados de gente y canillas que no dan abasto y sirven una tras otra pintas de los distintos tipos de cerveza, clásicos o de la casa.
Los precios durante el Happy Hour, las horas felices de las rebajas, que va desde las 18 y hasta las 21, comienzan en el orden de los $55 los más económicos y suben después de ese horario a un promedio de $90 la pinta, aunque dependiendo la variedad y el lugar el precio puede ascender hasta los $105.
Ubicados sobre la misma calle cada lugar tiene su propio estilo. La Paloma Brewing Company invita con mesas grandes y una decoración moderna, un frente de chapa y ambiente descontracturado. Ogham, como el origen de su nombre lo indica, se vuelca a un estilo irlandés, una casa antigua, mucha madera y luces bajas.
En los últimos años la industria de la cerveza artesanal, especialmente en Mar del Plata, creció junto con un paladar que fue cambiando. Hoy las variedades Kolsch, Scotch, Porter, Honey, Barley Wine, Stout o IPA, sólo por citar algunos, son conocidos por la mayoría de los clientes y para los que no, todos los locales se aseguran que sus mozos estén a la altura de las circunstancias y sepan recomendar la mejor opción.
Con la tendencia cambiaron inclusive las cartas de las casas de cerveza, que hoy se dividen en grillas donde no sólo se encuentra la variedad sino también detalles pormenorizados del sabor, el porcentaje de contenido alcohólico, el IBU (amargor) o el OG (densidad original por sus siglas en inglés), detalles inimaginados hasta hace pocos años.
La tendencia no es casual, tuvieron que modificarse varias reglamentaciones para que hoy en Mar del Plata se viva un verdadero auge de la cerveza artesanal. La ciudad cada vez suma más productores que puede que sigan llenando de locales calle Olavarría o como ya está sucediendo en otros barrios de La Feliz, den lugar a nuevos paseos cerveceros.
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