Natalia Vargas, de 28 años, volaba en parapente a 120 metros de altura en Tucumán. La experiencia terminó en tragedia ya que, por razones que todavía se intentan determinar, la joven cayó y murió .
La mujer fue intensamente buscada este viernes en el cerro San Javier y finalmente su cuerpo fue encontrado a 200 metros de distancia de la pista de despegue.
Ella amaba la vida y es imposible que haya tomado la decisión de soltarse. Tampoco creemos que haya sido un ataque de pánico
Las primeras versiones difundidas por los medios locales indicaban que la joven sufrió un ataque de pánico mientras volaba en el parapente. Sin embargo, más tarde familiares y allegados rechazaron esa posibilidad y también negaron que se haya tratado de un suicidio: "Ella amaba la vida y es imposible que haya tomado la decisión de soltarse. Tampoco creemos que haya sido un ataque de pánico", dijo Ana Corres, una amiga íntima de Vargas.
Además, su amiga aseguró que la joven fallecida "ya había volado en parapente otras veces".
El periodista tucumano José Inesta explicó en TN que "no hay registros de que alguna vez haya pasado una cosa como esta, porque los parapentes tienen diferentes arneses de seguridad. No se explica cómo se soltaron todos".
Por otro lado, señaló que la Justicia provincial ya pidió que se secuestren las cámaras que suelen usarse para grabar la experiencia del vuelo. "Esa cámara va a ser fundamental, ya sea la del instructor o de ella misma".
Este sábado se realizarán rastrillajes en la zona del cerro donde cayó el cuerpo en busca de alguna pista que ayude a determinar qué fue lo que ocurrió.
Vargas era médica y realizaba la residencia de su carrera en Alemania, pero había regresado a Tucumán para pasar las Fiestas, agregó La Gaceta.