El calor no sólo se siente, ya marcó un récord en la ciudad de Buenos Aires. A menos de una semana de que termine el año el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ya informó que se verificó la temperatura media anual más alta de la historia en la Capital. Según los climatólogos, será de entre 18,7ºC y 18,8ºC, esto es tres centésimas más que en 1997 y 2008.
"Esto marca ya una tendencia que se suma al invierno más cálido en la Ciudad que también se produjo este año. En toda la Argentina estamos en una situación similar y seguramente este año será el más cálido o va a estar entre los tres más calurosos", indicó Ignacio López Amorín, vocero del SMN.
El experto dijo, además, que podríamos estar atravesando la primera ola de calor del verano si, tal como se pronostica, se mantienen altas las temperaturas mínimas y máximas hasta el sábado. "Podríamos llegar a registrar el primer fenómeno de ola de calor. El sábado está previsto que baje la temperatura", indicó López Amorín.
Las temperaturas extremas se sufren en todo el país y, como se dijo, podría haber también registros récord aunque para que sean oficiales hay que esperar hasta el primer día de 2018. Hasta ahora el registro más alto se detectó en 2012, con una temperatura media de 16,8ºC (la media histórica es de 16 grados).
Según el pronóstico extendido emitido por el SMN, que hoy renovó su sitio web, para el norte y centro de la Patagonia se espera una temperatura media superior a la normal; para las provincias del NOA, Cuyo, sur de la Patagonia y todo el centro-este del país, se espera una temperatura superior a lo normal o normal y en la región del Litoral se esperan valores normales o superiores a los normales.
López Amorín explica que esta variabilidad climática suele estar asociada a la aparición tardía de la corriente oceánica La Niña. "En los años en los que el fenómeno de La Niña empieza en enero (normalmente empieza a fines del invierno) será débil y de corta duración ya que se prolongaría hasta abril. Pero, cuando esto sucede los veranos empiezan más tarde y terminan más tarde, lo que significa que podríamos tener una circulación atmosférica que favorezca las altas temperaturas hasta fines de marzo o abril", pronosticó.
Estos registros récord no sólo se dan en la Argentina. Es probable que las temperaturas globales de la tierra y los océanos de 2017 terminen figurando entre los tres años más cálidos jamás registrados y se prevé que 2017 sea el año más cálido sin estar asociado al fenómeno de calentamiento de El Niño, pero directamente relacionado con el cambio climático.
Así lo indicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que publicó hace una semana que los primeros 11 meses del año fueron los terceros más cálidos desde que se tienen registros, por detrás de los de 2016 y 2015, y, según la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera, las temperaturas de la mayor parte de la superficie de la tierra y los océanos fueron más altas de lo normal. "La cubierta de hielo marino del Ártico y la Antártida siguen estando en niveles mínimos casi sin precedentes", sostiene el organismo internacional.
En la versión provisional de la Declaración sobre el estado del clima mundial de la Organización Meteorológica Mundial se afirma que de enero a septiembre de 2017 se registró una temperatura media global de aproximadamente 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales. Como consecuencia del intenso episodio de El Niño, es probable que el año 2016 continúe siendo el más cálido del que se tenga registro, con 2017 y 2015 en segundo y/o tercer lugar, respectivamente. El período de 2013 a 2017 será el quinquenio más cálido jamás registrado.
La Declaración de la OMM, que abarca el período comprendido entre enero y septiembre, se publicó el día de la inauguración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Bonn.
"Los últimos tres años han estado entre los tres años más cálidos en cuanto a registros de temperaturas. Es parte de la tendencia al calentamiento a largo plazo", dijo el Secretario General de la OMM, señor Petteri Taalas. "Hemos sido testigos de fenómenos meteorológicos extraordinarios, temperaturas que han llegado a 50 °C en Asia, huracanes sin precedentes en el Caribe y en el Atlántico que han llegado hasta Irlanda, devastadoras inundaciones monzónicas que han afectado a muchos millones de personas y una sequía implacable en África oriental".
En 2016 se desplazaron 23,5 millones de personas como consecuencia de desastres de origen meteorológico. En línea con años anteriores, la mayoría de esos desplazamientos internos estuvieron relacionados con crecidas o tormentas y se produjeron en la región de Asia y el Pacífico. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Somalia ha habido más de 760 000 desplazamientos internos.
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