El futuro de Matías Messi, el hermano del astro del Barcelona, se empezó a definir en las últimas horas de este lunes. Mientras se espera que el joven reciba el alta en el Sanatorio Parque, una audiencia cautelar resolvió que cumpla casi dos semanas de prisión domiciliaria en la causa que lo investiga por portación de arma de guerra.
Según informaron los medios de Rosario, el hermano mayor del mejor jugador de la Argentina compareció en una audiencia por el delito de "portación de arma de guerra en calidad de autor" en el propio hospital.
La carátula fue impuesta hace ocho días por el fiscal de la Unidad de Flagrancia, José Luis Caterina, tras haber sido hallada en la embarcación que viajaba a la deriva una pistola Bersa 380 con seis proyectiles y con aptitud para el disparo.
En un incidente que todavía no fue aclarado, Matías Messi debió ser operado de traumatismos en el paladar, mandíbula y rostro en el Sanatorio Parque. A raíz de la presentación del fiscal, el juez de la etapa preparatoria, Andrés Donnola, aceptó la carátula y, por lo tanto, dictó la prisión preventiva para Messi hasta el 23 de diciembre.
El juez decidió que Messi pasara las casi dos semanas bajo una prisión domiciliaria y que su padre, Jorge, sea el garante de la misma.
Así, pareció resolverse la incógnita sobre el alojamiento del rosarino durante el cumplimiento de su prisión preventiva.
Los abogados de Messi, Ignacio Carbone y Froilán Ravena, habían advertido el viernes la posible atenuación de la causa con el fin de evitar que el hermano del futbolista fuera a una cárcel común.
En un momento se pensó que la decisión de Donnola podría haber quedado sujeta a la recomendación de los especialistas médicos que trataron al hermano del futbolista. Uno de los temas de debate era el de los riesgos de infección debidos a su lugar de alojamiento.
Además, como medida protocolar, se le realizó a Matías Messi una extracción de sangre para corroborar si la sangre encontrada en la lancha donde viajaba le pertenece a él o si corresponde a otra persona.
A la cita acudieron también los fiscales de la Unidad de Cibercrimen y Arma de Fuego, Matías Ocariz y Lucas Altare, mientras que se espera que en la audiencia también esté presente el padre de la familia, Jorge Messi.
No es la primera vez que Matías Messi sufre inconvenientes con la Justicia respecto a la portación de armas de fuego. En 2008 fue detenido por llevar un arma en la cintura y fue sobreseído de la causa por portación ilegal por falta de mérito. En tanto, en 2015 le secuestraron una pistola calibre .22 sin autorización y debió realizar tareas comunitarias en el Club Deportivo Leones.