Una hora antes del comienzo de la cumbre de la Organización Mundial de Comercio, Marcelo Srur llegó al Centro de Convenciones con su impecable uniforme blanco. El jefe de la Armada está bajo fuego desde la desaparición del submarino ARA San Juan, y en silencio se sentó en la zona asignada a los comandantes de las Fuerzas Armadas.
Srur estaba con la mirada perdida en el vacío cuando aceptó hablar con Infobae y otros periodistas que estaban cubriendo la apertura de la OMC.
El almirante reconoció que los rusos editan la información antes de enviarla a la Armada, que los americanos sólo entregan fotografías y que "piensa" en celebrar una misa cuando se cumpla un mes de la desaparición del ARA San Juan.
Frente a la pregunta concreta sobre la posibilidad de encontrar al submarino, el jefe de la Armada fue escueto: "Es difícil", dijo.
A continuación, el reportaje al almirante Srur:
—¿A qué profundidad operan los sumergibles rusos?
—Los sumergibles rusos están trabajando a 800 metros de profundidad…
—¿Cómo es el mecanismo de transmisión de la información?
—Los rusos en particular, lo manejan ellos. Y se nos complica muchísimo…Lo procesan, y ellos se comunican con tierra. Lo analizan, y después nos dan la información.
—¿Ustedes tienen que hablar con el agregado naval ruso para que les den la información?
—Analizan ellos, con la gente de tierra que están en Comodoro (Rivadavia), y después ellos se comunican con nosotros.
—¿Hoy se publicó en La Nación (por ayer domingo) que un analista americano determinó que la explosión terminó con la vida de los 44 tripulantes. ¿Es fantasía…?
—Tenemos que ser muy claros con toda esa información. Lo que salió es un estudio de un analista, en base a lo que pasaron los austríacos…
—¿Ese análisis es oficial?
—Para nosotros no es oficial. El análisis lo hizo un retirado, un vicealmirante, especialista en acústica submarina, que salió publicado en internet.
—¿Qué posibilidades reales hay de encontrar el submarino?
—Es lo que está pasando ahora. Se detecta con los medios de superficie alguna anomalía magnética, y el que está en su sector, es el que profundiza y manda su sumergible ROV.
—La búsqueda, entonces, ¿es difícil?
—Es difícil. Ustedes vieron las filmaciones. Son clarísimas. Y no era el submarino, era un pesquero lleno de un crustáceo que nosotros llamamos Diente de Perro. Eso te demuestra el tiempo en el fondo del mar: cuánto más grande, más tiempo estuvo la nave bajo el agua.
—¿Cómo se dividen las zonas entre los rusos y los americanos?
—(Se ríe a carcajadas). Y hay que dividirlos…
—¿Les dan unas coordenadas?
—Se les determina una zona, son rectángulos. Y trabajan con sus barcos y sus sumergibles.
—¿Es como la cortina de hierro, no cruzan sus áreas de influencia?
—Exacto. Si no se solaparían.
—¿Y los americanos tienen la misma calidad fílmica que los rusos?
—Yo no he visto filmaciones de los americanos. Sólo vi fotografías.
—¿Cuánto tiempo más van a buscar?
—Los rusos tienen que hacer combustible ahora…
—¿Tienen que regresar al puerto?
—Sí. Ellos no pararon: salieron de Rusia, llegaron y fueron directamente al área de operaciones. Necesitan hacer víveres, y que la gente por lo menos camine por el muelle. Es uno o dos días.
—¿Entonces, puede ser que se suspenda cinco días la búsqueda de los rusos…?
—Y tienen que hacer combustible.
—¿Y vuelven, hay un protocolo que implica que se tienen que quedar hasta las fiestas…?
—Aquí ya no hay protocolo, es búsqueda. Si mañana los rusos dicen que se van, se fueron.
—¿Se va a cumplir un mes de la desaparición del ARA San Juan, están pensando en un acto, una misa…?
—Estamos pensando en una misa. Esa es la idea.
Con esta última respuesta, el almirante Srur saludó y se volvió a su asiento en la segunda fila del Centro de Convenciones. Minutos después ingresaba Mauricio Macri, que debía abrir las deliberaciones de la cumbre de la OMC en Buenos Aires.
El Presidente y el almirante tienen una relación respetuosa, a pesar del peculiar manejo que hace la Armada de la información clasificada que guarda en Puerto Belgrano. Macri ya decidió y Srur sabe que está cerca del pase a retiro. Sucederá cuando aparezca el submarino, o cuando el Presidente asuma que ya es hora de iniciar una reforma a fondo de las Fuerzas Armadas.