En un histórico fallo que empezó a encauzar la solución para un conflicto que lleva más de 70 años, la Corte Suprema ordenó que la provincia de Mendoza, junto a La Pampa, deberá fijar en los próximos 30 días en caudal hídrico del Río Atuel apto para la recomposición del ecosistema que resultó afectado en el noroeste de La Pampa por las represas Los Nihuiles .
En el mismo fallo, el máximo tribunal ordenó que las dos provincias junto al Estado Nacional presenten un plan de obras para el uso de las aguas del Río Atuel. Fijó, para ello, un plazo de 120 días.
El conflicto es viejo. Ya a principios del siglo XX el caudal del Río Atuel empezó a mermar por la realización de obras y diques privados, pero en 1947 Mendoza encaró la construcción de la represa, lo que terminó asfixiando al noroeste pampeano.
Según el voto mayoritario del presidente Ricardo Lorenzetti y los ministros Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, el programa que deberán elaborar las provincias junto al gobierno deberá contemplar alternativas técnicas por las particularidades del río, los costos de la construcción de las obras y su modo de distribución entre los tres Estados. También deberá prever el aprovechamiento de los beneficios, las necesidades de las poblaciones vecinas, la defensa del acceso al agua potable, la participación de las comunidades originarias radicadas en la región y la actividad económica productiva.
Previo a expedirse sobre el fondo de la cuestión, la Corte admitió su competencia en la causa y rechazó la defensa de cosa juzgada planteada por Mendoza, cuyos representantes dijeron que se trataba del mismo tema en el que la Corte ya se pronunció en 1987.
Una vez conocido el fallo, Verna y Cornejo enviaron pedidos formales de reunión al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para dialogar sobre el conflicto.