No se registró una segunda señal sonora en el submarino ARA San Juan. Quedó ratificado que el 15 de noviembre se detectó una explosión a raíz de los registros sonoros de un "evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear", hubo un eco de esa señal en las islas Georgias del Sur y la "fuente registrada fue aproximadamente 12 veces más enérgica que las armas de aire usadas en la prospección geofísica en el mar de Argentina".
Así lo reveló el último informe de la Organización de Control de Pruebas Nucleares (CTBTO) con sede en Viena, la institución que cuenta con una red de 11 estaciones sísmicas hidroacústicas en todo el mundo que verifican la realización de pruebas nucleares. Según indicaron a Infobae fuentes inobjetables de la Casa Rosada, el fin de semana el CTBTO realizó nuevas tareas de registro de la zona donde el submarino ARA San Juan emitió su último contacto y se revisaron todos los registros anteriores. Bajo la coordinación del secretario ejecutivo del organismo, Lassina Zerbo, el equipo de análisis hidroacústico que proveerá la información clave de lo que sucedió con el submarino sacó más conclusiones de las curvas y cuadros espectrográficos del 15 de noviembre.
La Cancillería, el Ministerio de Defensa y el embajador argentino Rafael Grossi, quien trabaja junto a los técnicos del organismo de Viena, recibieron el informe y bajo estricta reserva una fuente del Gobierno detalló los lineamientos centrales sobre la zona del evento anómalo identificada a 430 kilómetros de la costa, con un radio de 125 kilómetros, donde las profundidades varían desde los 200 hasta los 3000 metros.
El miércoles 15 de noviembre se detectaron esos registros sonoros a las 10:51. El último contacto entre el buque y la base naval se había registrado ese mismo día, casi tres horas antes del evento anómalo. El nuevo estudio del CTBTO confirma el hallazgo central de la tarea de análisis, descartando la posibilidad de una segunda explosión. Al mismo tiempo, el trabajo realizado por los científicos incluye significativas consideraciones acerca de la intensidad de la señal, relevantes para el análisis de la potencia del fenómeno impulsivo compatible con una explosión. Este informe se basó también en referencias a los datos recogidos de la estación de Tristan da Cunha, la que podría haber resultado relevante, pero no arrojó información operacionalizable. Además, incluyó referencias a un eco registrado en Georgia del Sur, pero se aclaró que no hay una estación hidroacústica allí sino que una señal rebotó, regresó y fue detectada.
El texto también incluyó referencias a las estaciones sísmicas ubicadas en el territorio argentino, cuyo flujo fue analizado, pese a no tratarse de instalaciones hidroacústicas, en virtud de su cercanía geográfica al fenómeno investigado.
El nuevo informe del CTBTO revisó los datos detectados en busca de señales relevantes en las estaciones del Sistema Internacional de Monitoreo (IMS). Por propia iniciativa, la organización con sede en Viena realizó un análisis de datos especializados de señales subacuáticas de estaciones IMS hidroacústicas para apoyar la búsqueda del submarino argentino ARA San Juan. Los resultados iniciales indican la detección de un fuerte evento impulsivo a las 13:51 del 15 de noviembre de 2017 (aproximadamente 3.5 horas después del último contacto informado con el submarino), en el área de la última ubicación conocida del submarino. El origen calculado de esta señal es Latitud: 46.1180 grados Sur, Longitud: 59.6880 grados Oeste. Las señales se detectaron en dos estaciones hidroacústicas IMS, a saber, HA10 Ascension Island y HA04 Crozet Islands. Los métodos utilizados hasta ahora incluyen el análisis cepstral, varias técnicas de correlación de señales y la comparación de la intensidad de la señal con eventos pasados.
Según explica el CTBTO, se examinaron "un gran número de señales de estaciones de toda la región, se implementaron varios scripts de búsqueda y se revisaron los resultados intermedios". A última hora del 22 de noviembre el foco se concentró en una señal de interés originada en el área donde se informó el submarino por última vez. Su análisis fue refinado en la mañana del jueves (23 de noviembre) cuando la información inicial sobre esta señal fue transmitida a la Misión Permanente del Gobierno de Argentina en Viena, y en paralelo publicada en el portal web seguro de la CTBTO, accesible para usuarios autorizados de los Estados. Un breve resumen de este análisis y las acciones de CTBTO relacionadas con este esfuerzo se informaron en un anuncio de prensa. Desde entonces el análisis continúa.
Así, el informe señaló que "los resultados emergentes fueron la estimación continua del rumbo de las series de tiempo de hidrófonos recibidas en las estaciones H04S, H10N y H10S. La ruta geodésica correspondiente al rumbo estimado para cada estación se analizó para visualizar una posible intersección que indicaría la ubicación de un evento. Esta ubicación estimada y el tiempo de llegada de señal asociado se compararon con la ubicación asumida en función de la última comunicación con el submarino. La inspección de los datos se limitó a las señales que tenían una incidencia estimada dentro de las vinculadas a la ubicación de salida y destino".
El procesamiento de correlación de la información se registró entre las 14:58 y las 15:26 del 15 de noviembre. Y una tercera llegada tardía sonora se registró con "un reflejo de la pendiente de la Isla de Georgia del Sur ".
En tanto, los trabajos realizados durante los últimos cuatro días intensos por parte del CTBTO sostienen que "los niveles recibidos revelan que la fuente de la señal del 15 de noviembre fue aproximadamente 11 veces más alta que la pistola de aire utilizada en la prospección geofísica en el mar de Argentina. Esto a su vez implica que la fuente del 15 de noviembre fue aproximadamente 12 veces más enérgica que las armas de aire usadas en la encuesta". A la vez, no hubo resultados de ninguna señal asociada de las estaciones sísmicas IMS, incluidas las estaciones PS01 Paso Flores, AS01 Coronel Fontana y AS02 Ushuaia.
Según indicaron fuentes del Gobierno en contacto con la organización con sede en Viena, los nuevos registros y el repaso del "ruido" detectado en el submarino ARA San Juan confirmaron la explosión y no verificaron más señales posterior a ello.