Efectivos de Gendarmería Nacional, policías provinciales y federales, habían protagonizado el jueves un operativo para desalojar a los integrantes de la comunidad mapuche que ocupaban la zona de Villa Mascardi, a 35 kilómetros de Bariloche, donde ese sábado uno de ellos murió tras ser baleado con un arma de fuego.
El operativo terminó con cinco mujeres detenidas y alojadas junto a sus hijos menores en la sede de la Policía Federal. Frente al destacamento, un grupo de activistas mapuches reclamaron la liberación de los detenidos, en especial de los pequeños, quienes, según denunciaron, fueron precintados y permanecieron allí bajo custodia policial.
Policías federales custodian cinco tremendos delincuentes mapuches de 1, 2 y 10 años, retenidos, precintados e incomunicados con sus madres tras la represión a la comunidad mapuche del Lof Lafken Winkul Mapu en Bariloche.
Decime: ¿Quiénes son los terroristas? pic.twitter.com/HIjpyfuRLl— M. del Carmen Verdú (@LaNegraVerdu) 24 de noviembre de 2017
El desalojo del jueves fue ordenado por el juez federal Gustavo Villanueva, quien en las últimas horas había intimado a la comunidad Lafken Winkul Mapuque a abandonar esas tierras.
En total se desplegaron 200 móviles y 300 efectivos de las tres fuerzas, que llegaron al lugar a las 5:30. Según fuentes que participaron del operativo, unos diez mapuches huyeron hacia los cerros para escapara del operativo.
Según señalaron desde la lof, cuando este sábado estas personas "volvían de la montaña luego de resguardarse por días y proteger su integridad física en la 'mega cacería' que desplegaron el jueves los grupos especiales GEOP y Albatros de fuerzas federales con el apoyo aéreo de un helicóptero de Gendarmería Nacional", se enfrentaron con la Prefectura.
De acuerdo a la versión de las fuerzas federales, esta tarde fueron en busca de las personas evadidas, y mientras merodeaban la zona de los cerros fueron atacados a piedrazos por los mapuches. Luego de ello, según la misma versión, se originó un enfrentamiento armado que terminó con uno de los ocupantes fallecido -de quien no trascendió su identidad- y otros dos heridos (serían un hombre y una mujer).
Los ocupantes argumentan que los terrenos les corresponden por "derecho ancestral" y habían amenazado con "resistir".