Finalizar la tarea y lograr que el Sophie Siem -el buque remolcador de bandera noruega- zarpe se convirtió en una prioridad absoluta en el puerto de Comodoro Rivadavia. En parte, por la complicación que significaron las fuertes ráfagas de viento que se registraron durante la mañana, pero también por la confirmación por parte del vocero de la Armada , Enrique Balbi, sobre una explosión en la zona del rastrillaje del submarino Ara San Juan.
Consultados por Infobae, voceros de los marines norteamericanos indicaron que la delegación se queda "hasta que haya una notificación por parte del gobierno argentino, por parte de la Armada, hasta que ellos digan que se levanta la búsqueda". Eso de momento no ocurrió.
Es por ello que se continúa trabajando y en el puerto son las grúas y los operarios los que dominan la escena. Toda la maquinaria ya se encuentra en Comodoro y se comenzó el procedimiento para equipar el buque y salir hacia la zona donde se busca al submarino.
La tarea más difícil es el corte que se realiza en la popa para realizar una rampa que permita el deslizamiento del minisubmarino, la embarcación a control remoto que puede sumergirse a 600 metros y rescatar hasta a 16 personas. A las 13 de este jueves ya se podía apreciar el corte sobre uno de los laterales del barco.
Por su lado, Fabio Cambareri, director del puerto de Comodoro, destacó a Infobae la necesidad de complementar con mano de obra adicional a los soldadores, por la tarde serán aproximadamente 18.
Otro vocero de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, el capitán Héctor Alejandro, graficó el estado de situación: "Nuestra misión es salvar vidas. No hemos parado de trabajar. Tenemos una prioridad muy alta. No pararemos hasta que nos digan que paremos".