Si algo caracteriza a la capital chaqueña es la proliferación de esculturas, que casi la convierten en un museo al aire libre. Están por todas partes, no sólo en plazas o frente a edificios públicos, sino en cualquier vereda. Es parte de una tradición iniciada por el Fogón de los Arrieros -centro cultural, museo, café concert o todo a la vez– que se fue encarnando y ya es parte del carácter de la ciudad que, cada dos años, es escenario de una de las Bienales Internacionales de Escultura más importantes del mundo.
Vale la introducción para que se entienda que la ya acostumbrada agresión del ultrafeminismo a las catedrales argentinas -que se repite cada año en estos Encuentros de Mujeres- tiene en este caso una segunda connotación. La imagen de la Virgen que en la noche del domingo fue vandalizada en el frente de la Catedral de Resistencia, cuya puerta fue parcialmente quemada, es una obra de Fabriciano Gómez.
Ya en el primer día del encuentro feminista, el sábado 14 de octubre, la Iglesia había sido blanco de agresiones. Fue durante una marcha bajo el lema "Orgullosamente torta" (sic). Al pasar frente a la Catedral, ubicada en la plaza central de Resistencia, las feministas cubrieron las vallas que protegían el frente en previsión de vandalismos con lo que parecían ser toallas femeninas usadas, simulando sangre, y cantaron consignas contra el Papa y la Iglesia ("Vení Bergoglio, vení y mirá, las aborteras cada día somos más" y otras finezas por el estilo).
Pero al día siguiente por la noche, la cosa subió un grado más en violencia. Un grupo de organizaciones se desprendió de la columna principal de la marcha de las mujeres para quemar contenedores de residuos y hacer pintadas sobre el vallado frente a la Catedral.
El 32° Encuentro Nacional de Mujeres reunió, según cifras más realistas que las de las organizadoras, a unas 30 mil mujeres, lo que de todos modos es un número considerable que hizo colapsar la infraestructura local. Se realizaron 70 talleres temáticos en dos jornadas y en sitios que la provincia puso a disposición, como la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) o el Parque de la Democracia, donde tuvo lugar el recital de cierre.
Todo se desarrollaba por lo tanto normalmente hasta que vino el consabido ataque contra la Iglesia Católica por parte de una minoría exaltada pero que la organización de estos eventos parece nunca poder controlar. En este caso, incluso minimizaron el hecho, aclarando que "no se produjeron incidentes de consideración".
Sin embargo, algunos medios chaqueños informaron que de la "marcha paralela" participaron 5000 mujeres. La protesta derivó en quema de contenedores de basura en el frente de la Catedral hasta que las militantes lograron arrojar fuego por encima de la valla. La policía, que estaba en el interior del templo, sólo se asomó para apagar las llamas que empezaban a incendiar la puerta principal.
Fue en ese momento que arrojaron pintura sobre la figura de la Virgen que adorna el frente de la Catedral.
"Realmente estoy dolido porque los resistencianos hemos abierto las puertas a estas 28.000 mujeres" -dijo Fabriciano Gómez a José Viñuela, de Ciberperiodismo, quien estaba transmitiendo en vivo los incidentes y luego entrevistó al escultor, esa misma noche, mientras éste estaba constatando los daños causados a la escultura.
"No creo que sea la mayoría la que está haciendo esto -concedió Fabriciano Gómez-. Pero ¿por qué tenemos que aguantar esta agresión a nuestro patrimonio? No sólo han atacado la Catedral, también escuelas, instituciones, el monumento a Manuel Belgrano por ejemplo está totalmente empapelado y con pintura al aceite que le hace mucho daño a las esculturas. Ese es un dolor. Es la manera de actuar de ellas".
En diálogo con Infobae, José Viñuela, que cubrió todos los acontecimientos de este fin de semana, dijo que antes de la llegada de las participantes del Encuentro, los vecinos de Resistencia habían puesto carteles sobre las estatuas: "Cuidala", "Es tuya", etcétera.
Hay que decir que en esta ciudad, donde se crece entre estatuas, se ha generado una cultura que hace que el grado de vandalismo sea muy bajo, casi nulo, pese a que las esculturas están a la vista y alcance de todos.
Para colmo, el mármol de las estatuas absorbe la pintura al aceite, lo que daña mucho (Fabriciano Gómez)
Pese a estos pedidos, las manifestantes atacaron seis esculturas más, según reseñó Fabriciano Gómez, quien es además presidente de la Fundación Urunday, responsable de la organización de la Bienal de Esculturas de Resistencia. "Para colmo -insistió- con pintura al aceite que el mármol de las estatuas absorbe, para mañana ya habrá penetrado casi 5 milímetros. Es nuestro patrimonio, el que nos identifica, por eso me duele como ciudadano".
Fabriciano destacó también el accionar prudente de la policía de la provincia, que vigiló todo con discreción e incluso evitó el incendio de algunos colectivos por parte de gente que no ve con buenos ojos la realización del Encuentro de Mujeres en su ciudad.
Consultado acerca de la restauración de la estatua, Fabriciano explicó que llevará unos 45 días "porque es mármol de Carrara, la pintura lo penetra".
El vandalismo a la Catedral desencadenó otras violencias. Porque al día siguiente, por la tarde, hubo una convocatoria a través de las redes para una marcha en repudio a los ataques. Unas 300 personas marcharon alrededor de la plaza central de Resistencia donde se encuentra la Catedral. Nuevamente hubo violencia. Esta vez, por parte de ciertos participantes de la marcha de repudio que, cuando vieron que algunas mujeres todavía estaban en la plaza, empezaron a agredirlas violentamente, primero de palabra y luego arrojando piedras e incluso echándoles las motos encima. Un espectáculo lamentable, que también fue transmitido por Ciberperiodismo.
Aunque afirma que el detonante de todo fue el ataque a la Catedral, Viñuela quedó impactado por la violencia de la reacción de algunos de los que estaban allí supuestamente para condenar la violencia del día anterior… Hay que decir que ya había un alto contenido virulento en la convocatoria, contra las mujeres del Encuentro, como lo demuestran estos mensajes.
Otra cosa que impactó al periodista -que informó por igual los desbordes de uno y otro lado, fue que en varios momentos las organizadores trataron de impedir la cobertura del Encuentro y no del modo más amable. "Echaban a los periodistas de los talleres, al camarógrafo de Canal 9 le tiraron pintura en la cámara. Te miraban con odio y no te explicaban nada, te amenazaban".