En 2014 Rocío Giralt fue noticia al relatar el calvario al que fue sometida por su padre, un ex suboficial de la Armada, quien la violó cuando aún era una adolescente. Tras una larga lucha, el hombre fue condenado en Mar del Plata a 14 años de cárcel, aunque resultó beneficiado con prisión domiciliaria. El caso generó una gran conmoción y según denunció la joven, la propia fuerza encubrió en su momento al abusador.
Años después, Rocío volvió a ser víctima de violencia institucional y fue protagonista de una desagradable e insólita situación. Ayer, en horas de la tarde, la joven ingresó junto con Mariana Gómez, su esposa, a la estación Constitución de la línea C del subte. De un momento a otro, la pareja de Giralt fue agredida y detenida por la Policía de la Ciudad. Según denunciaron, el arresto ocurrió mientras las jóvenes se estaban besando.
Mariana fue trasladada, a pesar del llanto de Rocío y ante la mirada atónita de otros usuarios del servicio, a la oficina de la Policía porteña ubicada en la estación Boedo de la línea E. Según explicaron las autoridades, la mujer fue detenida porque estaba fumando en un sector no autorizado. Pasadas las 21, finalmente dispusieron su liberación.
Pero la detención, además de ser irregular, fue violenta. El momento fue filmado por un testigo y rápidamente viralizado en las redes sociales. En las imágenes puede observarse cómo dos agentes de la fuerza de seguridad arrastraron a Mariana, la pusieron boca abajo y la detuvieron. De acuerdo con la denuncia, los policías comenzaron a intimidar a las jóvenes, trataron de "pibe" a Gómez y luego la golpearon.
"Mariana se encontraba junto con su esposa en la estación de Constitución en Capital Federal besándose cuando fue interceptada por personal policial de la Policía de la Ciudad que bajo la excusa de que se encontraba fumando un cigarrillo (de tabaco e industrial) en un sector no autorizado la golpeó y la detuvo, en un claro ataque por su orientación sexual", denunció la Agrupación LGBTI 1969. La esposa de Rocío fue acusada de "resistencia a la autoridad y desacato".
Tras ser liberada, Mariana agradeció a las distintas organizaciones y colectivos feministas por el apoyo y la rápida difusión del caso en las redes sociales.