En la capital de Argentina se vieron interminables filas de exiliados en torno a los catorce centros de votación desplegados en diferentes ciudades del país para votar en el plebiscito convocado por la mayoría opositora en la Asamblea Nacional en repudio a la reforma constitucional que impulsa el régimen chavista. En las inmediaciones podían escucharse, entre otros cánticos: "¡¿Quiénes somos?! ¡Venezuela! ¡¿Qué queremos?! ¡Libertad!".
Mediante una masiva concurrencia, los venezolanos opositores al gobierno de Nicolás Maduro demostraron este domingo su posición en restaurantes, plazas, clínicas, iglesias y sedes de partidos políticos en más de 200 ciudades del mundo. La consulta no vinculante exige elecciones adelantadas y si bien puede no tener efectos inmediatos en la práctica, intenta ser una demostración de fuerza frente al endurecimiento del régimen chavista.
El plebiscito tuvo en Argentina centros de votación que abrieron desde las ocho de la mañana en las ciudades de Buenos Aires, Pilar, La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Neuquén y Tierra del Fuego.
A pesar del frío, en los cinco puntos de votación de la Capital Federal se vieron filas de hasta 10 cuadras, en las que venezolanos envueltos en banderas, llevando gorras amarillas, azules y rojas, o con la camiseta de su selección nacional, esperaron en medio de un clima distendido su turno para votar. Los centros estuvieron emplazados en los barrios de Palermo, Colegiales, Cañitas y calle Corrientes.
"Realmente es sumamente importante estar acá porque es el grano de arena que nosotros podemos poner estando tan lejos de nuestro país", expresó Ingrid Mogollón (30), que llegó en septiembre pasado a la Argentina. "Ninguno de nosotros quería dejar Venezuela, pero no tuvimos otra alternativa", sostuvo en diálogo con Infobae.
El plebiscito tiene lugar en medio de fuertes protestas, que ya llevan más de 100 días, y que se han cobrado más de 100 muertos debido a la feroz represión que el régimen ha desplegado para sofocarlas.
"El presidente de Venezuela quiere hacer una Constituyente, para con esto revocar el poder que tiene la Asamblea Nacional que fue elegida por los opositores que estamos en contra del gobierno. Estamos aquí para defendernos y no dejarlo destruir nuestra Constitución", sostuvo en diálogo con este medio Jeannie Montes (21), otra de las venezolanas que se acercó a votar a una de las dos sedes que hubo en el barrio de Palermo.
La puerta del centro de votación estuvo ubicada justo en la intersección de las calles Arévalo y Carranza. En la puerta colgaba una bandera de Venezuela que funcionó como cortina: del otro lado, cinco cuadras de personas esperaban pacientemente para poder dejar su voto.
Hasta esa esquina se acercó con su violín Héctor Gonzalez, que tras alzar la voz, presentarse y desear "que sus manos aguanten el frío", hizo sonar la canción "Venezuela" a la que varios de sus compatriotas acompañaron con el canto.
González fue caminando a lo largo de las más de cinco cuadras de fila, alternando entre sus distintas interpretaciones el himno venezolano, siempre rodeado de seguidores que lo secundaban: "…¡Abajo cadenas! gritaba el señor,y el pobre en su choza libertad pidió…" .
La Mesa de la Unidad Democrática convocó a esta consulta en la que los venezolanos deben responder SI o NO a tres preguntas: si rechazan la Constituyente de Maduro, si el Ejército debe cumplir con la Constitución vigente y si aprueba llamar a nuevas elecciones.
"Estamos acá porque queremos poner nuestro granito de arena, demostrarle al mundo que somos mayoría, que más del 90% de los venezolanos estamos en contra de Nicolás Maduro y de la Constituyente y que sólo queremos la libertad de nuestro país", explicó José Durán (36), envuelto por completo en una bandera de Venezuela.
Armando Milano tiene 27 años y hace sólo tres meses que está en Buenos Aires. Dejó en Venezuela a su esposa enferma y a su mamá, imposibilitado de costear la operación que su mujer necesita. Vino a la Argentina intentando poder ayudarla, lo hizo por tierra porque dice que "están cerrados todos los pasajes y las aerolíneas del gobierno no están dando boletos". Hoy comparte una habitación con otros venezolanos, mientras sueña con "volver algún día a un país libre" junto a su familia.
"La vida en Venezuela es triste, es triste tener que trabajar para sólo comer y ni siquiera poder comer, porque el sueldo no te rinde. Te dura para 10 días a veces y si además tenés una familia se hace imposible", dejó saber Armando, al que se le llenan los ojos de lágrimas en medio de tantos venezolanos que se acercaron hasta el centro de votación, y que dice que le dan "orgullo y felicidad" porque "están luchando por su país".
"Vamos en un acto de rebeldía y desconocimiento a un gobierno que va contra la Constitución (…) Un gobierno que viola las leyes", dijo por su parte este domingo Elizabeth Tinoco, coordinadora en una de las mesas de votación porteñas.
La actriz venezolana Catherine Fulop, que vive en Argentina desde hace ya 20 años, estuvo hoy también votando en la sede de Palermo. Anoche había pedido desde un programa televisión "que la gente de Venezuela que vive en el país vaya a votar". Y, señaló: "Es muy fácil, solo tiene que poner Sí, Sí y Sí" para intentar "que se vaya Maduro".
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Fotos: Nicolás Stulberg // Edición video: Thomas Khazki y Melanie Flood