Un colectivo volvió a ser escenario de la ola de inseguridad que se vive en el Gran Buenos Aires, aunque en esta oportunidad todo terminó sin ningún tipo de tragedia –como ocurrió en otras ocasiones– gracias a la rápida acción de un chofer, quien al ver que una mujer intentaba robarles a los pasajeros, decidió encerrarla dentro de la unidad para llevarla hasta la comisaría.
Todo ocurrió a bordo de un vehículo de la línea 440 que circula por la localidad de San Miguel. Una pasajera filmó el momento y lo publicó en su perfil de Facebook. Según relató, en una de las paradas se subió una gran cantidad de personas, entre las que había dos mujeres (una embarazada) y un hombre.
Las dos chicas abordaron al conductor para distraerlo y le consultaron sobre una dirección. El conductor se dio cuenta de que estaban intentando robarles a los usuarios del servicio e inmediatamente cerró la puerta del vehículo, dejando al hombre abajo y a sus dos cómplices arriba. La embarazada logró bajarse, mientras que la otra mujer quedó atrapada.
A los gritos, le exigió al chofer que le abriera la puerta y lo desafió a que la llevara a la comisaría. Para obligarlo, dijo que tenía la mano atrapada en la puerta. El hombre no accedió y se dirigió a una garita ubicada en la Ruta 8. Allí se subió un efectivo de la Policía local y la situación finalmente fue controlada. La sospechosa rompió en llanto y negó que estuviera asaltando a los pasajeros. Sin embargo, una testigo sostuvo que ya la había visto junto a sus cómplices mientras robaba en otros colectivos.
"La mina le dijo a la policía que estaba yendo a su casa y resulta que por el documento vive en Merlo. ¿Qué hacía en el 03, no?", se preguntó. "Una pasajera dijo que los vio hoy a estos en la parada del 203 de San Miguel y que le robaron el celular a un nene. Capaz la conocen. Cabe destacar que cuatro personas y yo nos quedamos para salirle de testigo al chofer, porque la verdad, se pasó. Mis aplausos a este chofer que se la jugó por todos", escribió la mujer en Facebook.
En las últimas semanas los robos y los violentos ataques contra los conductores de colectivo en distintas zonas del conurbano bonaerense fueron cosa de todos los días. El hecho más grave se registró en Claypole, donde un colectivero de la línea 514 fue asesinado de un tiro en la cabeza efectuado por un motochorro. En otros casos, las víctimas fueron cortadas, golpeadas y hasta amputadas. Lo cierto es que la situación se agrava y por el momento no hay una solución a la vista.