El sábado 3 de junio, Manuel Bermúdez, Alejandro Rodríguez y Víctor Prada se convirtieron en la segunda "trieja" legal del mundo. La palabra no existe en el diccionario de la Real Academia Española pero sí en el acta que firmaron y en su vida cotidiana: "No somos un trío sino una trieja. Un trío es sexual y una trieja habla de una familia", dice Manuel a Infobae desde Medellín, donde viven.
Manuel Bermúdez, que es comunicador social y profesor de la Universidad de Antioquia, vive con Alejandro desde hace 18 años. "Como él era tan joven, cuando nos pusimos en pareja acordamos que la fidelidad no era un asunto sexual sino un asunto de compromiso con el otro. Y que si teníamos aventuras sexuales no pasaba nada pero que si, alguna vez, llegaba alguien más a nuestras vidas que nos moviera el piso, entonces íbamos a hablarlo y a tomar decisiones". En el año 2000 se casaron "simbólicamente" porque aún no existía el matrimonio entre personas del mismo sexo el Colombia.
Cuatro años después de estar casados, Alejandro, que es licenciado en educación física y bailarín, conoció a Alex Zabala y se enamoró. "Y Alejandro vino y me planteó aquello que habíamos hablado. Me dijo: 'yo te quiero pero también estoy enamorado de otra persona'. Como dijo 'te quiero', pensé 'pues, ésto es muy raro'. No me está diciendo que me dejó de querer sino que está queriendo a alguien más. La decisión que tomamos desató esto que se llama poliamor".
Manuel dice que conoció al "tercero en discordia" pero que la discordia no existió. Al poco tiempo, también se enamoró de él: "De no ser así no habría funcionado", piensa. Y los tres vivieron juntos – "felices, sin celos, tranquilos"–, como una pareja de tres. Pero hace 4 años, uno de ellos conoció a Víctor.
"Y por supuesto que la cosa empezó por lo sexual pero lo importante es que Víctor llegó a casa y se enamoró del hogar que teníamos, de la familia. Y nos ganó: nosotros nos terminamos enamorando de él", cuenta Manuel. La relación, entonces, pasó a ser entre 4 varones.
Pero al año de haber conformado esa relación de a 4, uno de ellos, Alex, murió de cáncer en el estómago. "Los tres quedamos viudos" dicen. Lo que iniciaron fue una batalla legal para conseguir una pensión por viudez, que ganaron en primera instancia.
"Les explicamos a las autoridades que Alex no era una amigo, un amigo no duerme en tu cama durante 10 años. Nos dijeron que solía pasar que hubiera dos mujeres, una esposa y una amante, pidiendo una pensión por un hombre muerto. Pero que era la primera vez que dos hombres pedían la de un tercero" (Víctor quedó afuera porque no estuvo los años suficientes con el joven que murió para pedir derechos patrimoniales).
Y fue ahora, después de que la muerte los sorprendiera, que decidieron ir a un escribano y dejar asentada su "trieja" para que, si alguno moría, el resto tuviera derechos patrimoniales. "En la Constitución de Colombia dice que una familia está conformada por un hombre y una mujer y el fin es procrear. Pero en los grandes debates para lograr el matrimonio entre las personas del mismo sexo, la Corte Constitucional amplió el concepto de familia. Dijo: 'una familia es una asociación libre de personas, sin mencionar cuántas".
Por eso el escribano los reconoció como tres maridos y labró un acta en la que reconoció un "régimen patrimonial de trieja". Así se convirtieron en la segunda trieja legal del mundo (ya existe una en Brasil).
La fiesta fue el 3 de junio y eligieron a cuatro madrinas (una también por Alex, el integrante que murió). "Yo creo que lo importante es que rescatamos el amor. ¿Cuántas parejas se rompen porque aparece un tercero? Nadie se imagina cuánta gente, sin importar su orientación sexual, nos viene a hablar de su poliamor. Nos dicen que aman a dos o más personas o sienten deseos por otra persona, pero deben hacerlo de manera clandestina. Yo creo que lo importante es eso: hemos sacado al poliamor del clóset".