El misterioso final de París, la maestra que murió en una comisaría de Rosario

María de los Ángeles París, bibliotecaria de escuelas, fue a la comisaría 10° para hacer una denuncia. Pero a las tres horas apareció esposada y muerta en un cuarto del destacamento

Cuando se subió al taxi en la puerta del supermercado, después de un día más de trabajo como los de siempre, María de los Ángeles París (45) atravesó por última vez en su vida las calles suburbanas de Rosario. Probablemente no sabía que ya no volvería a ver a su hija, ni a los alumnos de su escuela y que los últimos rostros que iba a tener frente a sus ojos serían los de los policías de la comisaría 10°, que a casi dos semanas de aquella noche, todavía no pueden explicar su muerte.

El misterio condiciona el duelo de toda la comunidad educativa de Rosario. París, docente y bibliotecaria de dos escuelas públicas, murió el 3 de mayo en un pequeño cuarto de esa dependencia policial del barrio Alberdi. Ese dato, y que durante un tiempo estuvo esposada, son prácticamente las únicas certezas.

Qué había ido a hacer a la comisaría. Por qué eligió ese destacamento, que no estaba en el barrio donde vivía ni en el que trabajaba. Cuáles fueron las circunstancias que la llevaron a la muerte. Por qué los agentes la esposaron. Y finalmente: qué causó su muerte. Todo es incertidumbre.

Se presume que María de los Angeles llegó a la comisaría antes de las 22. Según fuentes de la Fiscalía a cargo de la investigación fue a denunciar un robo o intento de robo de "motochorros" y por alguna razón la mujer tuvo un "brote psicótico", que derivó en incidentes entre ella y los agentes. Las fuentes oficiales citadas por la prensa local indican que por eso alguien decidió esposarla y aislarla en una habitación de la comisaría hasta que llamaron a una ambulancia. Pero al llegar los médicos ella estaba muerta.

Nadie de su entorno cree demasiado en esa versión. Sobre todo por las irregularidades en el desempeño de la policía y la Justicia. La autopsia indica que murió por un "paro cardiorrespiratorio" pero el análisis se hizo sin peritos de parte. La investigación de la muerte está a cargo de la propia policía santafesina, involucrada evidentemente en la escena del crimen. De acuerdo con las declaraciones testimoniales, María de los Ángeles se fue de la comisaría, o huyó, y fue retenida nuevamente por los policías. ¿Por qué no la dejaron ir? Otro misterio.

Hasta ahora la familia pudo constatar que, tras salir de la escuela Técnica 464 (una de las dos instituciones donde trabajaba), María de los Angeles entró a un Carrefour y estuvo allí hasta las 20. Luego se tomó un taxi y minutos antes de las 22 llegó a la comisaría 10°, aunque ella vivía en el Barrio Cero, un lugar alejado de allí. También, que a las 22.09 la Policía llama al Servicio de Emergencias de Rosario (SIES) para avisar que tenían una persona con una crisis de nervios y luego volvieron a llamar a las 22.40 para decir que la situación ya era de un ataque cardíaco.

"A las 23 llaman a la familia para que vayan hasta la comisaría. Y los hermanos de ella llegan a las 23.30. María de los Ángeles ya había fallecido y estaba en el cuarto de la comisaría, pero no les dejaron reconocer el cuerpo", alertó el abogado Sebastián Sancevich a Infobae.

Según publicó el diario La Capital, la autopsia determinó que "no se detectaron lesiones en la zona del cuello y tampoco lesiones internas; y que la causa de fallecimiento en primera instancia sería un paro cardiorrespiratorio posiblemente generado por la ingesta de alguna sustancia", para lo que faltará un examen toxicológico (cuyos resultados suelen demorar hasta 90 días).

"Nunca tuvo actitudes de violencia en su casa. Era una madre soltera, tenía dos trabajos, todos los exámenes requeridos para ejercer la docencia estaban en regla", remarcó a Infobae Daniela Vergara, secretaria de Derechos Humanos del gremio docente Amsafe, quien la vio el 3 de mayo en la escuela técnica horas antes de su muerte.

La directora del Complejo Educativo Gurruchaga, Fabiana Digiovani, aseguró que París "lejos estaba de ser esquizofrénica; era una chica tan sensible que si uno levantaba la voz para retar a un grupo, a lo mejor se ponía a llorar. Totalmente lo contrario a lo que se dijo. Ella adoraba a los chicos".

La comisaría 10° está ubicada frente a una casa velatoria desde donde, aparentemente, algunas personas la vieron salir gritando contra el maltrato de la policía. Y también observaron cómo algunos agentes "la agarraban del cuello" y la hacían entrar de nuevo a la dependencia.

Para Sancevich, París murió privada de la libertad y la Policía no llevó a cabo ninguno de los protocolos establecidos para casos como estos, donde una persona tiene -presuntamente- un ataque de nervios. "No sabemos si fue objeto de tormentos, si hubo acoso, si quiso huir porque vio algo, no sabemos por qué se dio la supuesta crisis", aclaró el abogado de la APDH. Sin embargo, desde el ministerio de Seguridad provincial aseguraron rápidamente que no hay elementos para sospechar del accionar policial.

"Nos preguntamos qué pasó en esas tres horas entre que salió del supermercado y murió y si hay policías involucrados en esto. Recogemos de docentes que esa es una comisaría pesada, que podría pasar cualquier cosa", comentó a este medio Javier Almirón, secretario gremial de Amsafe.

Vergara recuerda a París como una docente muy activa. "Tenía mucho compromiso con los libros. Era de preocuparse mucho en armar proyectos de lectura. Hizo un curso sobre la Memoria y presentó un proyecto para trabajar sobre los libros censurados en la época de la dictadura", la evoca con nostalgia y tristeza.

"La conocí en la escuela. Siempre fue muy responsable y comprometida con sus tareas. Más de una vez planificamos juntas la hora del cuento. ¿Qué autor les gustaría más a los chicos y las chicas de los primeros grados? ¿Laura Devetach, Elsa Bornemann, Gustavo Roldán? ¿Se disfrazaría o haría títeres?", escribió en la web del gremio su compañera y amiga Betty Jouve.

El jueves los docentes de Rosario marcharán hasta la Plaza San Martín para reclamar el esclarecimiento de la muerte de María de los Angeles. "La familia tiene más dudas que certezas, y queremos resguardar la memoria de París", remarcaron en la APDH. El abogado Sancevich fue contundente en su impresión: "Es un claro caso de violencia institucional".