Cuando dijo que era transexual fue considerada una enferma "irrecuperable": ahora es subcomisaria de la Policía Federal

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Analía y Silvia están en pareja desde hace 31 años. Analía se casó siendo varón, hizo la transición y sigue con la misma esposa (Ministerio de Seguridad/ Sergio Koltan)
Analía y Silvia están en pareja desde hace 31 años. Analía se casó siendo varón, hizo la transición y sigue con la misma esposa (Ministerio de Seguridad/ Sergio Koltan)

Analía Pasantino ingresó a la Policía Federal en 1988. Todavía no había asumido su transexualidad así que pasó 20 años en la fuerza mostrándose como hombre. Estudió derecho mientras trabajaba, se recibió, y hace 9 años, cuando finalmente decidió hacer la transición, se encontró con dos situaciones inesperadas y opuestas. Una fue que Silvia Mauro, su mujer desde el secundario, decidió seguir siendo su pareja. La otra que la obligaron a retirarse de la Policía Federal: según distintos dictámenes, tenía una patología, era "irrecuperable" para la Fuerza y esa enfermedad podía equivaler a una discapacidad.

"No tengo palabras", dice ahora Analía (49) en la conferencia de prensa, cuando la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, le dice: "Doctora, bienvenida de nuevo". Y es que esta mañana en la sede del ministerio, en Recoleta, se hizo el anuncio formal: Analía Pasantino no sólo fue reincorporada a la Policía Federal sino que desde ahora será subcomisaria -un ascenso que también le habían negado-, se ocupará del área de Comunicaciones Judiciales y será asesora en temas de Diversidad dentro de las fuerzas. 

Roncaglia, Bullrich y Analía: “Bienvenida de vuelta”, le dijeron. (Ministerio de Seguridad)
Roncaglia, Bullrich y Analía: “Bienvenida de vuelta”, le dijeron. (Ministerio de Seguridad)

"Inicié mi transición en el año 2008, cuando hacía 20 años que era policía. Ni bien lo hice empezó una discriminación sistemática. Me negaron los ascensos y me otorgaron una licencia médica prolongada. Me tuvieron casi tres años de licencia hasta que emitieron un dictamen final", cuenta ella a Infobae. Y solo basta un detalle para medir el impacto que tuvo en ella ese dictamen: se lo acuerda de memoria: "Evaluado por trastorno de la identidad sexual. Dado el tiempo transcurrido, no operándose remisión de su patología, lo torna irrecuperable para la función policial. Evalúese discapacidad para vía civil de carácter parcial y permanente del 10%". 

La situación terminó con un retiro obligatorio en 2010. "Fue un desplazamiento ilegal. Se violaron normas y resoluciones. En 2011, por ejemplo, cuando Nilda Garré firmó una resolución para incorporar a las personas trans en la institución fui a pedir mi reincoporación. Me dijeron: 'Para vos no cuenta porque ya estabas retirada".

"Fue terrible", recuerda, a su lado, Silvia Mauro (51), su mujer, también abogada. Silvia se casó con un hombre pero decidió seguir siendo su pareja cuando ese hombre se convirtió en una mujer trans. "Por supuesto que no nos resultó fácil, imaginate que la conocí de un modo, fue cambiando y ahora es de otro. Pero yo decidí acompañarla porque igual la amo", dice. Silvia y Analía se conocieron en el secundario, están en pareja desde el 20 de abril de 1986 y son la excepción a la regla porque las estadísticas muestran que sólo un 2% de los matrimonios sobreviven a la transición.

"Yo siempre supe que algo andaba mal conmigo, no sabía qué era, me tiraba más lo femenino, pero no lo terminaba de entender. O lo entendía y lo negaba", cuenta Analía. "Y para Silvia no fue una sorpresa, porque la transición la fuimos haciendo juntas". Volver al Registro Civil para cambiar el nombre de varón por el de mujer en el acta de matrimonio, también fue un problema: en vez de cambiarlo llegaron a pedirles que se divorciaran y se casaran otra vez con el nombre nuevo. Era el año 2013, hacía 19 años que eran un matrimonio.

Silvia y Analía, de festejo, tras el anuncio. Analía volverá a la Policía Federal como subcomisaria.
Silvia y Analía, de festejo, tras el anuncio. Analía volverá a la Policía Federal como subcomisaria.

Pero más allá de los problemas administrativos, el gran problema era que la habían dejado sin trabajo. "Tuvo que pasar momentos muy duros, dictámenes terribles", dijo la ministra Bullrich. "Después, tuvo dos dictámenes favorables. Uno externo, de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (que es la institución con los estándares más exigentes para el personal con portación de armas), y otro de la Procuración. Los dos dijeron que era absolutamente apta, pidieron su inmediata reincoporación, y mostraron una calificación alta en su calidad profesional. Sin embargo, tanto la Policía Federal como los organismos internos del ministerio negaron eso"

Analía asiente: "Pasaron tres ministros en 9 años y nada, no había voluntad política. Hasta que llegó Mara y se abrió una luz de esperanza", dice, y le sonríe. Fue la llegada de Mara Pérez Reynoso, una mujer trans que se ocupa del área de "Diversidad y no discriminación" del ministerio, la que desenterró los expedientes y se tomó la reincorporación de Analía "como algo personal". Y fue ella quien -es evidente- empezó a hacer un trabajo fino en las cabezas de los demás.

(Ministerio de Seguridad de la Nación)
(Ministerio de Seguridad de la Nación)

Se nota cuando habla el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia: "La institución policial es un poco machista, pero hoy por hoy hay una apertura mental. Hay que aceptar que cada ser humano tiene la posibilidad de elegir su diversidad sexual. Acá estamos hablando de una función, de la idoneidad de una persona, no de lo que hace en la intimidad. Analía, sabemos que te preparaste mucho, que sos abogada y que te capacitaste en Derechos Humanos. Lo que pasó pasó, ahora miremos para adelante. Te vamos a recibir con los brazos abiertos".

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