El megafestival Lollapalooza, que congregó a casi 200 mil personas este viernes y sábado últimos en el Hipódromo de Palermo, tuvo atracciones de primer nivel rockero como Metallica, The XX, Rancid y The Strokes. También, algunos disgustos para sus asistentes. Los pungueos de carteras y teléfonos suelen ser un clásico en megaeventos de rock, rateros que roban y se pierden entre la multitud. La chance de recuperarlos es casi siempre nula.
Sin embargo, efectivos de la Comisaría 1° de San Isidro, parte de la Policía Bonaerense, detuvieron ayer a tres presuntos punguistas luego de recibir denuncias de robo de smartphones. El botín que llevaban les fue incautado: tenían 26 aparatos en una mochila.
Javier y Fabián Carabajal, acompañados de Matías Suárez, llegaron ayer al Lollapalooza a bordo de un Chevrolet Corsa para ingresar al predio y, precisamente, perderse entre la multitud de casi 100 mil personas. El modus operandi que se les atribuye era el típico del robo en festivales y eventos de gran concurrencia: tajeaban mochilas con una tijera de costurería mientras el espectador incauto estaba de espaldas. La Policía identificó a los tres presuntos ladrones, los siguió y los arrestó. El Corsa que conducían también fue incautado. La causa en su contra quedó en manos del fiscal local Patricio Ferrari.
La Bonaerense, por otra parte, implementó un estricto operativo de seguridad. Cada día, según fuentes del Ministerio de Seguridad provincial, trabajaron 850 efectivos entre divisiones motorizadas, caballería, Drogas Ilícitas y hasta canes olfateadores. Se implementó un destacamento móvil con helicópteros a disposición, en una tarea articulada con la Policía Federal.
Los Carabajal y Suárez no fueron los únicos detenidos: hubo otros dos arrestados por hurto y cayeron dos hombres que se encontraron en el festival y que estaban prófugos bajo un pedido de captura.