Fábula y verdad sobre los Rollos de Qumrán

Crítico del “danbrownismo académico”, el teólogo René Kruger analiza en “Un mundo en blanco y negro” el significado de esos textos para la comunidad que los ocultó en el desierto poco antes de ser aniquilada

Los rollos encontrados en las cuevas de Qumrán son el mayor hallazgo de manuscritos de los tiempos modernos

Desde el hallazgo, en 1947 y de modo casual por unos beduinos, de una serie de pergaminos y papiros ocultos dentro de vasijas en cuevas del desierto vecino al Mar Muerto, se elaboraron muchas hipótesis sobre su posible origen y también varias fábulas basadas en tergiversaciones y fantasías.

"Algunos aprovechan ciertos datos, los relacionan a su manera y se los venden al público ávido de noticias extravagantes", dice el pastor René Kruger (de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata), hoy retirado pero que por más de tres décadas fue profesor de Teología especializado en Biblia y en Historia en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (Isedet), y durante cinco años también de la Facultad de Teología de la UCA

El profesor Kruger acaba de publicar su tesis doctoral en la UCA, sobre el dualismo de Qumran, con el título "Un mundo en blanco y negro" y basada en el conjunto de textos de lo que alguien llamó el "mayor hallazgo de manuscritos de los tiempos modernos".

En esta charla con Infobae, explica el contenido de esos textos, quiénes fueron los esenios y por qué Jesús no puedo ser uno de ellos.

¿Qué son los manuscritos del Mar Muerto?

—La designación general de manuscritos del Mar Muerto o del Desierto de Judá abarca todos los textos descubiertos en distintos lugares (sobre todo, cuevas) de ese desierto de unos 18 km de largo y unos pocos de ancho en la costa occidental del Mar Muerto: Wadi Daliyeh (Papiros de Samaria), Qumrán, Masada, Wadi Murabba'at, Najal Ḥever, Wadi Seiyal, Najal Mishmar y Jirbet Mird. Aquí hablaremos solo de los rollos de Qumrán, que constituyen el mayor volumen de todo lo descubierto en aquel desierto.

Cueva 4 de Qumrán (foto: René Krüger)

¿Qué es lo que se encontró en Qumrán?

—En once cuevas en los alrededores de un complejo de ruinas se hallaron, a partir de 1947, algunos documentos bastante completos y un enorme número de fragmentos. Parte fue hallada por beduinos y parte por arqueólogos. En total son 931 textos, en miles y miles de fragmentos. De ellos, 225 pertenecen a libros que llegaron a formar el conjunto de la Biblia Hebrea. Casi el 80% de los textos no "bíblicos" está redactado en idioma hebreo (unos 565 textos) y un 20% en arameo (unos 120) textos. En cuanto al soporte, predomina absolutamente el cuero de cabra y de oveja. Se hallaron unos 95 textos en papiro, pero el papiro es mucho más frágil y se descompone más rápidamente que el cuero, su gran "rival" en la antigüedad.

¿Qué representan estos documentos?

—Esta enorme cantidad de documentos conforma a todas luces una misma gran biblioteca de una determinada comunidad. Fue la biblioteca de un grupo religioso judío instalado en un complejo edilicio a poca distancia de la ribera noroccidental del Mar Muerto. Ese grupo vivió allí desde mediados del siglo II a. C. hasta el año 68 d. C. La biblioteca contiene obras de muy diversos géneros literarios. Además de todos los textos que formaron la Biblia Hebrea, salvo el libro de Ester, hay textos extrabíblicos conocidos como "apócrifos" -Jubileos, Henoc y otros- y un gran número de autoría del grupo específico: reglas, textos haláquicos –de interpretación de la Ley judía-, literatura exegética, poesía religiosa -similar a los Salmos-, textos litúrgicos, escatológicos y "bíblicos" reescritos, narraciones legendarias, calendarios. El conjunto es literatura religiosa.

¿Está confirmado que pertenecían a los esenios?

—Desde que el sacerdote y arqueólogo Roland de Vaux propusiera esta hipótesis en 1959 debido a que los textos contenían información muy similar a la que brinda Flavio Josefo sobre este movimiento judío, se la aceptó. Hay un amplio conjunto de llamativas coincidencias entre las descripciones de los esenios hechas por Filón de Alejandría y Flavio Josefo por un lado y los datos que aportan sobre todo la Regla y también el llamado Documento de Damasco, por el otro, con respecto a la organización, la vida comunitaria, las costumbres y doctrinas de la comunidad de Qumrán. Ello permitió asignar los textos a los esenios, como dueños y también como autores y redactores. No hay argumentos convincentes contra la hipótesis esenia; en cambio, hay numerosos argumentos fuertes que la sostienen. Personalmente adhiero plenamente a este consenso de la hipótesis esenia. Los dos textos (la Regla de la Comunidad y el Documento de Damasco) que contienen reglas claras para la vida de la comunidad y suficientes elementos filosóficos, teológicos e ideológicos como para trazar su universo simbólico, tienen tantas coincidencias con las fuentes antiguas sobre los esenios que resulta demasiado fantasioso postular dos grupos diferentes con un 99 % de características iguales. Además, el autor Plinio el Viejo menciona el asentamiento de los esenios precisamente en el lugar en el que están las ruinas de Qumrán. Lo que debe evitarse es limitar el movimiento esenio a la comunidad de Qumrán. Las fuentes antiguas hablan de esenios que vivían en pueblos y ciudades, con una disciplina de vida menos estricta.

El mapa muestra la ubicación de Qumrán a orillas del Mar Muerto

¿Cuál era el vínculo entre esenios y judíos?

—Durante el tiempo de la existencia de la comunidad de Qumrán, el judaísmo no era una religión monolítica ni contaba con una instancia de autoridad "oficial" que indicara cuál era la interpretación legítima de la Torá. Era más bien un conjunto de corrientes, movimientos, líneas y agrupaciones, con considerables diferencias entre ellos. Personalmente prefiero hablar de una matriz judía formada por la Torá, el monoteísmo, las prácticas fundamentales de la circuncisión y de la santificación del sábado, el concepto de Israel. Pero por ejemplo el templo, de valor tan fundamental en aquellos tiempos, no gozaba del mismo aprecio por parte de todos. Particularmente los textos de Qumrán toman distancia del santuario oponiéndose a quienes lo manejaban. Más allá de la matriz común, cada grupo se atribuía la correcta interpretación y la correcta práctica de la Ley: fariseos, saduceos, esenios, grupos mesiánicos, zelotes, samaritanos y también judeocristianos y otros grupos menores. El cristianismo, como adhesión a Jesús como Mesías, Señor y Salvador y con el desarrollo de una línea teológica propia, logró dar el "salto" al mundo pagano y desprenderse de su universo cultural de origen en un proceso por cierto doloroso y de consecuencias trágicas para ese origen durante muchos momentos de su larga historia hasta la actualidad. De todos los demás grupos, el único que sobrevivió fue el movimiento fariseo luego de una transmutación al rabinismo, que salvó las interpretaciones sostenidas por los fariseos, las recopiló y reinterpretó y las codificó por escrito, dando formación al judaísmo como lo conocemos por la historia posterior hasta la actualidad, en sus varias ramas, ortodoxos, conservadores y liberales.

Esto puede llevar a un nuevo vínculo de comprensión entre cristianos y judíos en el sentido de aceptar la diversidad de los orígenes dentro de la gran matriz judía

¿Qué implicó ese hallazgo para el judeocristianismo?

—Este mundo judío y también el cristiano vio con mayor o menor asombro los testimonios escritos de una rama extinguida, asentada en Qumrán, paralela en el tiempo a la farisaica y la de los saduceos, pero con énfasis bastante diferentes. Considero que este asombro incluso puede llevar a un nuevo vínculo de comprensión entre cristianos y judíos en el sentido de aceptar la diversidad de los tiempos de los orígenes de las diferentes ramas dentro de la gran matriz judía. De no haberse aniquilado la comunidad de Qumrán, hoy quizá tendríamos una tercera religión al lado de la judía y la cristiana, nacida de aquella matriz y basada en los mismos escritos fundantes, con una ideología y un proyecto de vida comunitaria bastante diferente de lo que conocemos como judaísmo actual y como cristianismo.

Facsímil de uno de los documentos encontrados en Qumrán (René Krüger)

¿Qué eran entonces los esenios?

—Una rama del judaísmo, que se constituyó como movimiento a mediados del siglo II a. C. A principios del siglo I d. C., había unos cuatro mil esenios. La mayoría vivía en pueblos o ciudades, pero un grupo más "radical" se había establecido en Qumrán para vivir como comunidad con reglas más estrictas y prácticas más específicas. Tenían un cuerpo de doctrinas y prácticas que los diferenciaban de los demás grupos judíos. Los textos de Qumrán hablan de una figura fundante, el Maestro de Justicia; estudiaban la Torá y los Profetas; buscaban la perfección con un elevadísimo concepto de la pureza, con muchas disposiciones peculiares; sostenían una estricta separación de los pecadores y la necesidad de formar una comunidad de puros y perfectos; tenían una elevada conciencia de minoría pura frente a las masas impuras; un original sistema de comunidad de bienes; se distanciaban del templo de Jerusalén por rechazar a los líderes del mismo; tenían estructura y mentalidad sacerdotales, pero sin templo propio ni sacrificios -núcleo de la práctica en el templo de Jerusalén-; daban importancia fundamental a los baños rituales y adherían al calendario solar de 364 días; enfatizaban fuertemente el mandato del descanso sabático; tenían una compleja escatología y esperaban el o incluso varios Mesías; y la alabanza de Dios con himnos ocupaba un lugar destacado de su vida comunitaria. Había esenios casados, pero los de la comunidad de Qumrán sostenían una vida célibe. Como judíos, le daban valor especial a los textos que llegaron a formar la Biblia Hebrea, los estudiaban y copiaban una y otra vez (los más citados en sus escritos son el Pentateuco, Isaías y Salmos; también apreciaban algunos de los textos considerados apócrifos del Antiguo Testamento, como Jubileos y Henoc.

¿Qué vínculo puede establecerse entre ellos y los primeros cristianos?

—Actualmente se entiende que no hay influencias directas, sino evoluciones similares dentro de la misma matriz amplísima de los judaísmos de la época.

Por caso, Qumrán evidencia cómo una comunidad peculiar ha mantenido y usado selectivamente un cuerpo de literatura heredada de la tradición y a la vez creado y aplicado de manera autónoma su propia interpretación de esta herencia, incluyendo expectativas mesiánicas peculiares; y en este sentido el surgimiento del cristianismo en la misma matriz judía, con su propio uso selectivo de la tradición, elaboración de nuevos textos y su fe en Jesús el Mesías deja de ser un fenómeno aislado. Ambas ramas, la qumránica y la cristiana, también sostienen la pretensión de ser el único y verdadero Israel.

El único texto del Nuevo Testamento que pareciera contener un elemento qumránico es 2 Corintios 6:14-18 con su total oposición entre Dios y Belial, pero sostener vínculos efectivos entre el cristianismo naciente y Qumrán por estas breves líneas es irrisorio. Ellas no significan nada más allá que una presencia de este patrón en todo el ámbito geográfico-cultural de la época. Lo mismo debe afirmarse del mesianismo. Había tantas corrientes y expectativas mesiánicas en aquel tiempo que la presencia de algunas de ellas en textos de otro movimiento no significan dependencia. Los samaritanos también esperaban a su mesías, por ejemplo. Para hablar de relaciones efectivas, tanto de influencia mutua como de dependencia, es necesario contar con textos y otros testimonios absolutamente convincentes. Los textos existentes no dan para eso.

Los rollos estaban guardados en vasijas, ocultas en cuevas

¿Fue Jesús un esenio?

—Sostengo decididamente que Jesús no fue esenio ni pudo haberlo sido. Sostener lo contrario es construir una hipótesis sobre otra hipótesis, y esto es un procedimiento equivocado (aunque bastante divulgado). Una hipótesis sería que Jesús sostenía ciertas ideas y/o prácticas de los esenios, aunque los evangelios no digan nada de eso. Esa hipótesis totalmente vaga serviría entonces para cimentar la otra: que Jesús fue esenio. Es lo mismo que sostener que Jesús tenía ideas zoroástricas, silenciadas por los evangelios; por consiguiente, provenía del zoroastrismo. Digo esto porque en la literatura se encuentran siempre de nuevo hipótesis levantadas sobre otras hipótesis; y no faltan quienes luego elevan una tercera y una cuarta sobre ese edificio hecho de humo. Para postular algo serio se debe contar con suficientes bases en testimonios de textos, la arqueología y relatos antiguos, cuidadosamente examinados. Todo lo demás es especulación. Las abundantes teorías de conspiración, de extraterrestres y similares se nutren de esas especulaciones y del gusto humano por lo fantasioso. A principios de los años '90, hubo un boom de literatura fantasiosa sobre Qumrán, porque aún no se habían publicado todos los textos. Una vez concluida esa publicación, todas las fantasías cayeron automáticamente. Los autores, entre tanto, se llenaron los bolsillos con sus inventos. Esto incluso entró en ciertos círculos académicos. No por nada se habla de un "danbrownismo académico" de aquellos que aprovechan algunos datos, los relacionan a su manera y se lo venden al público ávido de noticias extravagantes (y, por qué no decirlo, también antibíblico y antieclesiástico). Esto no es investigación seria, sino sensacionalismo que hoy vende y mañana ya no le interesa a nadie.

Lo más característico de Jesús que es la proclamación del Reino de Dios, su compromiso con personas marginadas de todo tipo, su perdón, su conciencia mesiánica, su camino a la cruz y su resurrección no tienen paralelo alguno en los textos de Qumrán. Allí hay una comunidad con un proyecto exclusivo, exclusivista y excluyente. Para esa comunidad esenia, todos los que no son miembros fieles son hijos de las tinieblas y van a la perdición eterna.

Pensar que Jesús fue esenio es tan alejado de toda evidencia como pensar que adquirió habilidades mágicas en Egipto

El carácter de miembro de la comunidad cristiana se adquiere por la adhesión a Jesús el Cristo, Señor y Salvador; la adhesión a la comunidad de Qumrán es un trámite complejo mediante el cual el interesado pasa por un proceso selectivo de tres años de sometimiento a una disciplina comunitaria estricta, en el que tiene que evidenciar el conocimiento de la Torá y su interpretación como su cumplimiento puntilloso.

Pensar que Jesús pudo haber sido esenio es tan alejado de todas las evidencias como pensar que adquirió habilidades mágicas en Egipto para realizar sus milagros. Hay quienes lo sostienen.

¿Qué pasó con los esenios?

—El asentamiento de Qumrán fue destruido por el ejército romano en agosto de 68 d. C., cuando las tropas avanzaban hacia Jerusalén para ponerle sitio a la ciudad y aniquilarla, ya que allí se habían atrincherado los zelotes que combatían la presencia romana en Tierra de Israel. Qumrán, que quedaba en el camino hacia Jerusalén, les habrá parecido un estorbo o una posible amenaza. El fin violento de la comunidad queda evidenciado por puntas de flecha, muros derribados y una gruesa capa de ceniza, testimonio del incendio final. Evidentemente, los habitantes habían escondido antes su biblioteca en las cuevas de las inmediaciones. En varios casos, los rollos estaban envueltos en telas y ocultos en cántaros cerrados, evidencia de que fueron escondidos intencionalmente para recuperarlos después. Pero recién el descubrimiento fortuito en 1947 los volvió a sacar a la luz. No hay noticias posteriores sobre la continuación de la existencia de la comunidad o de esenios. Desaparecieron de la historia, y "resucitaron" en 1947 a través de sus textos.

El texto de la “Instrucción”, columnas 3 y 4 de la Regla de la Comunidad (Fuente: Museo de Israel)

¿En qué consiste el dualismo de Qumrán?

—El patrón dualista de Qumrán, elemento central de su teoría, es explicitado fundamentalmente en la "Instrucción sobre los dos espíritus" que forma parte de la Regla de la comunidad. Es una pieza literaria muy llamativa y condensada de las concepciones dualistas de la comunidad. Las tradiciones existentes en Israel no conocían tal dualismo. El de Qumrán combina varias modalidades de dualismo: cósmico, metafísico, teológico, ético, psicológico y escatológico.

En mi tesis doctoral en Historia, defendida en marzo de 2016 en la Facultad de Ciencias Sociales de la UCA y publicada recientemente, me planteé la pregunta de cómo fue posible el surgimiento, la incorporación y el desarrollo de una concepción dualista tan tajante y qué se quiso transmitir con esta concepción.

Mi hipótesis es que se empleó el patrón dualista para interpretar la historia, tanto de la propia comunidad como de Israel y por extensión, de la humanidad; también para construir, formar y reforzar al extremo la propia identidad; para diseñar el proyecto ético de la comunidad; y bosquejar una resolución del problema del mal.

Yo concluyo que la "Instrucción" es un Gran Relato, para la praxis alternativa de la comunidad de Qumrán en el contexto de los conflictos históricos, religioso-culturales y teológicos desde el dominio seléucida del 175 a. C. hasta la destrucción de Qumrán por los romanos. Una proclama en contra de la disolución de la fe y la práctica religiosa judías y a favor de una total obediencia a la Ley de Adonai, en comunidad. Un Gran Relato para un mundo concebido en blanco y negro.

¿Qué queda de ese patrón dualista en el cristianismo?

—El cristianismo le dijo claramente no al dualismo gnosticista y le cerró las puertas oficiales, afirmando la creación del mundo por Dios, una antropología indivisa, la resurrección de la carne y la salvación integral; pero el gnosticismo con su oposición entre materia y espíritu entró por la puerta trasera, ventanas y rendijas y está presente de muchas maneras en las tradiciones y prácticas cristianas. El dualismo de Qumrán es más difícil de descubrir en el cristianismo, pues acabó con la destrucción realizada por los romanos; pero elementos de sus ideas sin duda aparecen en el maniqueísmo que sí se hizo presente bajo diversas modalidades en el cristianismo.

El complejo edilicio de Qumrán

¿Qué aporta el estudio del dualismo?

—Los fenómenos dualistas aparecen en todas las culturas y todos los tiempos. Se trata de un megafenómeno antropológico. Vinculando la constatación de la omnipresencia del dualismo con el mecanismo del binarismo postulado por la semiótica, puede pensarse que el fenómeno del dualismo es mental porque la mente capta el sentido a partir de la diferencia contenida en el enunciado. No es un mero sistema religioso o filosófico. Por eso opto por hablar preferentemente de patrón dualista y no sistema dualista.

A nivel filosófico, esta investigación podría colaborar con la búsqueda del esclarecimiento acerca del porqué del empleo de patrones dualistas constantemente reeditados, regenerados o remozados para la interpretación del mundo y sus luchas.

Queda claro que el binarismo no está en las cosas o los hechos en sí, sino en el mecanismo de percepción del sentido por la mente humana. Por consiguiente, también se plasma en el discurso que describe esa realidad. Aquí se superponen el binarismo y la interpretación dual de la realidad, interpretación que en la Instrucción resultó en dos espíritus, dos lotes, dos caminos éticos, dos finales; que orientó durante dos largos siglos a una comunidad en su camino absolutamente original y decidido; y que sigue fascinando aún hoy a quienes se interesan por ella.

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