Acusan al zoo de Luján de drogar a los animales para entrar en contacto con los visitantes

La agrupación Derecho Animal realizó un petitorio de firmas en Change.org para que se cierre de inmediato el establecimiento. Desde el zoo niegan cualquier técnica de sedación de tigres y leones y defienden su particular “entrenamiento de mansedumbre”

La práctica continúa, los visitantes todavía acuden allí con ansias… mientras que aún permanece la incógnita sobre el sufrimiento de los animales. La polémica por las fotos y los videos de la gente con los leones y los tigres en las propias jaulas del zoo de Luján arde más que nunca. No sólo por el supuesto incumplimiento de leyes de protección a la seguridad del ciudadano sino también por las denuncias de organizaciones no gubernamentales sobre la supuesta aplicación de tranquilizantes a los animales salvajes.

La agrupación Derecho Animal publicó una petición de firmas en la web Change.org en la que se solicita el cierre inmediato del zoológico ubicado en la provincia de Buenos Aires debido a las irregularidades cometidas en esa atracción específica, en la que se permite el contacto directo de los seres humanos con animales salvajes como tigres o leones.

"Pedimos: Investigación y Cierre del ZOO Luján", está titulado el petitorio que ya reunió casi 75 mil firmas y que está destinado a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, al intendente de la Municipalidad de Luján, Oscar Luciani, y a la Secretaría Privada de la Municipalidad de Luján, entre otras autoridades.

En el reclamo, se denuncia que el zoo incumple leyes de seguridad ciudadana como la 12.238, que prohíbe la alimentación o el contacto directo con animales salvajes. El Artículo 8º reza además que "los zoológicos serán directamente responsables de la seguridad de los animales, el público y el personal como así también de la infraestructura".

También se acusa al zoo de Luján de incumplir con la Ley Penal de Protección Animal Nº 14.346, donde su artículo 2º indica que "Serán considerados actos de maltrato: estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos".

"¡Los animales duermen durante el horario de visita más de 8 horas! Eso no es normal. Es un secreto a voces que los animales están dopados. ¿Por qué las autoridades provinciales y municipales no hacen nada al respecto?", aseguraron desde Derecho Animal sobre su reclamo.

Desde el propio Zoo de Luján desmienten de manera rotunda la aplicación de drogas sedantes a los animales para permitir el contacto directo con los humanos.

"Estos animales nunca nacieron en un ámbito salvaje. Vivieron toda su vida en cautiverio, por lo que no tienen una condición salvaje. Nosotros trabajamos íntimamente con ellos, mejorándoles el ambiente y el trato de los cuidadores. Eso nos permite tener un vínculo muy estrecho con ellos. Se trabaja con diferentes actividades con el fin de poder reducir al máximo el instinto salvaje de unos animales que vivieron toda su vida en cautiverio", afirmaron desde el propio zoo de Luján a Infobae.

Y añadieron: "Además, sería una locura el hecho de pensar en los procedimientos que tendríamos que seguir para poder drogarlos. Tendríamos que utilizar dardos tranquilizantes, que tienen efecto por menos de una hora. Las drogas son una amenaza enorme para su salud y si los estuviéramos drogando de manera constante no sobrevivirían, es una locura de sólo pensarlo".

De hecho, desde hace tiempo, el zoológico de Luján se vanaglorió de ser el único establecimiento de Sudamérica en entrenar la "mansedumbre" de los animales.

Hace poco más de un año, la dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires labró varias actas a raíz de las infracciones cometidas en el establecimiento, pero al día de hoy, el zoológico permanece abierto.

"El contacto directo con los animales está prohibido por ley y desde nuestra función se labran infracciones cada vez que se efectúa una denuncia y se corrobora la falta. En esos casos, la infracción va al juzgado de faltas de Mercedes y es el juez quien decide la sanción. En general, se pena con una multa que el Zoo paga y sigue funcionando", le comunicó a Infobae la dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Agroindustria de la provincia.

"En ocasiones, el juez no considera que un video o fotos de personas dentro de la jaula constituyan prueba suficiente", añadieron.

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