Un edificio abandonado, al borde del derrumbe, sin público y sin una programación digna de la actividad. Así recibió el Hipódromo de La Plata cuando asumió la nueva dirigencia del Instituto de Lotería y Casinos de la provincia de Buenos Aires.
La etapa dorada del circo de los Eucaliptus, como se conoce en el ambiente del turf había quedado lejos y el objetivo del nuevo presidente, Melitón Eugenio López, fue que vuelva a brillar.
La intención de la nueva gestión fue refaccionarlo antes del 19 de noviembre, día en que programaron la inauguración. Es que, cada año, en el marco del aniversario de la ciudad de La Plata, el Hipódromo acompaña los festejos con una programación de carreras especial y la disputa del Gran Premio Internacional Dardo Rocha (G1), por lo que la fecha no se podía extender.
El trabajo e refacción y acondicionamiento duró seis meses. Obreros, electricistas, pintores, máquinas y especialistas trabajaron para poner en condiciones el Hipódromo.
Finalmente, el pasado 19 de noviembre, más de 50 mil personas fueron espectadores de la reinauguración. La inversión en la remodelación y la puesta en valor costaron cerca de $ 50 millones.
"Esto es una fiesta muy grande para la ciudad de La Plata no sólo por la cantidad de gente que ha venido sino también porque con esta reinauguración demostramos que el poder del Estado, cuando no se roba y se le pone ganas, es demoledor. Esto es mucho más que un privado, es el Estado puesto al servicio de la gente", expresó López.
La obra incluyó 22 palcos con sistema de climatización y refrigeración individual. Como detalle de lujo, el ingreso a los palcos desde planta baja hasta el entrepiso se puede recorrer desde una escalera mecánica, de pinotea, construida en 1929. Estaba arrumbada y sin funcionar desde hacía 30 años.
Además, se renovó la pista de carrera, de casi 3000 metros, los baños, la Tribuna oficial, la Paddock, las confiterías y todo el sistema eléctrico y de iluminación.
También se pusieron en funcionamiento seis oficinas y una sala de reuniones, espacios destinados para secretarías, vista panorámica hacia la plaza de ingreso, recepción, sala de espera, baños, accesos al centro de la tribuna e ingreso por ascensor o escalera. El complejo también renovó las concesiones gastronómicas y los puestos de venta de comida rápida.
"Ahora que tenemos buena programación, buenos premios y buena estructura, tenemos que esforzarnos más, falta la construcción de 1200 boxes, encriptar la señal de transmisión y que la captación de apuestas vaya a los totalizadores", sostuvo López.