La instalación de la papelera finlandesa UPM (ex Botnia) en la ciudad uruguaya de Fray Bentos fue la causa del conflicto diplomático entre Argentina y Uruguay, que tuvo su momento de máxima tensión con los cortes del paso fronterizo entre Gualeguaychu y Fray Bentoas durante los gobiernos de los entonces presidentes Cristina Kirchner y José "pepe" Mujica a raíz de la contaminación de los ríos que implica el funcionamiento de este tipo de fábricas.
En este marco, las delegaciones de ambos países ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) difundieron ayer los informes con los resultados correspondientes a las actividades de monitoreo del Comité Científico en la planta que hoy se denomina Orión, el río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay y el río Uruguay en la zona de influencia de la planta Orión y el río Gualeguaychú.
El resultado, en base a estudios realizados entre 2011 y 2015, difiere a la posición que mantuvo durante años el kirchnerismo: la ciudad entrerriana contamina más que la empresa de Finlandia. Sobre el proceso industrial de UPM, se detectaron menos de una decena de "apartamientos de la normativa", aunque se destaca que la empresa rectificó su procedimiento, como en la presencia de aceite y grasas en las aguas.
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En tanto, en la desembocadura del río Gualeguaychú los niveles de irregularidades son mayores. Se detectaron más de 10 apartaciones a la normativa en análisis de aluminio, amonio, hidrocarburos de petróleo, hierro.
Desde Cancillería que conduce Susana Malcorra, se informó que "se ha avanzado en temas claves desde mayo de este año en el marco de una relación bilateral madura, que implica entre otras cosas la responsabilidad de promover políticas tendientes a facilitar el acceso informativo y la publicación con transparencia de los datos que tiene el organismo binacional, sobre la base de estándares y protocolos acordados en lo ateniente al tema ambiental en el río Uruguay".
Por otro lado, el viceministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay, Jorge Rucks, destacó que hubo "situaciones puntuales" detectadas por los estudios que correspondían a UPM que fueron corregidas en su momento. "Eso no significa que exista una contaminación en general. Botnia (por UPM) no contamina, lo que hubo fueron situaciones puntuales y absolutamente aisladas", afirmó al diario El Observador.