El nuevo fenómeno viral que promueve el bullying en las escuelas

Son videos agrupados con el hashtag #PeleasTurras que alientan los enfrentamientos entre compañeros. Según las reglas de YouTube, deberían ser eliminados del sitio. Los jóvenes acosados se defienden con armas, y en algunos casos intervienen violentamente los padres

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Recientes videos etiquetados con un
Recientes videos etiquetados con un hashtag que promueve el acoso

Una interminable cadena de videos virales se resume en un instante que puede ser fatal. Con el hashtag #PeleasTurras, decenas de usuarios suben y difunden diariamente en internet enfrentamientos -algunos con armas- entre alumnos de diferentes escuelas, muchas de ellas ubicadas en barrios marginales, en zonas severamente castigadas por la pobreza. 

Los nuevos videos están cargados de palabras, insultos y descripciones racistas. La discriminación está presente desde que un usuario comienza la búsqueda digital: esto significa que hasta la 'etiqueta' destinada a agrupar distintos cortes de material audiovisual en la web ya contiene un rasgo insultante para quienes aparecen en las imágenes.

En Argentina, durante los últimos años, la palabra "turro" se transformó en uno de los adjetivos preferidos por los estudiantes de escuelas primarias y secundarias. Utilizan esta palabra, básicamente, para identificar a los jóvenes de su misma edad con necesidades básicas insatisfechas o provenientes de un hogar con problemas económicos. "Turro", según la Real Academia Española, significa "tonto".

“Estos fenómenos de violencia deben ser interpretados como el resultado de la participación en procesos interpersonales que incluyen la violencia de la sociedad”

¿Quién sube los videos? ¿Quién los mira? ¿Quién los disfruta? ¿Quién los viraliza? El movimiento es complejo. Y la certeza es una sola: "Estos fenómenos de violencia deben ser interpretados como el resultado de la participación en procesos interpersonales que incluyen distintos grados de la misma violencia estructural de la sociedad y se hacen presentes en los actitudes y actividades que se desarrollan dentro del aula", explica el informe Actuando contra el bullying y la violencia escolar, editado por cuatro universidades de Alemania, Rumania, Francia y España.

“Peleas de turras mugrientas”, una
“Peleas de turras mugrientas”, una expresión que refleja la carga racista de los videos

La Asociación Ciudades Sin Bullying, luego de sus propios relevamientos, dijo que -en Argentina- 4 de cada 10 chicos (entre 13 y 16 años) son víctimas del acoso y la violencia. En estas imágenes, los jóvenes están en las esquinas de sus colegios, rodeados de compañeros, con guardapolvos o con mochilas escolares.

Sin pudor, durante los segundos que dura el corte audiovisual, los amigos de los acosadores y los amigos de quienes pelean para defenderse claman por sangre. En los comentarios de los posts, hay chistes, risas y aún más racismo y discriminación. Hay miles que observan en silencio -sorprendidos- sin realizar comentarios en el foro. En el material que llega a internet hay un dato clave: el movimiento de los videos no es circular. No necesariamente se publican en un sitio web porque lo difunde la misma persona que los grabó, aunque sí puede hacerlo alguien del mismo entorno (compañeros de institución, de aula, de curso). Quienes lo suben -por los títulos y etiquetas que se ven en cada video – en realidad parecen burlarse de los que filman, de los que acosan y de los que son acosados; de su forma de vestir y de su forma de hablar.

El video nunca es el punto de partida de una pelea entre jóvenes. Los problemas, siempre, comienzan antes

En resumen, el usuario que 'cuelga' los videos parece burlarse de los síntomas sociales que -en el interior de la comunidad educativa- se ven con una claridad alarmante, y preocupan hace tiempo a docentes y familias. El agrupador que junta estas imágenes en una misma zona digital es seleccionado siempre por el usuario que carga el material a internet y que, eligiendo ese hashtag, avisa al resto de la audiencia todo lo que ellos quieren saber: habrá violencia, habrá racismo, habrá golpes y situaciones cercanas a la muerte.

Hasta aquí, alguna persona podría decir que, simplemente, son videos de adolescentes solucionando sus conflictos mediante métodos violentos. Sin embargo, en todos los videos hay una primera y directa humillación para quien es golpeado duramente. Esa humillación se repite cuando su cara aparece una y otra vez -miles de veces- en internet. En este sentido, cabe destacar que el video nunca es el punto de partida de una pelea entre jóvenes. Los problemas, siempre, comienzan antes.

El usuario que ‘cuelga‘ los videos parece burlarse de los síntomas sociales que -en el interior de la comunidad educativa- se ven con una claridad alarmante

Sobre 'las características de la relación de maltrato' entre estudiantes, un grupo de profesionales especializados explicó en el libro Violencias en las escuelas: "Existen en las relaciones conflictivas de paridad algunas formas que pueden ser consentidas entre las partes, para dirimir esos conflictos por métodos con un alto grado de agresividad o violencia. En estos casos, el fin del conflicto se resuelve a partir de la 'derrota' de una de las partes, que define una pelea por los golpes, por ejemplo. No existe en este tipo de comportamientos, por más violentos que sean, la búsqueda de la humillación del 'perdedor'. Si este comportamiento forma parte de la escena, la relación se convierte en una del tipo dominio-sumisión y reúne las condiciones del fenómeno que estamos describiendo".

Por otro lado, aquí nace una segunda y obvia pregunta sobre el nuevo fenómeno viral que se describe en esta crónica: ¿los videos son grabados por jóvenes pobres económicamente que se burlan de jóvenes pobres económicamente?

Según el informe europeo Actuando contra el bullying y la violencia escolar, existe en el mundo del acoso "la presencia de aquellos que juegan el doble papel de agresor y víctima de forma simultánea". El documento detalla que entre los agresores y las víctimas hay dos similitudes: su bajo grado de funcionamiento psicosocial y la predisposición a padecer problemas de ajuste psicológico.

"Los videos no deseados y difundidos más tarde, junto a las llamadas de teléfono, fueron percibidos como más dañinos para las víctimas que la participación en situaciones convencionales de bullying", detalla el trabajo.

Violentos casos en Argentina

Florencia Tobías, integrante del equipo Antibullying Argentina, explicó esta semana: "Los niños y adolescentes en edad escolar están conformando su identidad, que se manifiesta en distintos planos. La carga de fotos, los comentarios y videos empiezan a configurar nuestra identidad. Efectivamente, las tecnologías de la información han generado un nuevo concepto: la identidad digital".

Los videos no deseados fueron percibidos como más dañinos para las víctimas que la participación en situaciones convencionales de bullying

"Los adolescentes -continúa Tobías – viven sus vidas en la web. Ellos no tienen reparos en compartir los detalles de sus experiencias con sus amigos, familiares, o con el mundo entero. Pero, a veces, estar 'online' puede resultar desastroso. Actualmente, esta problemática alcanza una complejidad cada vez más profunda, perforando los límites conocidos, y permitiendo que las agresiones se manifiesten en una multiplicidad de frentes".

Los videos identificados bajo el hashtag #PeleasTurras son macabros y realmente sorprendentes. Incluso, hay una cuenta de YouTube que lleva ese nombre y se encarga de difundirlos.

Tal vez, las imágenes más impactantes fueron cargadas en agosto de este año. Hay golpes, insultos y muchas provocaciones entre dos mujeres. Luego, se escucha que un adulto llega a escena y dice "no deberían estar haciendo esto".

Un segundo después, aparece el padre de una de las chicas que protagoniza la pelea -posiblemente un psicópata- y golpea a la compañera de su hija con una brutalidad sorprendente. Ninguna de las adolescentes superaba los 13 años.

El video guarda una prueba imborrable en el grito de la hija del agresor: "¡No, pa! ¡Ya está!".

Independientemente de la carga de agresividad que tiene el video descripto, hay algunos que generan una sensación aún peor: son las imágenes en las que hay mujeres que imploran no ser golpeadas, pero igual reciben una paliza.

¿Por qué YouTube no baja estos videos?

Una agresora persigue a su
Una agresora persigue a su víctima, que escapa del lugar vistiendo un guardapolvo (Captura YouTube)

Los mecanismos de seguridad en YouTube son rigurosos. Hay "comprobaciones automáticas", "marcas de la comunidad" y "controles para anunciantes". Así, Google se asegura de que ningún patrocinador se vea afectado por el contenido del material audiovisual que la firma no llega a supervisar.

"En función de cuál sea la infracción de nuestra política, los vídeos se podrían retirar del sitio o se les puede imponer una restricción de edad. La monetización está inhabilitada en los vídeos con esta restricción y Google deja inmediatamente de emitir anuncios en ellos", avisan en el Centro de Seguridad.

A su vez, tienen -también- un apartado sobre videos que serán suspendidos por "acoso y bullying virtual". Según esta red social, el acoso es:

-Videos, comentarios y mensajes abusivos

-Revelar la información personal de alguien

-Grabar malintencionadamente a una persona sin su consentimiento

-Publicar contenido deliberadamente para humillar a alguien

-Publicar comentarios o videos hirientes y negativos acerca de otra persona

-Sexualización no deseada, que abarca cualquier forma de hostigamiento (bullying) o acoso sexual

-Provocaciones para acosar a otros creadores o usuarios

Canales que fomentan el bullying
Canales que fomentan el bullying

Al infringir cualquiera de estas normas, la red social puede retirar los videos del sitio.

En este punto, cabe destacar que los videos de enfrentamientos en escuelas argentinas existen hace tiempo, pero es reciente la multiplicación de imágenes bajo el hashtag #PeleasTurras.

YouTube aún no intervino para frenar la agrupación sistemática de estos videos, que promueven la violencia escolar y el racismo.

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