Alumnos y docentes protestan contra las pruebas educativas que realiza el Gobierno

Varias escuelas amanecieron tomadas y algunos gremios se niegan a tomar los exámenes. Aseguran que la encuesta no servirá para “mejorar la educación”

Estudiantes y docentes se rebelaron contra las pruebas educativas del Gobierno.

Sindicatos docentes y centros de estudiantes impulsan medidas de fuerza en escuelas públicas de todo el país en rechazo al operativo "Aprender 2016", el examen diseñado por el Ministerio de Educación de la Nación para evaluar los niveles de aprendizaje de los colegios primarios y secundarios.

Desde temprano, varios establecimientos amanecieron ocupados por grupos de alumnos, padres y maestros que exigen al gobierno nacional que dé marcha atrás con los exámenes. Ya sea de manera individual o colectiva, las protestas apuntan contra las "pruebas estandarizadas" por considerarlas como instrumentos que no permiten reflejar las particularidades y el aprendizaje real de cada alumno.

El operativo Aprender consiste en evaluaciones que relevan los conocimientos del alumnado en lengua, matemática, ciencias naturales y sociales. El dispositivo alcanza a 1.400.000 estudiantes del segundo y último año de la secundaria y de 3° y 6° grado de la primaria de colegios públicos y privados.

Durante toda la jornada no habrá clases regulares en los colegios, y quienes no formen parte de la encuesta se quedarán en sus casas.

La comunidad educativa de la escuela ENAM de Banfield rechazó el operativo con la toma del establecimiento.

Según se informó oficialmente, este martes evaluarán lo relativo a lengua y matemática, mientras que el miércoles se tomarán contenidos de ciencias naturales y sociales para los alumnos del último año de la secundaria.

El sondeo viene a reemplazar el anterior sistema de diagnóstic educativo, el Operativo Nacional de Evaluación (ONE), que se implementaba de manera trianual. A diferencia del ONE, que se llevaba a cabo cada tres años, el Aprender se realizará anualmente. El cuestionario "mide" no solo avances académicos del estudiantado, sino cuestiones relativas al trato y el desempeño docente.

En rechazo a esta iniciativa, alumnos, docentes y padres de la Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM) de Banfield, la escuela más grande del partido bonaerense de Lomas de Zamora, protagonizan desde el viernes pasado una toma junto a la secundaria N°53, de la misma localidad.

"La idea es que el examen no se tome y que no se tomen los recuperatorios del 25 y 26 de octubre. Nosotros creemos que el examen no contempla características sociales, ni el sistema pedagógico que el docente utiliza. Los multiple choice no te dan la posibilidad de desarrollar ni demostrar tu conocimiento", afirmó una de las estudiantes de Banfield. "Queremos que se respeten las instancias de evaluación que existen. Si no, ¿para qué nos sentamos acá todo el año a estudiar?", completó.

Gremios y delegados docentes de UTE, Ademys, Udocba, entre otros, impulsan en numerosas escuelas que los maestros aplicadores de las pruebas no tomen los exámenes del Aprender 2016. Otros sindicatos adoptaron una postura más dura, como los representantes gremiales de la lista "Multicolor" del sindicato Suteba, que convocaron a un paro para este martes. En el resto del país, gremios como ATEN (Neuquén) y Unter (Río Negro) dictaron medidas similares.

"El paro es masivo en las seccionales Multicolor donde se ha convocado y se extiende por el resto de los distritos de la Provincia de Buenos Aires. También están de paro las provincias de Santa Cruz, Neuquén, Río Negro, Chaco y gremios docentes de Misiones", expresó Romina del Plá, secretaria general de Suteba La Matanza.

Por lo general, las acciones de fuerza gremiales y los "quites de colaboración" son impulsados en conjunto con centros de estudiantes, quienes también llaman a los alumnos a no presentarse en las escuelas, informaron fuentes gremiales a Infobae.

Los argumentos docentes

Durante las últimas semanas, los docentes profundizaron su rechazo a la iniciativa del ministro de Educación, Esteban Bullrich, e impulsaron jornadas de reflexión, charlas y campañas para que los maestros no se anoten como "aplicadores".

En los gremios consideran que las evaluaciones estandarizadas de este tipo son problemáticas ya que "no tienen en cuenta las particularidades de cada alumno, de cada grupo, cada escuela y región, ni las condiciones en las que se enseña y se aprende. Es la misma prueba para un chico de Barrio Norte de la Ciudad de Buenos Aires y para alguien que estudia en El Impenetrable del Chaco", afirmó Alicia García Tuñón, representante de sindicato en la Junta de Disciplina Docente de la Capital Federal.

Esta mañana, el gremio Ademys cortaba las calles Acoyte y Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito.

El formato de las pruebas consta de preguntas con 24 ítems, que se tienen que completar en una hora. Cada estudiante, por lo tanto, tendrá en promedio casi dos minutos y medio entre cada interrogante. "Es un instrumento que los estudiantes no están acostumbrados, que evalúa la rapidez de contestar y no permite pensar", señaló la docente.

Para Tuñón, este tipo de exámenes producen "una fractura" entre la evaluación y los procesos de enseñanza, por lo que deja de lado "trayectorias escolares" de cada alumno, algo que impediría mejorar el desempeño educativo de manera integral.

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"En las las experiencias de países donde se han implementado estos exámenes estandarizados, como Chile, México y Estados Unidos, lejos de mejorar la educación, se usaron para justificar reformas educativas clasificando a las escuelas en rankings o haciendo que los docentes perciban un salario en función de los resultados de éstos, acrecentando más la brecha de escuelas con poblaciones con mayores dificultades de aprendizaje", contó Maximiliano Urso, profesor de la Escuela Técnica N°36, del barrio porteño de Saavedra. "Se utilizan para justificar como si todo fuera culpa de los docentes, los estudiantes y las familias, desentendiéndose el Estado de la responsabilidad que le corresponde", añadió.

Parte del rechazo sindical se debe a que el Aprender 2016 también ignora lo establecido por la Ley de Educación Nacional, que indica que los docentes, a través de sus organizaciones sindicales, deben participar del diseño de las herramientas de diagnóstico educativo. "Acá el operativo lo hicieron solos, con el objetivo de implementar un modelo educativo meritocrático y mercantilista que va a empobrecer los contenidos y profundizar las desigualdades", señaló Tuñón.

En una columna de opinión, el presidente Mauricio Macri defendió la encuesta y aseguró que los resultados permitirán "poder diseñar soluciones para mejorar la educación apoyando a las escuelas y a los docentes en todas nuestras provincias".

"No se trata de buscar culpables, de comparar entre escuelas o territorios ni de hacer rankings; es una radiografía del sistema educativo nacional para diagnosticar y a partir de ahí avanzar", afirmó el mandatario en referencia a las críticas gremiales.

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En la misma tónica, el ministro Esteban Bullrich rechazó los planteos docentes, al afirmar que "es una pena" su postura. "Es como enojarse con una radiografía porque el hueso está quebrado", sostuvo. "Quieren promover un prejuicio con el miedo de que vamos a realizar un ranking o que vamos a tomar datos, pero lo que queremos es tener información para tomar mejores decisiones", concluyó.