El papa Francisco proclamó este domingo en el Vaticano a siete nuevos santos, entre ellos al cordobés José Gabriel Brochero, el primer santo que nació, realizó su obra y murió en la Argentina.
Durante la ceremonia también fueron canonizados también otros seis nuevos santos: los franceses Salomón Leclercq (1745-1792) e Isabel de la Santísima Trinidad Catez (1880-1906), el español Manuel González García (1877-1940), los italianos Ludovico Pavoni (1784-1849) y Alfonso María Fusco (1839-1910) y el mexicano José Sánchez del Río (1913-1928).
A las 5.32 hora argentina, Francisco pronunció en latín la fórmula con la cual todos ellos quedaron canonizados. En el texto invocó la "autoridad de nuestro señor Jesucristo", la "exaltación de la fe católica" y el "incremento de la vida cristiana". Los siete beatos ingresaron al santoral luego de que se "reflexionara e invocara varias veces la ayuda divina y haber escuchado a los hermanos del Episcopado", el Sumo Pontífice.
Así, durante una calurosa mañana en el Vaticano, se cumplió el rito oficial, en una celebración que contó con la participación de 2000 argentinos que llegaron a la capital italiana. Entre ellos, como no podía ser de otra manera, la mitad son cordobeses.
Desde la ceremonia, Infobae fue testigo de que Brochero fue el único aplaudido cuando nombraron a cada uno de los siete beatos que son santificados hoy.
Los dos chicos con los que argumentaron milagros de Brochero presenciaron el histórico momento: Nicolás Flores llevará las ofrendas y Camila Brusotti saludará a Francisco junto a la postuladora de la causa de canonización, Silvia Correale.
La Congregación para las Causas de los Santos había certificado los milagros que se le atribuyen al cura gaucho en los casos de Nicolás Flores, un chico de 11 meses que había quedado al borde de la muerte tras sufrir un severo accidente de tránsito; y de Camila Brusotti, una nena que se recuperó de lesiones que la habían dejado cerca de la muerte.
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