La Argentina estaba en plena dictadura militar, cuando las autoridades de Pergamino, provincia de Buenos Aires, inauguraban nuevo hospital con pabellón psiquiátrico incluido.
La ciudad aspiraba a ser cabecera de la Región Sanitaria IV para recibir más fondos. El requisito era tener 60 camas, pero Pergamino no tenía esa cantidad de pacientes psiquiátricos.
"Como no había 'locos' autóctonos, se trajeron dos micros llenos desde el Melchor Romero", contó a Infobae el periodista Javier Ferreyra, quien reveló la historia de "Mimí", en el diario local Primera Plana.
La sala se inauguró entonces a pleno con los 60 "locos" importados desde La Plata.
Pero lo más siniestro es que, cuando Paula, la madre de "Mimi", una mujer de condición social humilde que vivía en Santa Rosa, La Pampa, fue a visitarla al Melchor Romero (Hospital Neuropsiquiátrico Alejandro Korn, de La Plata), le dijeron: "Se fugó, creemos que se cayó al río"…
"Era 1978, un tiempo difícil para averiguar paraderos", dice Ferreyra, aludiendo a los años en que la represión ilegal, con su metodología de secuestro y desaparición de personas, estaba en pleno auge.
Quiero decirle a Mimí que su madre no la abandonó
La madre de Mimí siguió yendo durante muchos años al Melchor Romero a preguntar por su hija, pero falleció sin saber que estaba viva, a no muchos kilómetros de allí. Su prima, que irá a visitarla desde La Pampa la semana próxima, dice: "Quiero decirle a Mimí que su madre no la abandonó".
Primera Plana publicó un artículo sobre las condiciones en que se encuentran los internos en el área psiquiátrica del Hospital Interzonal de Agudos San José de Pergamino y los incumplimientos de lo establecido por la nueva Ley de Salud Mental, y puso el eje en el caso de Mimí, la paciente con más años de internación en el lugar, y cuyo nombre completo es Noemí Arnuz Llanos.
La nota fue replicada por un periódico de La Pampa y ahí vino la sorpresa: Noemí no era una paciente "abandonada", sino una paciente "desaparecida", a la que su familia siempre había buscado y no pudo encontrar por la combinación de la maldad de unos y la desidia de otros.
Porque en el Melchor Romero, perversamente, le negaron toda información. Y porque las sucesivas autoridades del hospital de Pergamino tampoco hicieron nada para dar con el paradero de los familiares de esta mujer que, pese a su demencia, decía que era oriunda de La Pampa, pedía por su madre, preguntaba por qué nadie la visitaba y recordaba un episodio traumático de su infancia -la muerte de un hermanito en un accidente vial- que hubiera podido ayudar en la búsqueda de sus familiares.
‘La hicieron desaparecer’, denuncia su primo Sixto
El afecto que recibió Mimí en estos años vino de enfermeras y profesionales del hospital y de los vecinos de Pergamino que, en tiempos en que ella era más joven y gozaba de un régimen de semilibertad, la veían deambular por las calles, pasear, y conversaban con ella. Un comerciante, Marcelo, recuerda que Noemí pasaba por su negocio todos los días, maquillada, con tacos y con un muñeco en los brazos. Compraba cigarrillos y se sentaba a fumar en la plaza. Un día dejaron de verla y la creyeron muerta. No, sólo estaba más vieja, tal vez cansada ya a sus 73 años. Desde que se conoció la noticia en Pergamino, muchos de estos vecinos que la recordaban la están visitando.
"La hicieron desaparecer", dijo su primo Sixto, desde La Pampa, en una entrevista con una radio de Pergamino. "Mi tía hizo varios viajes, no le decían nada, no le daban ningún dato".
"La hicieron desaparecer", insiste.