La rivalidad entre los choferes de taxis y del servicio privado Uber se agudizó hasta niveles de una violencia extrema en las últimas semanas. "No hay dudas. Hay un operativo de cacería contra nosotros. Nos tienden emboscadas, nos agreden y hasta han llegado a quemarnos nuestros vehículos", aseguró en reserva Jorge, un chofer de la empresa Uber que trabaja en la Capital Federal.
Maximiliano y Marcelo aceptaron dar su testimonio ante las cámaras de InfobaeTV, pero pidieron resguardar sus apellidos y sus caras por miedo a represalias. Tienen miedo. Y sus testimonios le aportan lógica al sentimiento.
"Nos ha pasado que nos llaman fingiendo ser pasajeros y al llegar nos encierran, nos tajean las cubiertas, rompen parabrisas o golpean los coches", explicó el primero. "Estamos seguros de que son taxistas, incluso alentados por el sindicato que pone en sus facebooks las imágenes de nuestros autos dañados", agregó Marcelo.
El caso más severo se registró con Jorge, quien relató en privado que en pleno centro fue "capturado" por cinco taxistas, quienes luego de hacerlo bajar del auto lo golpearon con una maza en sus manos. Son conscientes de que su actividad está fuera de la ley ,pero, como dice Marcelo, "el progreso no puede ser detenido con un garrote".
A pesar de las denuncias que han realizado, sostienen que los clientes quieren seguir usando Uber por su buen servicio y por el costo menor en los viajes. "No pienso dejar de trabajar. Para mí, es necesario un ingreso extra en mi economía familiar que me hace falta", concluyó Maximiliano.