"Rosario sangra". El nombre de la convocatoria que se lanzó días atrás en las redes sociales es elocuente: la ciudad santafesina sufre hace tiempo un recrudecer de violencia que se cuenta en muertos y tiene al narcotráfico como principal motor.
El llamado tuvo un eco contundente. Miles de personas salieron a las calles para exigir seguridad y justicia. Hubo varios focos de concentración, pero el grueso se dio frente a los tribunales para luego dirigirse a la Gobernación.
En la marcha central, hubo carteles y banderas. "Queremos vivir", "Ni un muerto más" y "Basta de violencia" fueron algunas de las consignas, en las que no hubo distintivos de política partidaria. También aplausos y velas, tal como lo estipulaba la convocatoria.
La cuota más dramática la dieron algunos familiares de víctimas de la inseguridad. En diálogo con medios locales, dieron testimonios de sus trágicas pérdidas y reclamaron respuestas ante un flagelo que hace tiempo azota a esa ciudad.
La movilización se dio al cabo de un mes en el que se multiplicó el delito. Entre el 17 de julio y el 19 de agosto se registraron 24 crímenes, la mayoría causados por armas de fuego. En paralelo aumentó el número de entraderas y robos.