Procesaron a Roberto Giordano por quiebra fraudulenta

Los detalles de la acusación contra el famoso estilista

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El juez de instrucción Gustavo Pierretti dispuso el procesamiento del peluquero Roberto Giordano en una causa en la que está acusado de quiebra fraudulenta.

El magistrado le imputó al estilista haber sustraído y ocultado a sus acreedores –en su mayoría laborales– al menos 17 inmuebles.

Giordano llevó adelante el accionar delictivo que le imputan a través de sociedades fanstasmas y testaferros. El empresario fue procesado sin prisión preventiva como autor del delito junto a otras ocho personas a quienes el juez Pierretti consideró partícipes primarios.

Además, el magistrado ordenó trabarle un embargo por 57 millones de pesos.

La causa se inició por una denuncia que hizo la jueza Julia Villanueva, quien está a cargo del expediente de la quiebra en el fuero comercial.

Luego de analizar las pruebas producidas por la fiscal Paula Asaro y la Procelac, el juez Pierretti dictó el auto de procesamiento en el que sostuvo que se encontraban reunidos elementos de convicción suficientes para procesar a Giordano. En el escrito el magistrado señaló que Giordano aparentó un estado de insolvencia que no guardaba relación con su realidad económica.

Asimismo, destacó que "la esforzada y prolija artimaña pergeñada por Giordano a la cabeza ha logrado su fin: frustrar los derechos de la masa de acreedores".

En el auto de procesamiento el juez señaló que la prueba habría comprobado:

  • el vínculo entre accionistas y representantes entre las sociedades entre sí y con Roberto Giordano;
  • la ausencia de actividad comercial de las sociedades y la imposibilidad de los socios para adquirir los bienes; y
  • que Roberto Giordano era y siguió siendo dueño de las propiedades que fingió transmitir a otros o que otro adquirió a su nombre.

A través de este mecanismo delictivo el peluquero habría intentado el ocultamiento de los inmuebles a la masa de acreedores de la quiebra para tratar de desbaratar la posibilidad de que cobren sus acreencias.

Pierreti resaltó en su escrito la conducta del escribano que colaboró con la constitución de las sociedades y en las operaciones de compraventa de los inmuebles que le permitieron a Giordano ocultar sus bienes. Este profesional era –además– el cuñado del estilista.

Tres de las cómplices del empresario, y que también están imputadas, reconocieron haber firmado algunos de los documentos que obran en la causa relacionados con la constitución de las sociedades fantasmas, a modo de favor.

El delito por el que fue procesado Roberto Giordano tiene una pena de dos a seis años de prisión.

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