Juan David Nasio nació en Rosario. Completó sus estudios de medicina en Buenos Aires y, muy joven, llegó a París becado por la embajada francesa en nuestro país.
Cuenta que entonces se presentó en el estudio de Jacques Lacan para decirle que venía a estudiar con él y que el mítico psiquiatra y psicoanalista galo quedó sorprendido por su visita. Muy poco tiempo después, mientras Nasio esperaba el nacimiento de su primera hija, recibió el llamado de Lacan quien le decía que necesitaba de sus servicios. "Debería ser en el año 1971. Él toma un libro y lo arroja sobre su escritorio. Era la traducción de sus escritos. Entonces me dijo: 'Yo quiero que usted mire el libro a ver si hay errores en las páginas'. Yo estaba encantado. En una noche leí ese libro (Lectura estructuralista de Freud) y encontré muchos errores. Entonces Lacan me propuso corregir ese trabajo y desde ese momento comencé a trabajar con él", le cuenta a InfobaeTV.
Nasio es considerado uno de los faros intelectuales más importantes del psicoanálisis mundial. Enseñó en La Sorbona, fundó "Seminarios psiconalíticos de París", escribió más de 30 libros traducidos a varios idiomas y, en 1999, fue promovido al grado de Caballero de la Legión de Honor de Francia en reconocimiento por su labor intelectual.
Sigue atendiendo a sus pacientes en un coqueto estudio que da a la ribera del Sena y está convencido del valor de su trabajo. "Sí, el psicoanálisis cura", afirmó sin titubear, para inmediatamente agregar: "De hecho, mi próximo libro se llamará exactamente así: Sí, el psicoanálisis cura. Lo escribo porque tengo 50 años de práctica y debo decirle que he ayudado a un montón de gente que se han curado, que se han mejorado y que me mandan cartas diciéndome que están muy bien", agregó.
Este célebre rosarino es muy afable, preciosista a la hora de elegir sus adjetivos, apasionado para relatar sus anécdotas. Apoya su conocimiento en ejemplos muy cercanos y sencillos, lo que le permite atrapar la atención de quien lo escucha. Habla del amor y del desamor, del duelo imprescindible que hay que transitar ante una pérdida, de los amores de pareja que se encuentran y se desencuentran, de su visión terapéutica del psicoanálisis, y hasta se animó a abordar la polémica actual por los dichos de Gustavo Cordera.
Sin embargo, Nasio aseguró que no toda persona debe analizarse. "No, no, no", enfatizó ante la pregunta de si todos debemos pasar en algún momento por el diván. "El psicoanálisis tiene una condición primaria para que funcione: tengo que sufrir. El que se tiene que psicoanalizar tiene que ser un ser que sufre y que se pregunte. No puede analizarse así porque sí. No es una experiencia intelectual. Es una experiencia emocional fuerte donde yo me comprometo. Es una relación fuerte. No es una relación intelectual de reflexión. Es cierto que allí meditamos. La palabra meditación no me preocupa. Pero lo que quiero hacer sentir es saber que cuando hay un trabajo de análisis, paciente y analista trabajamos con la cabeza y con el corazón, con la emoción. Yo, como analista, me concentro y trato a través de lo que me dice, de la mirada, de sus manos, de la forma de expresarse, trato de sentir lo que siente y dice y de aquello que siente pero no dice, de aquello inconsciente. Ese es un camino muy hermoso, muy fecundo", definió.
¿Se puede morir por amor?, preguntó InfobaeTV: "Sí, claro", respondió sin dudar el especialista. "Hay gente que se pone triste y muere. Claro que sí. Pero el amor es siempre una cosa maravillosa. El amor es una ilusión maravillosa. Es creer en algo. Yo creo en el ser de quien estoy enamorado. Creo que me completa. Estoy esperando y voy a morir enamorado. Esto es el amor. Pero el amor tiene un mellizo muy fuerte, muy bravo, que se llama sufrimiento. Son dos mellizos que van juntos. Cuando uno ama, el sufrimiento siempre está allí. Amar es pegarse, atarse, pegar. Cuando yo me ato, alguna vez voy a perder lo que tengo. ¿Qué es sufrir? Sufrir es perder aquello que amo. Amar es la ilusión que lo hace atar a aquello que me da la esperanza de lo que yo querría hacer", explicó Nasio.
¿Y qué es la felicidad?, quiso saber Infobae: "Estar bien es estarlo con uno mismo, cualquiera sea la situación social, económica o afectiva. Para eso hacen falta tres cosas: que el cuerpo esté sano, que el inconsciente funcione bien, que el superyó no me haga trampas, por ejemplo, de hacerme sentir culpable, y, tercero, sentirme amado y amar. La infelicidad es no sentirse amado, que nadie me esté esperando. Eso es el oxígeno. Alguien me está esperando. Siempre alguien hay que nos está esperando, un familiar, un perro, un gato. Ser feliz es amarse a uno mismo y sentirse amado", concluyó Nasio.
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