Los abogados en el mundo real se enfrentan a un sinfín de posibilidades judiciales que podrían salvar a un cliente o, quizás, perder un juicio. Y los juristas han cobrado tanta importancia en el mundo cinematográfico, que hoy en día hay múltiples contenidos streaming relacionados a ellos, desde Law & Order hasta Boston Legal. De hecho, este tipo de producciones han servido de referencia para muchos jóvenes que aspiran entrar a una universidad para graduarse en las ciencias de la jurisprudencia.
Estas series han agotado todos los recursos que una mente humana puede superar. Sin embargo, no hay que olvidar que matemáticamente existen un millón de posibilidades para que una determinada situación sea demandable o denunciable. ¿Resolver un problema? Los abogados son los que encabezan la lista. Por eso, recordamos cuáles son las series de dramas legales más destacadas de los últimos tiempos.
Better Call Saul – Netflix
Better Call Saul es una serie de televisión de drama criminal creada por Vince Gilligan y Peter Gould. Es un spin-off, precuela y secuela de la serie anterior de Gilligan, Breaking Bad. Ambientada principalmente a principios y mediados de la década de 2000 en Albuquerque, Nuevo México, la trama desarrolla a Jimmy McGill (Bob Odenkirk), un abogado serio y antiguo estafador, en un codicioso abogado defensor criminalista conocido como Saul Goodman. También se muestra la decadencia moral del oficial de policía retirado Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), que se asocia estrechamente con el cártel de la droga de Juárez para mantener a su nieta y a su madre viuda. Las interacciones de Jimmy y Mike son esporádicas hasta que sus respectivas historias convergen por completo. La serie se estrenó en AMC el 8 de febrero de 2015, emitiendo cinco temporadas hasta la fecha. Una sexta y última temporada, de 13 episodios, se estrenará a principios de 2022.
Suits - Netflix
No hay mejor bromance que el de Harvey Specter y Mike Ross, a menos que tengas otro en tu lista. Es una historia particular en la que un abogado de prestigio busca un asistente legal que vaya a su ritmo. En medio de una entrevista laboral a varios egresados de la Harvard, halla a un superdotado que estaba huyendo de la policía por cargar un maletín de cannabis. Su ingenio logró convencer a Harvey, teniendo en cuenta que, el chico no se graduó de la universidad. Traiciones, relaciones ardientes y secretos que acaban saliendo a la luz. Viejas y nuevas rivalidades afloran entre los miembros del equipo mientras aprenden a lidiar con su nuevo miembro. Cabe recordar que Meghan Markle debutó en esta serie, pero la abandonó cuando anunció su romance con el príncipe Harry.
Boston Legal
Si existe un claro panorama audiovisual de la realidad de los bufetes, esta ficción se acerca mucho más que cualquiera de las que están en la lista. Predomina la envidia, ambición, poder y saciedad de control de varios casos. Si las caras de Crane, Poole y Schmidt se te hacen familiares, es debido a que es un derivado de El abogado. Este spin-off promete ser una alternativa del bufete de abogados de Boston que se dedican al mundo de los litigios civiles que, a menudo, suelen ser muy caros. Alan Shore es uno de los abogados asociados que con sus manías pretende constantemente ser el dominante, aunque no lo logra. Por otro lado, Denny Crane es considerado como una bala perdida, pero tiene el control del lugar. Mientras que otros miembros del bufete intentan, con resultados a menudo desastrosos, mantenerlo a raya.
American Crime Story
Sin duda, es una de esas series de televisión de antología que animarán al público a entender los diferentes crímenes –reales – que acontecieron en alguna época determinada. Desde el caso de O.J Simpson hasta el de Gianni Versace. Cada entrega trata de un compendio criminal en específico. La primera temporada es El pueblo contra O. J. Simpson. La segunda, The Assassination of Gianni Versace. La tercera, Impeachment, narra el escándalo Clinton-Lewinsky.
Desde el perfil psicopático de algunos personajes, esta producción de Ryan Murphy es un claro concepto del psico-thriller. Esto, muy a pesar de retratar algunos dramas legales del que su génesis radica en algunos crímenes sonados en la industria de la cultura pop. Sin embargo, no todo era en torno a celebridades. Asesinos del calibre de Mindhunter desarrollan una genialidad en medio de una tensión. Las técnicas narrativas traspasan a un tono judicial que convencen de que así es el mundo de la jurisprudencia.
How to Get Away With Murder
Es un ‘must’ si deseas estar medianamente cerca del derecho penal. Si es una de tus pasiones o simplemente te da curiosidad acerca de esta especialidad es, sin duda, una gran opción. Annalise Keating (la actriz Viola Davis, ganadora de un Oscar y un Tony), es una abogada de alto renombre que dicta clases de derecho de las que ella misma decide titular How to Get Away With Murder (algo así como “cómo salir inocente de un asesinato”).
Pero un día determinado, la docente decidió reunir a un grupo de estudiantes, entre los que ella consideraba brillantes, con la intención de que le ayudasen a resolver un caso de su bufete que está cubierto de misterios. Por lo que, junto a sus empleados Frank Delfino (Charlie Weber) y Bonnie Winterbottom (Liza Weil de Gilmore girls) unirán esfuerzos para descubrir la mejor salida a ese asunto que pondrá a prueba los límites de todos y revelará oscuras verdades.
Law & Order
Llevan cerca de 20 temporadas y lograron mantenerse en vigencia lo que la convierte en una de las series de legales más recordadas por la audiencia. Fue de las primeras en tomar la batuta en la especialidad de la jurisprudencia y como si esto fuera poco, algunas de las estrellas más importantes de Hollywood debutaron en esta historia.
Aunque específicamente no abarca todo sobre la abogacía, el plano narrativo ahonda mucho más en los procedimientos policiales e investigativos. A partir de ahí, plantean los objetivos para cerrar cada caso. Sin embargo, su spin-off, Ley y Orden: unidad de víctimas especiales (1999 hasta la actualidad), ha logrado catapultarse demostrando su capacidad de reinvención. Como prueba, bastan los numerosos premios conseguidos, incluidos los Emmy.
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