Más dura será la caída (The harder they fall) es un western que se sumerge en ese mundo casi sin leyes ni reglas más que las que imponía cada hombre en su lugar. Con un elenco en su mayoría afroamericano, la película aborda muy de lejos el tema de la discriminación racial. Pero es un claro mensaje que, en este caso, Netflix le da al mundo: basta de películas protagonizadas por apuestos hombres blanco a caballo y damiselas en apuros. El mundo cambió, incluso para rever la historia y reflejar escenarios lejanos a la actualidad.
La primera escena nos muestra de espaldas al villano de esta historia, Rufus Buck (Idris Elba), quien ingresa a una casa donde un matrimonio está por cenar con su pequeño hijo de 10 años. El hombre misterioso es reconocido por el padre de esta familia, y lo asesina. La historia de venganza la tomará el pequeño Nat Love (Jonathan Majors) al crecer: buscará hasta debajo de las piedras al hombre que le cortó la posibilidad de ser feliz.
La historia de ambos personajes centrales se van a unir cuando la banda de forajidos que acompañó a Rufus en sus robos y crímenes logre liberarlo de prisión (una de las mejores escenas del filme que se lleva a cabo en un tren clásico del Oeste). A este rufián lo acompaña su mano derecha, Trudy Smith (una impecable Regina King), que dará su vida para rescatar a su líder.
Las cartas están jugadas y comienzan los enfrentamientos entre Nat, secundado por su novia y compañera de armas Marie Fields (Zazie Beetz), y la banda del temible Rufus.
En el filme, dirigido por el británico Jeymes Samuel y con una duración de 140 minutos, aparecen todos los condimentos del western (no sea cosa que el espectador no los reconozca). Así se suceden el saloon (la clásica cantina), los burdeles, el sheriff con el sombrero y la placa en su chaleco, la iglesia de fondo, las mujeres con faldas largas y cofias, los pistoleros y el infaltable cowboy mascando tabaco de costado. La atmósfera es perfecta (incluso la llegada al pueblo en el que solo viven blancos y efectivamente todas las construcciones son de ese color), y se respira ese tiempo lento previo a un enfrentamiento con pistolas en medio del polvo y las calles sin veredas.
Más dura será la caída es una propuesta original y diferente que tal vez solo Netflix se puede dar el lujo de mostrar. Su intención, aparte de entretener, es hacer este viaje hacia la vida de aquellos que nacieron sin posibilidades de nada más que ser delincuentes y estar fuera de la ley. ¡Pero ojo!, estos forajidos tienen códigos y sentimientos, y cada una de las balas disparadas por sus armas no son más que testigos de las pobres infancias que atravesaron cada uno de ellos.
El filme tiene como columna vertebral la búsqueda de venganza y de justicia ante tantas malas pasadas que atravesaron ambos protagonistas. Podría llevarse en el lejano oeste como en el futuro más lejano. Porque sea cuando fuere, el amor familiar es la esencia para un buen desarrollo en la adultez.
La actuación de Majors es correcta aunque no termina de despegarse de su papel en Lovecraft Country. El caso de Regina King es para premiarla para siempre. Su ductilidad y su cintura para realizar cualquier tipo de rol se hace evidente en este western en donde interpreta a una mujer que experimentó la violencia y el desamor, y encontró en esta banda de delincuentes la manera de sobrevivir.
Más dura será la caída es una película que entretiene y que nos muestra, una vez más, que el mundo no puede dividirse entre buenos y malos sino que es mucho más complejo.
SEGUIR LEYENDO: