“Basado en un crimen sin resolver”. Así comienza El asesino improbable, y tal vez sea la mejor frase para dar inicio al relato de esta historia. El asesinato a sangre fría en las calles del barrio de Norrmalm, en Estocolmo, paralizó a toda Suecia: habían matado al primer ministro Olof Palme. El paralelismo con el magnicidio de John F. Kennedy no tardó en aparecer en todos los titulares del mundo.
Este es el disparador para comenzar esta miniserie de seis episodios en los que se recorren y se investigan todas las teorías sobre lo que sucedió aquella fatídica noche del 28 de febrero de 1986.
El asesino improbable está basada en el libro The Unlikely Murderer, de Thomas Pettersson, que señalaba al diseñador gráfico Stig Engström como el asesino de Palme. La policía y la fiscalía sueca sospecharon de él, pero ningún hilo pudo vincularse correctamente. El caso -sabemos de antemano- no tuvo un acusado juzgado y es realmente hasta el día de hoy una muerte que genera desconcierto entre toda la sociedad sueca. ¿Quién mató al primer ministro?
Así es cómo El asesino improbable recorre entonces los presuntos responsables del crimen y todas las hipótesis que se barajaron sobre los asesinos que fueron, desde miembros del partido de la ultraderecha, personas cercanas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán o integrantes de los servicios secretos sudafricanos vinculados al apartheid.
Palme fue un político que trabajó incansablemente en el vínculo de Suecia con la política exterior. Fue un gran defensor del pacifismo y tuvo una posición neutral en el conflicto de la Guerra Fría. También fue el primer líder de Europa en realizar una visita oficial a Cuba luego de la revolución. Incluso llegó a mediar en la ONU para alcanzar la paz en la Guerra de Irán-Irak. Y llegó a criticar firmemente la intervención de Estados Unidos en Vietnam. Supo también ser un opositor de todos los imperialismos en el mundo.
Palme es considerado en la historia un líder pacifista que luchó por sus ideales y que encontró la muerte muy pronto.
La serie recorre el momento del asesinato y los días subsiguientes, que incluyeron la recopilación de testimonios, testigos y las declaraciones a la prensa de Stig Engström. Pero luego la ficción realiza un salto temporal a 2008, cuando el periodista Thomas Pettersson comenzó a investigar a fondo el caso del asesinato de Olof Palme. Todo el rompecabezas que va armando este cronista lo lleva al descubrimiento de nuevas pistas que vinculaban directamente a Engström con el momento del crimen.
Stig es un hombre solitario, aunque vive con su esposa en una casita en un barrio tranquilo de Suecia. Es el clásico miembro de clase media que trabaja en una empresa con un horario determinado, se viste de manera prolija, tiene poca vida social y casi ningún amigo. Imposible que el imaginario colectivo lo encontrara culpable de un crimen tan atroz. ¿Qué mejor que imaginar retorcidas teorías sobre asesinos internacionales o miembros de grupos ultraderechistas o incluso algún adicto que vivía en las frías calles de Estocolmo?
La serie tiene una gran reconstrucción de época de los años 80, donde se muestra nuevamente que la falta de tecnología (cámaras, celulares, internet) jugaron en contra para la resolución de este caso. El asesino improbable muestra cómo Stig ve que se van manejando distintas teorías mientras él sabe fehacientemente que es el único responsable de la muerte de Palme. Y es que, justamente, era poco probable que Engström fuera el asesino. ¿Qué podría llevarlo a cometer este crimen? Una propuesta interesante y diferente que podés disfrutar en Netflix.
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