Un artista, Jonathan Larson (Andrew Garfield), lucha por salir adelante en la jungla de concreto como se le conoce a Nueva York. Trabaja en una cafetería, mientras compone las canciones que harán parte de un musical: Rent.
En 1990, el SIDA ha azotado a la comunidad artística de la ciudad, donde muchos sueñan sin dinero, y donde las necesidades atentan contra la inspiración. Es mucha la presión, pero la genialidad que habita en la mente de Larson termina por desarrollar en Broadway el musical con el que tanto había soñado.
Con Tick, tick… Boom! Lin Manuel Miranda −ganador de Pulitzer, Tony, Grammy y Medalla de honor del Centro Kennedy− se anima a dirigir una película por primera vez. Creador de In The Heights y Hamilton, el director no tuvo un reto muy grande, ya que se mantuvo en su zona de confort dirigiendo un musical sobre un tema que lleva en sus venas: el teatro.
La propuesta de Lin-Manuel Miranda trae consigo un toque muy All That Jazz (1979), con respecto a la edición de la película con una característica de urgencia de crear secuencias, de manera frenética, dejando la sensación de que el tiempo se acaba. Para la creación de la narrativa, que resulta ser un híbrido musical con la biografía de Larson, decidieron acudir a los lazos cercanos del creador de Rent. Construir un perfil biográfico, mezclar diferentes elementos desde el jazz, de los años 90 y un repertorio clásico representativo de lo que era Johathan Larson, puede ser la próxima obra maestra en robarse varios galardones de la Academia.
Mientras que las canciones en la producción Tick Tick… Boom! renuevan el espíritu de la propuesta musical de Rent (1996), que respira melancolía, bohemia, alcohol, anhelos, tragedia, amor y amistad. Con un suave soplo que Larson dejó impregnado sobre la vida bohemia, sus dolores y basado en algunas secuencias de Ópera en cuatro actos, sobre todo del reconocido compositor italiano, Giacomo Puccini con La bohème.
El regreso de Vanessa Hudgens y Andrew Garfield
La recordada Gabriella Montez, bajo la piel de Vanessa Hudgens, regresa con este film. En su hoja de vida demuestra ser una veterana en musicales como en High School Musical y hasta la misma película de Larson, Rent, en la adaptación para Broadway.
Por otro lado, Andrew Garfield desnuda su capacidad actoral y confirma que es más que un Spider-Man. En el tráiler se deja ver su versatilidad como actor y músico en Tick, Tick… Boom! Muy a pesar que los fans siguen apostando a su posible regreso al mundo Marvel, Andrew decide mostrar una faceta que pocos conocían: su voz musical y sus habilidades para interpretar algunas notas en el piano. Se rumora que Garfield podría asegurar una nominación a los Oscar por su actuación en esta prometedora producción.
El historial de galardones que Andrew Garfield (The Amazing Spider-Man) ha ganado, lo hace el actor perfecto para protagonizar a Larson. Enumeremos: Premio Tony, por su interpretación en la obra de teatro La muerte de un vendedor; nominación al Oscar por Hacksaw Ridge, donde interpreta a Desmond T. Doss, el médico del ejército estadounidense de la Segunda Guerra Mundial. Su personaje, que sirvió durante la batalla de Okinawa, se niega a matar gente y se convierte en el primer hombre de la historia de Estados Unidos que recibe la Medalla de Honor sin disparar un tiro.
La historia simbólica detrás de Tick, tick… Boom!
El reconocido sonido de un reloj que corre los minutos, haciendo “tik tak, tik tak…” representa en esta trama, semiológicamente hablando, que el tiempo transcurre muy rápido y el tren del éxito está a punto de terminar. Todo en la cúspide de sus 30 años. La famosa crisis de los 30 se plasma en su historia biográfica. La ansiedad que vive Larson, retando sus talentos, hará que busque alternativas para comprobar que sí puede lograr su sueño a tiempo.
La trama se centra en los días previos a presentar su obra en una función decisiva. Jonathan Larson siente presión: de su novia Susan (Vanessa Hudgens), que sueña con una vida artística más allá de la ciudad de Nueva York; de su amigo Michael, que ha pasado de su sueño a una vida de seguridad financiera; todo en medio de una comunidad artística asolada por la epidemia del SIDA. Con el reloj en marcha, Larson se encuentra en una encrucijada y se enfrenta a la pregunta que todo el mundo debe plantearse: “¿Qué debemos hacer con el tiempo que tenemos?”. La respuesta se desarrollará en el transcurso de la historia.
Un homenaje a Jonathan Larson
El creador de la obra maestra Rent se centró en la composición de esta propuesta que lo haría conocido. Todo comenzó a principios de la década de 1990, sirviendo mesas en el Moondance Diner para sostenerse económicamente. A lo largo de los años, Larson escribió cientos de canciones e hizo muchos cambios drásticos en el espectáculo, que en su encarnación final contenía 42 canciones.
Jonathan Larson murió repentinamente de una disección aórtica -que se cree que fue causada por un síndrome de Marfan no diagnosticado- la noche antes del estreno fuera de Broadway. El musical se trasladó al Nederlander Theatre de Broadway el 29 de abril de 1996.
En Broadway, Rent fue aclamada por la crítica y ganó varios premios, entre ellos el Premio Pulitzer de Teatro y el Premio Tony al Mejor Musical. La producción de Broadway cerró el 7 de septiembre de 2008, después de 12 años, convirtiéndose en uno de los espectáculos de mayor duración en Broadway. La producción recaudó más de 280 millones de dólares. Es ahora donde su musical de 1996 volverá a las pantallas grandes con el debut de Lin-Manuel Miranda como director.
La película se estrenará en cines selectos el 12 de noviembre y posteriormente en Netflix el 19 del mismo mes.
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