En la República Democrática del Congo (RDC), el país ubicado en la región ecuatorial de África, se produjo un brote de una enfermedad no identificada hasta el momento. Ya mató al menos a 143 personas. Mujeres y niños son los más afectados.
Los síntomas son similares a los de la gripe: fiebre alta, dolor de cabeza, tos y anemia, según los informes de la Oficina Provincial de Salud de ese país. El brote se ha desarrollado en la provincia de Kwango, situada en el suroeste la RDC. Los fallecimientos ocurrieron entre el 10 y el 25 de noviembre pasado.
En diálogo con Infobae, Tarik Jašarević, vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS), contó qué se sabe sobre la situación en RDC.
“La OMS está trabajando con las autoridades nacionales para dar seguimiento a los informes sobre una enfermedad no identificada y comprender la situación. Hemos enviado un equipo a la zona para recoger muestras para realizar investigaciones de laboratorio”, respondió.
El vicegobernador de Kwango, Rémy Saki, confirmó ayer el número de muertes y aseguró que las cifras podrían seguir aumentando.
“Entre 67 y 143 personas han muerto”, afirmó en una conversación con la agencia AP. Aunque el brote no ha sido aún completamente identificado, los primeros casos surgieron en la zona de salud de Panzi, una región rural que enfrenta graves dificultades en el acceso a medicamentos.
Apollinaire Yumba, ministro provincial de Salud, detalló que los síntomas de los afectados incluyen fiebre, dolor de cabeza y tos, los cuales se combinan con episodios de anemia.
En una rueda de prensa, Yumba instó a la población a tener cautela, especialmente en lo que respecta al manejo de los cuerpos de los fallecidos, debido al riesgo de contagio. “Recomiendo evitar el contacto con los cadáveres para prevenir la transmisión”, expresó.
La situación ha sido calificada como alarmante debido a la rapidez con la que se propaga la enfermedad, según opinó Cephorien Manzanza, líder de la sociedad civil de la región.
También señaló que la falta de acceso a la atención médica agravó la crisis, lo que provocó que muchas de las víctimas murieran en sus hogares. Manzanza enfatizó que la infraestructura sanitaria local no es suficiente para hacer frente al brote.
Para investigar el origen de la enfermedad, las autoridades congoleñas han desplegado un equipo de expertos en epidemiología en la región. El equipo se encargará de recolectar muestras y realizar análisis para tratar de identificar el patógeno responsable.
“Se espera la llegada de un equipo de expertos epidemiológicos que tomarán muestras para identificar el problema”, puntualizó el vicegobernador.
Consultada por Infobae, la doctora Mirta Roses, ex directora de la Organización Panamericana de la Salud, comentó: “Con la información escasa que hay en las alertas, parecería ser un nuevo brote de la enfermedad por el virus del Ébola. Es solo una hipótesis. Hubo otros brotes de esa enfermedad antes en ese país”.
El Reglamento Sanitario Internacional permite la búsqueda activa de rumores y no solo de información oficial para dar alertas y el envío de preguntas y requerimiento de información al punto de enlace en cada país.
Desde que se hizo ese cambio en la normativa, “se ha incrementado la detección precoz de brotes y la reacción para una inmediata investigación y seguimiento”, dijo Roses. “Se hizo con la intención de proteger mejor a la población, identificar la causa y desencadenar las medidas necesarias para su contención”.
La epidemia en RDC se presenta en un contexto complicado. El país enfrenta un brote de mpox (viruela símica). Según datos de la OMS, el país ha registrado más de 47.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes atribuibles a esa enfermedad. Esta situación ha generado una gran presión sobre el sistema de salud del país.
El Ministerio de Salud congoleño, en coordinación con la OMS, pidió a los socios nacionales e internacionales que envíen suministros médicos de emergencia para abordar la creciente crisis de salud pública.
El 14 de agosto pasado, el Director General de la OMS declaró que el brote del mpox en RDC y en un número creciente de países de África era una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) bajo el marco del Reglamento Sanitario.
En 2022 hubo otra declaración similar por esa enfermedad. Este año 2024, la aparición y rápida propagación de una nueva cepa del virus del clado 1b en RDC, su detección en países vecinos y la posibilidad de que siguiera propagándose fuera del continente, fueron factores importantes para que la infección mpox fuera nuevamente considerada como una ESPII.