Un equipo internacional de neurocientíficos de cuatro países (Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Países Bajos) reclutaron a 65 pacienes con lesión medular cervical y lograron que 43 de ellos, que padecían parálisis del cuello para abajo, recuperan parcialmente el control de sus brazos y manos gracias a un dispositivo sencillo de utilizar.
El ensayo genera esperanzas de que esta innovación pueda ayudar a las personas con lesiones en la columna a recuperar movilidad en un futuro.
La médula espinal envía y recibe señales que se intercambian entre el cerebro y el resto del cuerpo. A menudo, una lesión provoca cambios permanentes en la fuerza, las sensaciones y otras funciones corporales debajo del lugar de la lesión, describen los especialistas de la Clínica Mayo. La pérdida de sensibilidad y control del movimiento se conoce como parálisis.
Ahora, en un gran avance de investigación, un ensayo internacional logró que los pacientes que habían perdido parte o todo el uso de sus manos y brazos después de una lesión de la médula espinal recuperan fuerza, control y sensorialidad cuando se aplicó la estimulación durante los ejercicios de rehabilitación estándar.
Las mejoras fueron pequeñas, pero los médicos y los pacientes las describieron como un cambio de vida debido al impacto que tuvieron en sus rutinas diarias y calidad de vida.
El dispositivo, que fue creado por un equipo en el Instituto Federal de Tecnología de Lausana, Suiza, y desarrollado por la firma suiza de tecnología médica Onward, suministra, de manera no invasiva, corriente eléctrica a la médula espinal mediante electrodos colocados en la piel, facilitando la modulación de neuronas específicas.
Después de dos meses de terapia, 43 de las 60 personas que participaron en el ensayo recuperaron la fuerza y la capacidad de utilizar brazos y manos, según el estudio publicado en la revista Nature Medicine.
“Creo que podría cambiar la vida de la mayoría de las personas con lesión de la médula espinal”, dijo en una conferencia de prensa el autor principal del estudio, el neurocientífico estadounidense Chet Moritz, del departamento de Medicina de Rehabilitación de la Universidad de Washington en Seattle.
Diversos estudios en los últimos años han demostrado que la estimulación eléctrica de la médula espinal restaura funciones neurológicas cuando se aplica sobre los segmentos espinales que contienen las neuronas involucradas en el control de estas funciones. Sin embargo, estos dispositivos requieren cirugía invasiva para implantarlos cerca de la médula espinal. El nuevo dispositivo no tiene necesidad de cirugía y se cuelga simplemente del cuello.
“Todo el mundo piensa que, ante una lesión en la columna, lo único que quieres es poder volver a caminar”, dijo Melanie Reid, periodista británica y participante en el ensayo que quedó paralizada al caerse de un caballo hace 15 años. “Pero si eres tetrapléjico, lo más importante es trabajar las manos”, dijo en la rueda de prensa.
Según la Clínica Universidad de Navarra, “la tetraplejía, también conocida como cuadriplejía, es una forma de parálisis que afecta a las cuatro extremidades y al tronco del cuerpo, incluyendo tanto a los miembros superiores como inferiores. Esta condición se debe a una lesión en la médula espinal a nivel cervical, que interrumpe la comunicación entre el cerebro y el sistema nervioso periférico, afectando la capacidad de la persona para moverse y sentir por debajo del sitio de la lesión”.
Reid dijo que estaba “encantada” con el dispositivo, que le permitía agarrar e incluso desplazarse por su teléfono con su mano izquierda. Otro participante, Sherown Campbell, dijo que el dispositivo lo ayudó a mejorar su velocidad para teclear, cocinar y escribir, además de otras cosas que favorecieron su “calidad de vida”.
Cómo se hizo el estudio
Los investigadores, para probar el efecto del dispositivo sobre la función del brazo y la mano en comparación con los resultados de la rehabilitación sola, realizaron un ensayo clínico multicéntrico abierto en 65 pacientes con tetraplejía como resultado de una lesión de la médula espinal (solo pacientes a los 12 meses) o más después de una lesión. El estudio Up-LIFT se llevó a cabo en 14 centros de en Estados Unidos, Canadá y Europa.
los pacientes se sometieron a un programa estandarizado de rehabilitación en la clínica durante un período de 2 meses, seguido del mismo programa de rehabilitación con ARCEX Therapy durante 2 meses adicionales.
Los resultados no hallaron problemas de seguridad notables asociados con la terapia ARCEX, y de los 60 participantes que completaron la prueba, 43 demostraron mejoras en los dominios de fuerza y funcionales. Según un análisis secundario lograron aumentos en la fuerza de pellizco de las yemas de los dedos, el movimiento de la mano y la fuerza y la capacidad sensorial, todos beneficios para una mejor calidad de vida.
Reid dijo que entrenar con el dispositivo era un trabajo duro y lo comparó con “hacer una clase de Pilates con los dedos”.
Moritz explicó que este trabajo desarrolla nuevas conexiones entre el cerebro y las extremidades afectadas, aumentando los beneficios con el tiempo, incluso cuando el dispositivo no está conectado.
“Después de solo dos meses, más de la mitad de los participantes de Up-LIFT lograron mejoras promedio en la fuerza de agarre, mayores que las necesarias para levantar tazas llenas y en la fuerza de pinza, equivalentes a las necesarias para recoger un objeto con un tenedor o insertar una llave. Esto indica no solo una mejora en la fuerza y la función, sino también el potencial de una mayor independencia con la Terapia ARCEX”, expresó Moritz.
El estudio también destacó por su tamaño: la mayoría de los ensayos de dispositivos similares solo han involucrado a uno o un puñado de pacientes.
El neurocientífico francés Gregoire Courtine, que supervisó el estudio, dijo que se trataba del “primero en la historia de la medicina de la médula espinal que demuestra seguridad y eficacia para mejorar la recuperación de los tetrapléjicos”.
Courtine dijo que Onward estaba en conversaciones para obtener la aprobación del dispositivo en los Estados Unidos, con la esperanza de que pueda llegar al mercado allí a finales de año. Lo ideal sería que Europa le siguiera poco después, añadió.
Por el contrario, es probable que todavía falten años para que los implantes que podrían permitir a las personas paralizadas volver a caminar estén ampliamente disponibles.
El precio del dispositivo de Onward sigue siendo desconocido, aunque Courtine dijo que el objetivo era que fuera “accesible”.