La enfermedad de Lyme es causada por una bacteria, la Borrelia burgdorferi, y se puede adquirir por la picadura de algunas especies de garrapatas. Se trata de una infección que ha recibido más atención en los Estados Unidos, Canadá y Europa.
Sin embargo, un equipo de investigadores científicos hizo una revisión sobre reportes publicados y advirtieron que hay una “alta probabilidad de que la enfermedad de Lyme esté presente” en América Latina. Hoy es el Día Mundial de la Enfermedad de Lyme.
Los científicos reconocieron que “aún faltan evidencias concluyentes, siendo necesarios estudios confirmatorios mediante PCR y aislamiento del agente causal. Además, es imperativo identificar la especie específica de garrapata responsable de la transmisión de la enfermedad”, escribieron en un artículo publicado en la revista Microorganisms.
Los investigadores trabajan en las facultades de veterinaria de la Universidad Nacional del Chaco Austral, la Universidad Nacional del Noreste, la Universidad Nacional de La Plata, y la Universidad Nacional del Litoral, en la Argentina y en el departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Trieste, en Italia.
¿Cuándo se descubrió la infección?
El primer reconocimiento de la enfermedad de Lyme -que también se suele llamar “borreliosis”- fue en 1975. En ese momento, muchos niños recibieron el diagnóstico de artritis reumatoide juvenil en Lyme, en el estado de Connecticut, Estados Unidos, y en dos pueblos vecinos.
Los chicos jugaban en zonas boscosas, y se encontró que había sido afectados por las picaduras de garrapatas de ciervo que estaban infectadas. La enfermedad les había generado la artritis.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Lyme?
La enfermedad de Lyme puede producir una amplia variedad de síntomas, que pueden incluir fiebre, sarpullido, parálisis facial y artritis.
Los signos varían según la etapa en la que cada persona afectada se encuentre. La enfermedad de Lyme puede evolucionar a través de fases, que pueden solaparse y causar síntomas que pueden afectar a la piel, las articulaciones, el corazón o el sistema nervioso. Estas fases son:
- Localizada temprana (semanas uno a cuatro).
- Diseminada temprana (meses uno a cuatro).
- Tardía persistente, tardía diseminada o simplemente tardía (después de cuatro meses, incluso hasta años después).
La enfermedad de Lyme se transmite principalmente a través de la picadura de garrapatas pertenecientes al género Ixodes, que actúan como vectores en la transmisión de la bacteria al ser humano y a otros hospedadores.
Por qué se le debería prestar atención en América Latina
“A medida que estas garrapatas encuentran nuevos nichos ecológicos debido a los cambios climáticos y de hábitat, la distribución geográfica de la enfermedad se ha ampliado considerablemente”, escribieron los investigadores en la revista Microorganisms.
A finales del siglo XX, la enfermedad de Lyme se consideraba inicialmente una preocupación regional, predominantemente en Norteamérica y Europa. Sin embargo, “a medida que crecía la concientización, empezaron a notificarse casos fuera de estas regiones endémicas tradicionales. A principios de la década de 2000, se documentaron casos esporádicos de la enfermedad de Lyme, aunque no confirmados, en países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Chile y México. Estos casos suscitaron dudas sobre la posible aparición de la enfermedad en la región”, comentaron.
También el grupo de investigadores de Argentina e Italia indicó que hay especies de aves que pueden desempeñar un papel en la distribución o diseminación de la bacteria, y eso podría favorecer la aparición de la enfermedad de Lyme en diversos países de América Latina.
“Para hacer frente a estas lagunas de conocimiento, se deben implementar políticas sólidas de investigación de la enfermedad de Lyme que den una respuesta definitiva sobre su posible presencia en Sudamérica y naciones latinoamericanas”, recomendaron.
Consultado por Infobae, el doctor Tomás Orduna, ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del comité científico de la Fundación Mundo Sano, dijo: “Hasta el momento nadie ha aislado por cultivo la presencia de la bacteria Borrelia burgdorferi a partir de muestras de pacientes en Sudamérica. Tampoco se encontró en especies de garrapatas locales asociadas a humanos”.
El experto especificó que se han hecho búsqueda de anticuerpos que no han permitido confirmar casos autóctonos en Argentina, siguiendo las recomendaciones de 2 técnicas (tamizaje y confirmación) secuenciales. “Los casos de positividad de pruebas de Inmunofluorescencia (que están desaconsejadas hace años como tamizaje) dan muchos falsos positivos. Por eso es importante reconfirmarlas en caso de que aún se use esa técnica”, subrayó Orduna.
En tanto, la investigadora del Instituto ANLIS/Malbrán, Rita Inés Armitano, también afirmó que “hasta la actualidad, según los últimos trabajos científicos publicados, no se han reportado casos autóctonos en Argentina y en otros países de Latinoamérica”
El diagnóstico de la enfermedad de Lyme “solo debe considerarse en función de la presencia de signos y síntomas típicos de infección en pacientes con antecedentes de posible exposición al vector transmisor y siempre se deben emplear pruebas serológicas que utilicen métodos aprobados por la FDA y los criterios de interpretación recomendados”, puntualizó Armitano, y agregó: “Los resultados de las distintas técnicas diagnósticas siempre deberán interpretarse en virtud de la sospecha clínica y epidemiológica”.
¿Cómo se trata y se previene la enfermedad?
La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos. Cuanto antes se inicie, hay más chances de recuperarse completamente.
Para prevenir la infección, la bioquímica Armitano recomendó:
- Al realizar actividades al aire libre es importante el uso de repelentes adecuados y registrados por la autoridad regulatoria
- Utilizar ropa clara que permita la rápida localización de las garrapatas.
- Al terminar la actividad hay que hacer una revisión exhaustiva del cuerpo principalmente en zonas de difícil visualización (debajo de los brazos, dentro y alrededor de las orejas, dentro del ombligo, detrás de las rodillas, el cabello y todas las áreas con vellos, entre las piernas, y alrededor de la cintura).
- En caso de detectar una garrapata adherida, hay que extraerla completamente. Se debe emplear una pinza de punta fina
En tanto, en caso de haber detectado una garrapata adherida, es importante estar atento a la aparición de fiebre y sarpullido