Por las picaduras de hembras infectadas de mosquitos Aedes aegypti, la Argentina enfrenta hoy la peor epidemia de dengue, con más de 151.000 casos confirmados y 106 muertes hasta la última actualización.
A este escenario se le suma que, durante las próximas semanas, otra especie de mosquito podría aumentar su presencia con sus picaduras más agresivas en el Área Metropolitana de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, entre otras jurisdicciones del país.
La especie de mosquito se llama Aedes albifasciatus y es la que tiene la distribución más amplia en el país, desde las provincias del Norte hasta Tierra del Fuego. También vive en Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile. Los “albifasciatus” no transmiten dengue, zika ni chikungunya. Popularmente, se lo conoce “mosquito charquero”, “zancudo callado” o “mosquito de la inundación”.
Entre el 10 y el 20 de marzo pasado, el verano terminó con precipitaciones muy abundantes en el este de la Argentina. Por ejemplo, el noreste de la provincia de Buenos Aires y el sur de Entre Ríos registraron anomalías de más de 250 milímetros para ese período, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Durante las próximas semanas, esa enorme cantidad de lluvia podría favorecer un aumento de las picaduras por las poblaciones de mosquitos Aedes albifasciatus.
Eso podría ocurrir porque las hembras de esa especie de mosquito colocan los huevos sobre el suelo húmedo en zonas anegables. En cambio, las de Aedes aegypti lo hacen en recipientes artificiales con agua (como puede ser una tapita de gaseosa tirada en el piso hasta una goma de auto).
Los huevos de A. albifasciatus entonces se encuentran en charcos temporales. Cuando llueve, esos charcos se llenan con agua y luego nacen las larvas. Si llueve mucho y en varios lugares -como ocurrió recientemente en el AMBA y en otras jurisdicciones-, hay nacimientos simultáneos en muchos lugares.
“Es probable que los adultos de Aedes albifasciatus emerjan todos juntos estas semanas, y las hembras empiecen a picar todas juntas para buscar alimento. De este modo, se observa que el inicio de este ciclo está determinado por las lluvias y sincroniza a toda la población. Por eso, se puede decir que producen ´picos´ de abundancia en las poblaciones de esa especie de mosquito”, explicó a Infobae la doctora Sylvia Fischer, investigadora del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) del Instituto de Ecología, Genética y Evolución, que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y al Conicet.
La científica destacó que es la primera vez que se registra en el AMBA una abundancia tan alta sostenida por tanto tiempo de las poblaciones de esa especie de mosquito. “Desde finales de diciembre pasado, se registraron abundancias altas, bajaron un poco a fines de enero y principios de febrero, y luego volvieron a incrementar sosteniéndose hasta ahora. Eso es mucho al menos para nuestra región durante los últimos 25 años”, subrayó.
¿Las picaduras de los mosquitos son diferentes?
Las picaduras de las dos especies de mosquitos en las personas son distintas. Las de Aedes albifasciatus son más “agresivas”. Duelen más.
De acuerdo con la doctora Fischer, los individuos de esa especie son más “torpes”. Eso está relacionado con que “la fuente normal de sangre de esa especie son distintos mamíferos silvestres o el ganado, que son animales con cueros más gruesos que la piel de los seres humanos”, precisó.
¿Qué riesgo tienen los Albifasciatus para la salud humana?
El mosquito Aedes albifasciatus puede transmitir el virus de la encefalomielitis equina del Oeste a los animales y a las personas.
En la Argentina, desde noviembre del año pasado, se detectó la reemergencia de esa infección (los últimos casos registrados se habían producido en 1996). Hasta el 14 de marzo pasado, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) confirmó un total de 1.472 brotes en equinos en 17 provincias. En tanto, el Ministerio de Salud de la Nación reportó que hubo 98 casos de personas con encefalomielitis equina y 9 muertes desde diciembre pasado.
En diálogo con Infobae, Adrián Díaz, investigador del Conicet en el Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología Dr. José María Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba, comentó que las picaduras de esa especie de mosquitos también tiene un riesgo para la salud humana.
“Este año, en el ambiente rural, el Aedes albifasciatus ha transmitido la encefalomielitis equina del Oeste. Pero hasta ahora no se han observado circulación de ese virus en las ciudades. Probablemente es porque el hospedador del virus -que aún se desconoce- no se encuentre en las ciudades”, dijo el doctor Díaz.
“Al tratarse de una reemergencia, hoy desconocemos prácticamente todo sobre el virus de la encefalomielitis equina -destacó Díaz-. No sabemos si es un patógeno endémico en el país o fue introducido. Tampoco sabemos qué especies de animales vertebrados lo amplifican y esto impide que podamos hacer una análisis de riesgo en las ciudades. Se necesita invertir en más estudios tanto sobre el virus, el vector y los animales hospedadores”.
Algunas especies de aves o de roedores podrían ser hospedadores del virus, pero aún falta identificar cuáles. “La problemática de la encefalomielitis equina del Oeste debería ser una prioridad de investigación para el país”, sostuvo.
¿Cómo protegerse contra los mosquitos?
Para protegerse contra los mosquitos, se pueden usar repelentes que estén autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Vienen sprays, lociones, cremas, geles y aerosoles. Estos productos pueden contener sustancias activas, tales como el DEET, IR3535 e icaridina. Hay que tener en cuenta el tiempo de duración de sus efectos que viene aclarado en el envase.
La doctora en biología Romina Barrozo, del Instituto de Biodiversidad, Biología Experimental y Aplicada, que depende del Conicet y la Facultad Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, indicó en diálogo con Infobae que “el mosquito Aedes albifasciatus se encuentra más frecuentemente en lugares más abiertos, como las plazas y los jardines”.
“Si hay dificultades en el acceso a los repelentes comerciales en farmacias y comercios, las personas deberían usar espirales en los ambientes interiores y cubrir el cuerpo lo máximo posible, con pantalón largo y remeras manga larga que tapen los brazos, cuando estén al aire libre”, recomendó Barrozo.
Están circulando mitos en redes sociales que no tienen fundamento científico. La doctora Barrozo aclaró que “no hay trabajos científicos que demuestren que la esencia de vainilla sea efectiva como repelente. Yo no lo usaría. Con respecto a la quema del cartón del envase “maples” de huevos, tampoco hay evidencia científica, aunque sé que hay gente que hace. Pero no lo recomiendo porque la combustión puede ser tóxica para las personas”.