“Voy a colonizar Marte. Mi misión en la vida es hacer de la humanidad una civilización multiplanetaria”. Así de contundente y decidida es la posición de Elon Musk sobre la intención de llegar al planeta rojo en los próximos años.
Y viniendo de Musk, que parece que todo lo que se propone lo consigue, deberíamos tomar en serio sus palabras. Es que el multimillonario emprendedor y exitoso empresario es dueño de SpaceX, la compañía espacial privada que en menos de 20 años es líder en exploración espacial hoy en día.
Además de inventar la reutilización de cohetes, haciendo el acceso al espacio más rentable, gracias a la nave Falcon 9, el caballito de batalla de la empresa espacial, Estados Unidos ha podido volver al espacio sin depender de los rusos y así llevar sus propios astronautas a la Estación Espacial Internacional después del retiro de los famosos transbordadores espaciales.
SpaceX, además de liderar la cantidad de lanzamientos espaciales, con 98 en 2023, desarrolló y ya lanzó tres veces el cohete más grande del mundo: Starship, una mole de 122 metros de alto y 5000 toneladas (5 millones de kilos) de peso que podrá en un futuro llevar hasta 100 astronautas a la Luna o Marte.
“El avance crítico que necesitamos para convertirnos en una civilización galáctica es lograr que los viajes espaciales sean tan habituales como los aéreos”, aseguró Musk en una conferencia espacial llevada a cabo en agosto del año pasado en Starbase, Boca Chica, Texas, lugar donde despegan sus poderosos cohetes Starship, una mega nave que podría ser la clave para colonizar el planeta rojo y permitir que este lugar se convierta en un segundo hogar para la humanidad.
Y este año, mediante su cuenta en X (ex Twitter), Musk interactuó con usuarios respondiendo preguntas, tocando temas como el número de Starships necesarias para llevar a cabo su plan en Marte. Musk calcula que se necesitarán unos 1000 lanzamientos para establecer una colonia permanente en Marte. Esa cantidad de naves serán necesarias para transportar la infraestructura y la tripulación necesaria para establecerse en Marte.
“Mil cohetes Starship serán necesarios para crear una ciudad sostenible en Marte”, aseguró Musk y señaló que llevar a cabo este proyecto tomaría unos 20 años, considerando que la alineación de Marte y la Tierra sucede cada 26 meses. En ese tiempo, se deberían transportar alrededor de un millón de toneladas al planeta rojo para asegurar que el proyecto sea sostenible.
Por eso planea en un futuro cercano más lanzamientos seguidos de Starship, aumentando su capacidad de reutilización y realizando hasta tres vuelos diarios, para llegar a una meta de 1000 despegues por año, lo que permitiría enviar más de 10.000 millones de toneladas al espacio.
La obsesión de Musk con Marte
La idea de viajar a Marte de Musk se remonta a los años 90, cuando participó en el proyecto Mars Oasis que investigaba la forma de crear un pequeño sistema hortícola en la superficie roja, como si se tratase de un invernadero permanente en similares condiciones a nuestro vecino planeta.
Establecer asentamientos en el Planeta Rojo incluye una serie de desafíos y obstáculos tecnológicos, políticos, éticos y especialmente financieros que alejarían, más allá de las dos décadas que el también CEO de Tesla ha anunciado como plazo para hacer posible su ambicioso plan.
Desde el punto de vista financiero, el costo de una misión de colonización a Marte es astronómico. Es tan grande que no se ha podido calcular con precisión al día de hoy. Para contextualizar, el programa Apolo de la NASA costó más de 280 mil millones de dólares en valores actuales y esta operación solo alcanzó la Luna en 6 vuelos exitosos.
Michael Meyer, científico principal del Programa de Exploración de Marte de la NASA, sostiene que la viabilidad económica de una presencia humana en el Planeta Rojo será cuestionable durante al menos los primeros cien años, dado que la atmósfera marciana apenas contiene oxígeno, y la cantidad de agua es sumamente limitada impidiendo la agricultura y la creación de un ciclo hidrológico.
Los peligros ambientales y tecnológicos son igual de críticos para los humanos que se aventuren a viajar allí. Falta de aire, de gravedad, de alimentos, temperaturas extremas frías y hasta la radiación mortal, son algunos de los desafíos que deberán afrontar los ingenieros y científicos que planeen la misión y los astronautas que la lleven adelante. Y sobre todo el tiempo de la misión.
Michael Duke, ingeniero del Johnson Space Flight Center de la NASA, aseguró que la exploración humana de Marte será una empresa que confirme el potencial humano para abandonar su planeta natal y abrirse paso hacia la inmensidad del cosmos.
“Aunque es un pequeño paso a escala cósmica, será un paso muy grande para la humanidad, porque exigirá abandonar la Tierra con una capacidad muy limitada de retornar. Una vez realizado el viaje hasta Marte, los astronautas no serán capaces de realizar el viaje de vuelta hasta que los dos planetas estén de nuevo correctamente alineados. Esta es la diferencia más importante entre esta exploración y todas las anteriores. Existe una ventana muy estrecha dentro de la cual es posible el retorno, y esta misión exige permanecer tres años en el espacio”, precisó el experto.
Y agregó: “El asentamiento en Marte presenta nuevos problemas y retos. Entre ellos el más importante es la ausencia de un entorno natural donde se pueda vivir. Eso, y el elevado coste actual del transporte son las principales barreras para la expansión del hombre allí. El hecho de que los humanos, una vez en Marte, no puedan volver fácilmente a la Tierra, sino sólo en momentos específicos separados entre sí unos 26 meses, hace necesario el desarrollo de sistemas con una gran robustez y fiabilidad. La creación de un entorno artificial, habitable, es técnicamente posible. El elevado coste del transporte se reducirá con el tiempo”.
“Podrías morir, va a ser incómodo y probablemente no habrá buena comida y honestamente, un montón de gente probablemente morirá al principio. Es peligroso, es incómodo y es un viaje largo. Puede que no regreses con vida, pero es una aventura gloriosa y será una experiencia increíble. Honestamente, un grupo de personas probablemente morirá al principio. Es difícil ir allí”, dijo Musk en la conferencia espacial.
De acuerdo al empresario, reunir a las tripulaciones para las primeras misiones a Marte será “como ese anuncio de Shackleton yendo a la Antártida”, dijo comparando un famoso pedido que el explorador británico Ernest Shackleton supuestamente publicado en un periódico a principios del siglo XIX cuando intentó reunir una tripulación para la primera excursión al continente más austral de la Tierra.
“Tenemos que garantizar la supervivencia de la especie humana si aquí en la Tierra ocurriese una catástrofe, pues ya hemos visto como a lo largo de la historia se han producido varias extinciones masivas. Por ello, el objetivo es terminar creando una ciudad autosuficiente en Marte”, remarcó el magnate dueño de SpaceX.
En tanto Duke, aseguró que Marte es un planeta excitante e intrigante, que a sus exploradores les esperan un montón de aventuras y hallazgos. “Debemos prepararnos para ello antes de irnos, facilitando las herramientas que usarán los exploradores, anticipando tanto como sea posible las situaciones que encontrarán y preparándoles para lo inesperado”, dijo el experto de la NASA.
Y agregó: “Será la primera misión espacial en la que la tripulación será la encargada de resolver sus propias emergencias. A la distancia que separa Marte de la Tierra serían necesarios 40 minutos para que la respuesta a un mensaje enviado desde la Tierra volviese hasta nosotros. Las tripulaciones y sus sistemas deben ser capaces de realizar los objetivos de la misión de una forma totalmente autónoma”, precisó el especialista”.
Expansión de la humanidad a otro planeta
“El sueño de la exploración humana de Marte está íntimamente unido a la creencia de que nuevas tierras crearán nuevas oportunidades. En la historia de la humanidad, las migraciones de personas han sido estimuladas por la superpoblación, el agotamiento de recursos, la búsqueda de libertad religiosa o económica, las ventajas competitivas y otros motivos humanos”, aseguró Duke, de la NASA.
“En raras ocasiones ha entrado la humanidad en un territorio para abandonarlo luego completamente. En el pasado, siempre han existido grupos de personas lo bastante aventureras para adoptar como hogar un territorio recién descubierto. La mayor parte de estos asentamientos han llegado a ser económicamente autosuficientes y han aumentado la diversidad económica y genética de la humanidad. La revolución tecnológica del siglo XX, con las comunicaciones y transportes de alta velocidad y la actividad económica integrada, ha invertido la tendencia hacia la diversidad humana; sin embargo, el asentamiento en otros planetas puede nuevamente aumentar la esfera de actuación de la humanidad y la vida”, agregó el experto.
En ese sentido, Estefania Coluccio Leskow, gerente de operaciones del Planetario de Buenos Aires Galileo Galilei, también brindó por la exploración espacial en declaraciones a Infobae: “Me emociona pensar que el ser humano pueda hacer naves que lo lleven a otro planeta y que luego pueda caminar allí. Me parece tan impresionante y conmovedor que solo por el afán de hacerlo y de explorar, tiene sentido para mí. Porque además, cuando vos explorás y aprendés cosas del universo, eso indefectiblemente derrama en saber cosas sobre la naturaleza en general y sobre los humanos como especie. Y genera bienestar en la sociedad indirectamente”.
“Es parte de ser una civilización inteligente en un planeta, en un sistema solar, en una vía Láctea, en una galaxia, en un universo. No hay mejor manera de vivir que tratar de entender dónde estamos, qué es la vida y el universo y dónde vivimos en la naturaleza”, precisó la doctora en Física y directora del Planetario porteño, que entre sus múltiples tareas se hace espacio para dar cursos a niños y adolescentes en el Planetario sobre el Sistema Solar. Y manifiesta que los niños son ávidos curiosos de la exploración espacial por las preguntas que le hacen.
Volviendo a Musk, el empresario afirmó: “Estamos trazando un plan de juego para llevar un millón de personas a Marte. La civilización sólo superará el Gran Filtro de un solo planeta cuando Marte pueda sobrevivir incluso si las naves de suministro de la Tierra dejan de llegar”.
El Gran Filtro, término acuñado por el economista Robin Hanson, es la idea de que una especie acabará enfrentándose a una barrera para la supervivencia, como el cambio climático o una guerra nuclear que acabe con todos nosotros. Musk sugiere que la única forma de evitarlo en Marte es garantizar que las personas puedan sobrevivir allí sin necesidad de depender de la Tierra para abastecerse.
“Creo que llegar a Marte no es la cuestión fundamental. La cuestión fundamental es construir una base, una ciudad en Marte que sea autosuficiente. Vamos a construir una planta de propulsores, una base inicial en Marte, la Mars Base Alpha, y luego la llevaremos hasta el punto en que sea autosuficiente. Quiero hacer hincapié en que esto es algo muy duro y peligroso, difícil, no apto para débiles de corazón. Hay muchas posibilidades de que mueras, va a ser duro, pero será muy glorioso si sale bien”, concluyó Musk.
Mientras el empresario sueña con viajar a Marte en la siguiente década, su cohete Starship ya prepara su cuarto vuelo para fines de abril o principios de mayo, para dar un paso más que nos lleve en un futuro cercano al planeta rojo.