Existe un Boletín de los Científicos Atómicos que mide simbólicamente el tiempo que le queda a la vida en la Tierra, sustentado en el mítico Reloj del Juicio Final.
Anoche, los expertos situaron al aparato en 90 segundos antes de la medianoche o final de los días, situación que refleja las amenazas existenciales para la humanidad planteadas por una posible escalada nuclear de la guerra en Ucrania y los impactos multiplicadores de la crisis climática tras el año más caluroso registrado en la Tierra.
Establecido por los mejores científicos y expertos en seguridad del mundo, el Reloj sigue marcando el mismo tiempo final restante que el año pasado y es el más cercano a la medianoche en sus más de 75 años de historia, exponiendo así una variedad de amenazas globales que se ciernen sobre la civilización.
“Las tendencias continúan apuntando ominosamente hacia una catástrofe global. La invasión rusa en Ucrania plantea un riesgo siempre presente de escalada nuclear, y el ataque del 7 de octubre en Israel y la guerra en Gaza proporcionan una ilustración más de los horrores de la guerra moderna, incluso sin una escalada nuclear”, dijo Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Bulletin of Atomic Scientists, revista académica dirigida al público en general y dedicada a temas relacionados con la supervivencia y el desarrollo de la humanidad.
Además de mencionar la guerra entre Rusia y Ucrania y el deterioro de los acuerdos de reducción de armas nucleares, el reloj tuvo en cuenta la crisis climática y la designación oficial de 2023 como el año más caluroso jamás registrado.
También la creciente sofisticación de las tecnologías de ingeniería genética y el espectacular avance de la IA generativa, que podría magnificar la desinformación y corromper el entorno informativo global, haciendo más difícil resolver los desafíos existenciales más importantes.
“En lugar de abandonar las armas nucleares, los países que las poseen están mejorando sus arsenales, mientras inundaciones masivas, incendios y otros desastres climáticos amenazaron a miles de millones de vidas y medios de subsistencia en un año en el que se registraron temperaturas récord causadas por la renuencia de la humanidad a alejarse de los combustibles fósiles”, refieren los expertos.
“La investigación biológica destinada a prevenir futuras pandemias ha demostrado ser útil, pero también presenta los riesgos de causar una”, dijo Bronson, mientras que los recientes avances en inteligencia artificial (IA) plantean interrogantes sobre cómo controlar una tecnología “que podría mejorar o amenazar la civilización en innumerables maneras”, agregaron.
La guerra en Ucrania incide en el reloj
La invasión rusa de Ucrania, ahora a solo un mes de su segundo aniversario, fue la razón principal detrás de que el reloj se moviera a 90 segundos antes de la medianoche en 2023, y continuó eclipsando la actualización de este año.
“Las amenazas apenas veladas de Moscú de una guerra nuclear, sus ataques a sitios nucleares y su erosión de las normas internacionales de conducta han contribuido a un mayor riesgo”, expusó el Bulletin, mientras que la guerra de Israel en Gaza amenaza con evolucionar hacia un conflicto regional más amplio que podrí involucrar a estados más grandes y nucleares.
Mientras tanto, “el control tradicional de armas nucleares realmente ha llegado a su fin por ahora”, dijo Alex Glaser, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial de la Universidad de Princeton. Rusia se retiró del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START) y del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), que, para empezar, Estados Unidos nunca ratificó.
China está aumentando su arsenal, que ahora asciende a 500 armas nucleares, “y por primera vez, al menos en mi vida adulta, ahora se habla en Washington de que el arsenal nuclear de Estados Unidos tendrá que aumentar también para estar a la altura de Rusia y China combinados”, añadió Glaser.
Cómo funciona el Reloj del Juicio Final
El reloj se fijó originalmente a siete minutos para la medianoche en 1947. Lo más lejos que ha estado jamás de la medianoche es de 17 minutos, tras el fin de la Guerra Fría en 1991.
De periodicidad bimensual, el Boletín de los Científicos Atómicos fue fundado en 1945 por Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer y otros científicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan, que produjo las primeras armas nucleares probadas en Hiroshima y Nagasaki. La idea del reloj que simboliza la vulnerabilidad global ante una catástrofe surgió dos años después.
La hora del Reloj del Juicio Final la fija el Boletín de la Junta de Ciencia y Seguridad de Científicos Atómicos (SASB, por sus siglas en inglés) en consulta con su Junta de Patrocinadores, que incluye a nueve premios Nobel. Anteriormente, en enero de 2023, el Reloj del Juicio Final se fijó a 90 segundos para las doce, lo más cercano a la medianoche que había estado el Reloj. En los últimos años anteriores se había mantenido a 100 segundos.
Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Bulletin, dijo en un comunicado: “No se equivoquen: mantener el Reloj a 90 segundos para la medianoche no es una indicación de que el mundo esté estable. Todo lo contrario. Es urgente que los gobiernos y las comunidades de todo el mundo actúen. Y el Boletín mantiene la esperanza (e inspiración) al ver a las generaciones más jóvenes liderando el cambio”.
Para que el reloj muestre más tiempo, El informe sugiere que para que la humanidad tenga más tiempo, “como primer paso, y a pesar de sus profundos desacuerdos, tres de las principales potencias del mundo (Estados Unidos, China y Rusia) deberían iniciar un diálogo serio sobre cada una de las amenazas globales aquí descritas”.
Y concluyó: “En los niveles más altos, estos tres países deben asumir la responsabilidad del peligro existencial que enfrenta el mundo ahora. Tienen la capacidad de sacar al mundo del borde de la catástrofe. Deben hacerlo con claridad y valentía y sin demora”.