¿Los músicos irradian un mayor atractivo sexual? Esto responde la ciencia

La figura de los músicos suele ser importante para las personas que tienen una conexión profunda con el arte. Incluso se han establecido estereotipos de belleza alrededor de las estrellas de rock. Las razones detrás de la preferencia social hacia los artistas encontraron explicaciones evolutivas, que remontaron hasta las teorías de selección sexual, como la que el naturalista Charles Darwin postuló en su obra The Descent of Man.

La música y el arte en general también funcionan como un vestigio de una región del mundo o período histórico en específico. Debido a su importancia en la raza humana, algunos teóricos de la evolución han rescatado los aportes de Darwin para explicar por qué las personas se sienten atraídas hacia los artistas o los músicos, en específico.

Sin embargo, un estudio publicado en Scientific Reports se enfocó en esta teoría para comprobar su vigencia. Además de la música, también se investigó cuál es el impacto que los artistas suelen tener entre distintos grupos de personas y qué tipo de factores intervienen para considerar a un individuo atractivo con relación a su aspecto.

Contrario a las expectativas basadas en la teoría evolutiva de Darwin, el estudio mencionado encontró que los músicos registraron niveles más bajos de atractivo, simpatía, confiabilidad y otros aspectos comparados con profesiones alejadas del arte: maestros, camareros y granjeros. Por otro lado, los participantes otorgaron puntuaciones elevadas solo en los aspectos relacionados con el interés hacia los artistas visuales en particular.

En esta excepción podría jugar un papel crucial como iniciador para acercarse a una persona. Además, se descubrió un fenómeno llamado “efecto de mejora contextual”, que sugiere que los individuos captan períodos de atención más prolongados cuando se les retrata en imágenes de medio cuerpo, que proporcionan información contextual sobre sus intereses.

Otro estudio, publicado en Frontiers, exploró si un músico es considerado más atractivo entre los demás. Aunque los resultados descartaron la posibilidad anterior, la investigación encontró que la clave estaba en el entorno en el cual toca. Quienes lo hacen en entornos privados fueron percibidos como más atractivos. Los que se exhiben en público obtuvieron un nivel de aprobación más bajo.

Desde una perspectiva evolutiva, la música ha sido considerada como una forma de cortejo. El estudio sugiere que hacerlo en público puede tener menos aprobación. Además, la creación musical en estos entornos está vinculada a la angustia y al miedo al fracaso, lo que podría hacer que la persona parezca menos atractiva desde una perspectiva evolutiva.

El hallazgo que resalta sobre los anteriores es la forma en que influyen los gustos musicales en las relaciones interpersonales. Tanto los músicos como la población en general calificaron más alto a aquellos perfiles que se parecían a su propio estatus musical. Este hallazgo respalda la idea de que compartir intereses puede tener un impacto positivo en la percepción de la atractividad de una pareja potencial. Aquellos con una afinidad musical más alta otorgaron puntuaciones más altas a otros artistas.

Los músicos han demostrado tener un perfil bajo respecto a cuán atractivos pueden ser para los demás. Sin embargo, la música es importante tanto para hombres como para mujeres en los vínculos románticos que forman con otras personas. También funciona como un factor para crear un ambiente agradable en distintos contextos entre ambos sexos.

Un estudio, publicado en Frontiers in Psychology, reciente sobre la relación entre la música y la atracción sexual reveló que la música instrumental puede influir en la elección de pareja en ambos sexos. Para evaluar esto, los investigadores utilizaron números primos musicales combinados con imágenes faciales en un experimento. Los participantes escucharon extractos con variaciones emocionales y luego calificaron la atracción facial y la deseabilidad para citas con otras personas.

El estímulo auditivo presentó más efecto en mujeres, cuyas calificaciones de atractivo facial y deseabilidad para citas aumentaron después de la exposición a la música. En los hombres, los efectos fueron mixtos, pues las piezas sonoras influyeron solo en la deseabilidad de citas, sin efecto en las calificaciones de atractivo facial.

Respecto a los resultados esperados con la música más compleja y excitante, el estudio registró un efecto igual en la atracción sexual. Estos hallazgos podrían tener implicaciones importantes para comprender el comportamiento que suelen adoptar las personas al escuchar música durante las citas.

Los efectos de la música en hombres y mujeres también se estudiaron en una investigación publicada en la revista bioRxiv. El estudio se realizó a escala global y examinó a más de medio millón de individuos de 208 países. Contrario a las expectativas, los resultados registraron una ausencia de diferencias significativas entre hombres y mujeres en términos de capacidad de percepción musical o producción musical. Esto significa que es inexistente un respaldo a la idea de que la música haya evolucionado como un rasgo seleccionado sexualmente en los seres humanos.

Aunque otros rasgos alejados de la música han demostrado ser influencias determinantes en la selección de pareja, como la apariencia física o la personalidad, la musicalidad parece no seguir la misma tendencia. Las diferencias de género observadas en el estudio fueron mínimas, indicando que este arte podría ser menos crucial de lo pensado anteriormente en el juego de la atracción.

Estos resultados desafían la hipótesis de Darwin, que postulaba que la música evolucionó como una forma de cortejo y selección de pareja. Según el análisis de los datos, la música tampoco proporciona una ventaja evolutiva. Aunque la música indudablemente desempeña un papel importante como estímulo, este estudio sugiere que es insignificante como un indicador de la calidad de pareja en términos evolutivos. En lugar de ser un rasgo cuidadosamente seleccionado a lo largo de la evolución humana, la musicalidad podría ser más una expresión cultural y personal que un factor determinante en la selección natural.

La investigación sugiere que, al menos en términos de romance, la capacidad musical no se traduce directamente en una ventaja evolutiva como un factor determinante en la selección sexual entre las personas. La música, a pesar de su poderoso impacto emocional, podría ser solo un factor entre otros que intervienen en la atracción.