“Donar salva vidas”. Esta afirmación, que no deja lugar a dudas, es una segunda oportunidad para otra persona, cuando una vida lamentablemente termina. De eso se trata la donación de órganos, con más de 7167 personas en la Argentina a la espera, según confirmaron desde el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) a Infobae.
Asimismo, indicaron desde el ente nacional que “en lo que va del año se realizaron 3.906 trasplantes de órganos y de córneas”, de esta manera “1967 pacientes en lista de espera recibieron un trasplante de órganos”. De este total, “1.676 provenían de donantes fallecidos y 291 de donantes vivos”, mientras que “1.939 se corresponden a un trasplante de córneas”, recalcaron a Infobae desde el INCUCAI.
La donación de órganos y tejidos es el mejor método para tratar la insuficiencia orgánica terminal, ya que salva vidas y también las mejora. Pese a esta realidad, la principal barrera es, específicamente, la escasez de órganos, ya que para concretar esta intervención son necesarias determinadas características en el fallecimiento del donante; además de una serie de condiciones específicas que deben cumplimentarse para garantizar la preservación de los órganos y tejidos.
Todas estas afirmaciones que, para algunos son ampliamente conocidas, fueron puestas a consideración en la “Encuesta Nacional e Investigación Sobre Donación de Órganos y Tejidos en Argentina”, realizada por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina. “La investigación es un componente básico para un adecuado proceso de elaboración de intervenciones en materia de concientización sobre la donación de órganos y tejidos”, aseguraron desde el ente humanitario internacional. Al tiempo que aseguran que este conocimiento permite “que toda intervención o decisión se base en datos contrastados y en prácticas óptimas. Además, también contribuye al fortalecimiento y la mejora de las políticas públicas existentes”.
“La donación de órganos y tejidos es un proceso complejo que involucra a múltiples actores: desde las personas donantes y sus familias hasta los equipos médicos y las instituciones de salud”, aseguran en el documento que cuenta con las conclusiones de una encuesta que involucró 4317 personas de 23 provincias, de las cuales 3857 fueron casos de población general (3153 presenciales y 704 virtuales autoasistidas) y 460 fueron casos de personal de salud (346 presenciales y 114 virtuales autoasistidas).
Más allá de que en la “Argentina no existen fuertes barreras religiosas que impidan este tratamiento” y que “la conciencia social sobre la necesidad de donación ha aumentado durante la última década”, aún que se registran “dudas que atentan contra la posibilidad de aumentar la solidaridad en la donación”, aseguran en el documento. Asimismo, indicaron que “es crucial contar con datos que permitan tener información” para “diseñar e implementar acciones, sensibilizaciones e intervenciones situadas y adecuadas al contexto”
Los cinco puntos más destacados de este relevamiento
1- Percepción sobre la donación de órganos:
Según el INCUCAI, “la posibilidad de ser donante de órganos se da sólo en 4 de cada 1000 fallecimientos”, es por este motivo que es esencial “trabajar en la capacitación de profesionales de salud, y mantener en forma sostenida la difusión sobre la importancia de la donación en la sociedad para lograr optimizar los resultados”.
“Un alto porcentaje de las personas encuestadas afirma estar dispuesto a donar órganos o tejidos (67%). Sin embargo, este porcentaje es menor al total de personas que están a favor de la donación de órganos y tejidos (74%)”, afirma el documento. “En segundo lugar, aparece un 16% que no se encuentra decidido —tal vez a causa de la falta de información sobre la temática—, un 14% afirma no estar dispuesto/a a hacerlo y un 3% de la población encuestada prefiere no responder”, agregaron.
En este sentido, según los datos relevados por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina, “los resultados obtenidos reflejan un alto grado de apoyo por parte de las personas encuestadas hacia la donación”, siendo que “se identifica una oportunidad de mejora para desarrollar acciones que brinden información y sensibilizaciones destinadas a aquellas personas que expresan indecisión”, resaltaron en el documento. Al tiempo que advirtieron que “un porcentaje bajo de las personas encuestadas (9%) se encuentra en contra de la donación de órganos y tejidos”.
Además, advirtieron que “existe un alto consenso sobre los órganos que las personas encuestadas estarían dispuestas a donar”, siendo que el órganos con mayor predisposición a donar es el corazón (90%), seguido por los riñones (85%), pulmones (81%) y el hígado (81%). “Cabe destacar que, pese a esta diferencia observada, más de dos tercios de las personas encuestadas están dispuestas a realizar dichas donaciones”, recalcaron.
Por otro lado, entre los que aseguraron que no estarán dispuestos a donar órganos y/o tejidos, “se destaca el miedo a que no se haga todo lo posible por salvarlos/as por ser donantes voluntarios/as (40%), seguido por el deseo de que no se moleste a su familia con ese tema (30%) y, en tercer lugar, el miedo a que se maltrate su cuerpo luego de extraer los órganos y tejidos (21%)”. “Además, un 18% coincide en creer que se traficará con sus órganos y tejidos, porcentaje similar al alto grado de personas que prefirieron no responder (17%). Lo cual da cuenta de que este tema puede ser sensible y tabú para una parte de la población”, continua el documento.
En tanto, en lo que refiere a ser receptor, el relevamiento advirtió que “3 de cada 4 personas (75%) estarían dispuestas a recibir un órgano donado en caso de situaciones médicas o de salud que lo ameriten”, mientras que “un notable porcentaje de personas (14%) que no lo saben o no se encuentran decididas, probablemente a causa del desconocimiento o del miedo. Finalmente se observa un 8% de respuestas negativas”.
2 - Sentimientos y sensaciones
La idea de la donación de órganos se reparte entre un sentimiento de trascendencia y solidaridad, según los datos obtenidos en el relevamiento. “Una amplia mayoría que está muy de acuerdo o de acuerdo con la frase ‘Pienso en la donación de órganos y tejidos como algo que haces para ayudar a otras personas’, alcanzando un 87% de respuestas afirmativas”, afirma el documento. Seguido a este argumento, se encuentran las frases: “Me gusta la idea de que mi cuerpo sea útil después de mi muerte” (71%) y “creo que tengo el deber de ser donante de órganos y tejidos si estoy dispuesto/a a recibir un órgano o tejido” (65%).
“Más de dos tercios (69% y 67%, respectivamente) de las personas encuestadas no tienen dentro de su círculo cercano personas que hayan recibido o hayan sido donantes. Cabe resaltar también en ambos casos, un notable porcentaje de desconocimiento sobre ello (22% y 20%, respectivamente)”, dice el escrito que asegura, además, que este tema no forma parte de la cotidianeidad de las personas.
Por otro lado, sobre aquellos que no están dispuestos a la donación de órganos, “las aseveraciones que se vieron más cuestionadas fueron: ‘Me genera miedo que me quiten los órganos y tejidos cuando muera’ y ‘considero importante que mi cuerpo llegue intacto a la tumba’, encontrándose las personas encuestadas un 54% y un 50% en desacuerdo o muy en desacuerdo con ellas, respectivamente”. “Alto porcentaje de no decisión o de preferencia de no responder en las aseveraciones”, puede “asociarse al miedo vinculado a la muerte y donación, y la falta de tratamiento del tema debido a que, para muchas personas, aún es tabú”.
3 - Ley de Trasplante
En la actualidad, pese a que existen dos normas y se evidencia “un alto grado de apoyo por parte de las personas encuestadas hacia la donación, posicionándose en el lugar de posibles receptores y donantes” también se percibe “un fuerte desconocimiento sobre la temática y el marco legal vigente”, según advirtió la reciente “Encuesta Nacional e Investigación Sobre Donación de Órganos y Tejidos en Argentina”, realizada por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina.
En el país, desde el 4 de agosto de 2018 se encuentra vigente la Ley Justina, la cual tiene por objetivo “agilizar y simplificar los procesos de donación y trasplante, fortaleciendo así el sistema de procuración”, según advierte la norma. Además, se encuentra la Ley de Protección Integral para Personas Trasplantadas Nº26.9282, sancionada el 4 de diciembre de 2013, que “involucra la provisión de medicamentos, estudios, diagnósticos y prácticas de atención del estado de salud” al trasplantado.
Gracias a ambas normas, se “garantiza una cobertura del 100% en atención integral por parte de Obras Sociales, Prepagas y del Estado, según lo que corresponda”, siendo que este es un “procedimiento complejo que involucra a múltiples actores: desde las personas donantes y sus familias hasta los equipos médicos y las instituciones de salud. En términos culturales y sociales, en el país no existen fuertes barreras religiosas que impidan este tratamiento”.
En este sentido, señalaron que “existe un fuerte desconocimiento sobre la temática y el marco legal vigente. El 50% de la población general indicó no estar informado/a sobre el concepto de donante presunto. En el caso del personal de salud, el 64% de las personas encuestadas manifiestan que la oferta educativa disponible sobre donación de órganos y tejidos es insuficiente. “El 50% de la población manifestó no estar informado sobre el concepto de donante presunto. Esto da cuenta de la falta de información respecto a la temática en la población, generando una oportunidad de mejora para difundir la información disponible”, afirmó.
“El 62% de las personas encuestadas afirma encontrarse de acuerdo o muy de acuerdo con el concepto de donante presunto. De manera contrapuesta, casi un cuarto de las personas encuestadas (24%) afirma encontrarse en contra. Cabe destacar el notable porcentaje (14%) de personas que se encuentran indecisas, o que no tienen una opinión formada. Esto puede dar cuenta del bajo grado de conocimiento sobre la temática”, afirmaron en el documento.
Y completaron: “Así, sumando los dos registros anteriores, puede interpretarse que un 38% de las personas encuestadas manifiesta no encontrarse de acuerdo con el concepto de donante presunto, por lo que es necesario trabajar, no solo en la difusión de la legislación actual, sino también en la sensibilización y comunicación de la importancia de la donación para incrementar el apoyo de la población”. En este sentido, “el 84% del personal de salud afirmó conocer la ley”, pero solo “el 34% se encuentra de acuerdo o muy de acuerdo”.
Lo cierto es que para expresar la voluntad de ser donante la comunicación es esencial: “Más de la mitad (58%) de las personas encuestadas comunicaron sus intenciones de ser donantes a sus familiares y/o amistades. Sin embargo, persiste un 40% que indica no haber compartido dentro de su entorno el deseo de donar órganos y tejidos. Si bien expresar la voluntad es una elección personal, que familiares y amistades conozcan esa decisión resulta relevante, ya que podría ser de ayuda para transitar un momento emocional difícil y movilizante”.
4- Información
Uno de los aspectos esenciales de este relevamiento resalta la importancia de la comunicación. En ese sentido, advierten que los encuestados recibieron información sobre la donación de órganos y tejidos de la televisión (59%), las redes sociales (39%), los diarios y/o revistas (19%) y la radio (19%). En tanto, solo un 14% admite “haber recibido información por parte de docentes y espacios de formación”, mientras que un 16% “afirmaron no haber visto información sobre la donación y trasplante de órganos y tejidos”.
“En línea con lo observado respecto al desconocimiento de las personas encuestadas sobre la temática, al indagar sobre su percepción en torno a la cantidad de información disponible, el 70% de las personas encuestadas afirma que es poca o ninguna. Dando cuenta de la insuficiente información en la promoción de la donación”, afirma la encuesta realizada por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina y agrega que “solo el 18% coincide en que la información es mucha o bastante”.
5 - El personal de salud
Un punto esencial de este relevamiento fue incluir al personal de salud, los cuales se desempeñan en enfermería, odontología y kinesiología, medicina, psicología, instrumentadores y radiólogos. En este ámbito, según señalaron, existe “un alto grado de acuerdo en torno a la donación de órganos y tejidos”, con el 90% de las personas encuestadas se encuentra a favor, y un 87% dispuesto a donar sus órganos o tejidos después de morir. De este total, el 75% transmitió su voluntad a familiares y amistades.
Con respecto a la capacitación, un punto esencial para el personal de salud, “más de dos tercios (66%) de las personas encuestadas manifiestan haber recibido, durante su trayectoria académica, formación específica respecto a la donación de órganos y tejidos”, con un 30% que carece de esta esencial formación. Asimismo, entre aquellos que aprendieron sobre este procedimiento, el 45% afirmó que “fueron insuficientes”, un 10% admitió que “desconoce si fueron o no suficientes”, al tiempo que un 41% los calificó “como suficientes”
Por último, entre el personal de salud, “solo la mitad de las personas encuestadas (49%) afirman conocer el protocolo de acción para la donación de órganos y tejidos”, por lo que “es prácticamente unánime (95%) la percepción sobre la importancia de incorporar la temática de donación de órganos y tejidos en los planes de estudio de las carreras referidas a la salud”.